Corea del Sur desafía la influencia de Estados Unidos con una audaz oferta de submarinos a Canadá.
Corea del Sur ha presentado una audaz propuesta de entre 20.000 y 24.000 millones de dólares a Canadá para el suministro de submarinos avanzados KSS-III, según información publicada por la Canadian Broadcasting Corporation el 5 de mayo de 2025.
Esta oferta supone un avance significativo en medio de las crecientes tensiones políticas y estratégicas entre Canadá y Estados Unidos, en particular en torno a la posible retirada de Canadá del programa de cazas de combate F-35, liderado por Estados Unidos. Como se informó, la propuesta forma parte de un esfuerzo diplomático e industrial sin precedentes para persuadir a Canadá de que se aleje de los proveedores tradicionales de defensa estadounidenses y europeos.
La oferta surcoreana se centra en la entrega de los submarinos KSS-III de vanguardia, desarrollados por Hanwha Ocean y Hyundai Heavy Industries. Los primeros cuatro submarinos se entregarían para 2035, mucho antes del calendario de adquisiciones actual de Canadá en el marco del Proyecto Canadiense de Submarinos de Patrulla (CPSP), cuyo objetivo es reemplazar la anticuada flota de la clase Victoria.
La oferta surcoreana no solo presenta una alternativa de alto rendimiento a las plataformas submarinas occidentales existentes, sino que también señala una profundización estratégica de los lazos entre Seúl y Ottawa en el ámbito de la industria de defensa. A medida que Canadá busca diversificar sus alianzas militares, la propuesta del KSS-III posiciona a Corea del Sur como un socio de defensa creíble y con visión de futuro, listo para cubrir las necesidades que puedan surgir de las tensas relaciones con Estados Unidos.
En julio de 2024, el Ministerio de Defensa Nacional de Canadá anunció un acontecimiento crucial: el inicio de un proceso formal para involucrar a la industria en la adquisición de hasta 12 submarinos de propulsión convencional con capacidad para operaciones bajo el hielo.
Esta iniciativa, en el marco del Proyecto de Submarinos de Patrulla Canadiense, es un componente clave de la renovada estrategia de defensa de Canadá. La nueva flota permitiría a la Marina Real Canadiense detectar y disuadir amenazas marítimas de forma encubierta, controlar los accesos marítimos, proyectar su poder lejos de las costas canadienses y mantener una presencia disuasoria persistente en las tres costas.
Según el Ministerio de Defensa de Canadá, el Departamento de Defensa Nacional de Canadá se reúne actualmente con fabricantes y socios potenciales, y está previsto publicar una solicitud de información (RFI) formal en otoño de 2025.
La RFI solicitará datos sobre la adquisición, construcción y capacidades operativas de los posibles proveedores de submarinos, así como sobre su capacidad para apoyar el mantenimiento a largo plazo y la participación de la industria local en Canadá. La adquisición también busca establecer relaciones estratégicas duraderas, apoyando la capacitación de personal, la transferencia de tecnología y la cooperación sostenida entre Canadá y sus socios seleccionados.
Los requisitos clave de Canadá para la nueva flota de submarinos incluyen sigilo, letalidad, persistencia y capacidad de despliegue en el Ártico. Los futuros submarinos deben ofrecer un mayor alcance y resistencia, lo que permitirá a Canadá detectar, rastrear, disuadir y, de ser necesario, derrotar las amenazas marítimas en los tres océanos. Estos buques también contribuirían a misiones internacionales junto con aliados y socios, reforzando la presencia estratégica y los compromisos de Canadá en el extranjero.
El KSS-III, también conocido como clase Dosan Ahn Changho, está bien posicionado para cumplir con estos criterios.
Desplaza aproximadamente 3700 toneladas sumergido y cuenta con propulsión independiente del aire (AIP) basada en pilas de combustible, lo que le permite hasta 20 días de autonomía sumergida. Sus avanzadas capacidades incluyen sistemas de lanzamiento vertical para misiles de crucero de ataque terrestre, modernos sistemas de sonar y gestión de combate, y una firma acústica reducida para operaciones furtivas.
Estas características convierten al KSS-III en uno de los submarinos no nucleares más capaces del mercado mundial.
La oferta también surge en un momento en que Canadá reconsidera varios acuerdos de defensa con Estados Unidos.
Los desacuerdos sobre política comercial, prioridades estratégicas y autonomía en materia de adquisiciones han provocado una reevaluación más amplia de la estrategia de defensa de Canadá. Un punto clave de controversia ha sido la compra prevista de 88 cazas furtivos Lockheed Martin F-35.
En marzo de 2025, apenas horas después de ser reelegido en el nuevo gabinete del primer ministro Mark Carney, el ministro de Defensa Bill Blair confirmó que Canadá está explorando activamente alternativas al F-35 y colaborará con fabricantes de aeronaves rivales. Este cambio de política subraya la creciente preocupación en Ottawa por la excesiva dependencia de las plataformas de defensa estadounidenses.
Corea del Sur está aprovechando la oportunidad para consolidarse como un proveedor alternativo de confianza. El sector de defensa del país ha alcanzado éxito internacional con exportaciones como el obús K9 Thunder, el caza de combate FA-50 y el tanque K2 Black Panther. En 2023, Hanwha Group inició conversaciones con líderes de la industria canadiense para explorar la coproducción y el apoyo local, en consonancia con la política canadiense de Beneficios Industriales y Tecnológicos (BIT), que prioriza las contribuciones económicas y laborales nacionales en las adquisiciones de defensa.
Estratégicamente, ambas naciones comparten intereses fundamentales en la seguridad del Ártico, la estabilidad del Indopacífico y un orden internacional basado en normas. La oferta de submarinos de Corea del Sur va más allá del armamento: representa una oportunidad para que Canadá forje una alianza de defensa a largo plazo y estratégicamente alineada con una potencia mundial en ascenso.
Mientras se siguen evaluando las propuestas de Alemania, Suecia, Francia y Estados Unidos, la propuesta surcoreana del KSS-III, respaldada por una entrega temprana, cooperación estratégica e integración industrial, se perfila como una opción atractiva. Los próximos meses serán cruciales, ya que Canadá avanza hacia la reestructuración de su marco de adquisiciones de defensa, lo que podría marcar un cambio hacia una estrategia de seguridad nacional más diversificada y autónoma.
Murray Brewster
La industria de defensa coreana cada vez es mas agresiva y se puede llevar una buena parte del pastel. Fabrican armas de gran calidad a precios muy bajos. Al final presento Navantia oferta a este concurso?
Creo que son los mejores submarinos convencionales: PIA basada en hidrógeno (como el nuestro y el alemán, a diferencia de la porquería francesa y la sueca), baterías de litio, celdas de lanzamiento vertical y misiles balísticos propios.
Bien por Corea del Sur, con suerte yankilandia perderá miles de millones en contratos.
El pliego del concurso indica que los submarinos deberán poder operar debajo del hielo artico. Creo que los únicos submarinos capaces de operar bajo el hielo artico con seguridad son los nucleares. Los diésel eléctricos carecen de autonomía suficiente por muy bueno que sea su AIP. En fin ellos sabrán.
Pues un submarino portugués lo ha hecho.
NAVANTIA lo va a tener difícil en Canadá.
Si Corea del Sur quiere venderle submarinos de la clase KSS-III, va a tener que integrarle otro segmento de 12 metros de largo para almacenar hidrogeno, con el fin de ofrecerle al submarino 18 mil millas náuticas y 40 días de autonomía como mínimo.