Biden recorta el pedido de aviones F-35 en un 18% en la solicitud de presupuesto para 2025.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quiere un recorte del 18% en el número de aviones F-35 que el Pentágono compre el próximo año, después de que el límite impuesto por el Congreso al tamaño del próximo presupuesto de defensa obligara a la Administración a buscar ahorros, según dijeron fuentes conocedoras de la situación.

Los pedidos del Pentágono del caza furtivo de Lockheed Martin descenderán a menos de 70, frente a un pedido previsto de 83, lo que supondrá un descenso estimado de 1.600 millones de dólares en el gasto en reactores.

La caída de los pedidos del F-35 podría afectar al gran contratista de defensa, que obtiene alrededor de una cuarta parte de sus ingresos del programa de reactores. La demanda internacional de estos aviones, que cuestan entre 80 y 120 millones de dólares cada uno según el tipo, sigue siendo fuerte.

Las acciones de Lockheed cayeron un 2,6% tras la noticia, de la que se hizo eco Reuters.

Lockheed declaró en un comunicado que «espera trabajar con la administración Biden y el Congreso» en el presupuesto del año fiscal 2025 en los próximos meses.

Se espera que la petición presupuestaria global de Biden en materia de defensa y seguridad nacional sea de 895.000 millones de dólares, dijeron las fuentes, lo que obligaría a realizar profundos recortes en una amplia gama de programas, a retrasar los programas existentes y a ralentizar los esfuerzos para reconstituir los arsenales de armas agotados por las guerras en Ucrania e Israel.

Las negociaciones presupuestarias entre el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca han concluido en gran medida, pero la cantidad final podría cambiar antes de que se desvele la solicitud presupuestaria el 11 de marzo.

El interventor del Pentágono declinó hacer comentarios, y la oficina del Programa Conjunto, que dirige el programa F-35, también declinó hacer comentarios.

El año pasado, el Pentágono estimó que compraría 83 de los furtivos cazas F-35 a Lockheed Martin por 9.800 millones de dólares.

PRESUPUESTO LIMITADO

La primavera pasada, el Pentágono estimó que necesitaría unos 880.000 millones de dólares en 2025 y un presupuesto total de defensa nacional de 929.000 millones. Pero el acuerdo presupuestario de dos años alcanzado a mediados de 2023 limitó el presupuesto de defensa de 2025 un 1% por encima del presupuesto de 886.000 millones de dólares de 2024. Como resultado, el presupuesto total de seguridad nacional de Biden para 2025 será de 895.000 millones de dólares.

Se espera que la parte del presupuesto de defensa nacional correspondiente al Pentágono sea de 850.000 millones de dólares, según un ejecutivo del sector y un antiguo funcionario de defensa informado sobre el asunto. La reducción de 30.000 millones de dólares afectará también a otros programas. Por ejemplo, una parte de los 2.000 millones de dólares destinados a la defensa antimisiles de Guam -considerada importante para disuadir a China en el Pacífico- también figura entre los recortes propuestos. Otros programas que podrían reducirse son las mejoras del sistema de defensa antimisiles de Alaska, conocido como Ground Based Interceptors, y los misiles SM3-1B de RTX Corp para los buques Aegis.

Entre los programas retrasados figura la ralentización de los pedidos de un portaaviones fabricado por Huntington Ingalls Industries Inc y de submarinos de clase Virginia fabricados por Huntington y General Dynamics Corp, según dos miembros del personal del Congreso. Se esperaba que el Pentágono también recortara costes retirando armamento más antiguo, como buques y aviones, que son más caros de operar.

Los recortes no son definitivos, ya que es probable que susciten un debate en el Capitolio que podría conducir a un aumento del presupuesto de defensa nacional a más de 900.000 millones de dólares para el año fiscal 2025, dicen los observadores del presupuesto. El gasto en defensa representa aproximadamente la mitad del presupuesto discrecional de EE.UU., mientras que el resto se destina a transporte, educación, diplomacia y otros departamentos. Las prestaciones como la Seguridad Social, el fondo nacional de jubilación, constituyen la parte no discrecional del presupuesto.

El presupuesto para 2024, que incluye 886.000 millones de dólares para seguridad nacional, aún no ha sido aprobado por el Congreso. El gobierno de EE.UU. está trabajando bajo una resolución continua, que limita el gasto a los niveles de 2023 hasta que se apruebe un presupuesto para 2024. La actual resolución que mantiene abierto el gobierno expira el 1 de marzo.

Mike Stone