GA-ASI amplía las pruebas de vuelo con un avión de combate colaborativo.
Dos meses después del primer vuelo del modelo, el 27 de agosto de 2025, General Atomics Aeronautical Systems reveló el 3 de noviembre que había realizado el primer vuelo de un segundo avión de combate colaborativo YFQ-42A (CCA). La compañía publicó fotos de la segunda aeronave junto con el anuncio de su participación en la Conferencia Internacional de Cazas 2025.
La presentación del segundo YFQ-42 también se produce pocos días después de que Anduril realizara el primer vuelo del YFQ-44A el 31 de octubre de 2025. Tras este hito, ambos nuevos cazas no tripulados de la Fuerza Aérea de EE. UU. se encuentran ahora en fase de pruebas de vuelo como parte del Incremento 1 del programa CCA.
“El YFQ-42A es un avión revolucionario, y la flota ya está en producción y en servicio”, declaró David R. Alexander, presidente de GA-ASI. “No estamos en un momento de espera. Estamos volando. Estamos entregando. Y estamos impulsando este futuro de la aviación de combate, del mismo modo que lo hemos hecho durante más de tres décadas”.
El YFQ-42
El YFQ-42A está diseñado para operaciones aire-aire semiautónomas y se basa en el enfoque de “género-especie” pionero de la estación de detección externa (OBSS) XQ-67A. GA-ASI afirma haber aprovechado la ingeniería digital avanzada basada en modelos para acelerar el desarrollo de la aeronave y optimizar sus capacidades para el dominio aéreo futuro.

En comparación con el XQ-67, el YFQ-42A presenta una toma de aire del motor con bordes dentados, similar a la del bombardero furtivo B-2 Spirit, así como líneas de molde del fuselaje aparentemente ligeramente modificadas. El morro también es diferente, pasando del diseño en forma de pala del XQ-67 a uno más convencional.
Se aprecian diferencias en el diseño de las alas: el YFQ-42 presenta un mayor ángulo de flecha y una mayor conicidad, además de una superficie alar más grande. Las colas en V, si bien tienen un ángulo similar al del XQ-67, parecen ser más cortas, con una mayor conicidad y sin puntas truncadas.
Estos cambios de diseño podrían ser el resultado de intentos por reducir la sección transversal de radar de la estructura del avión para cumplir con los requisitos de sigilo del programa CCA. Asimismo, las modificaciones reflejan los requisitos de velocidad y maniobrabilidad del CCA.
El núcleo de autonomía, pieza clave del programa, permitirá al YFQ-42 operar conjuntamente con aeronaves tripuladas. La compañía afirma que este núcleo se ha perfeccionado durante más de cinco años de pruebas en el MQ-20 Avenger, que también se utiliza para probar diversos sistemas de autonomía para la Fuerza Aérea.

Al combinar un diseño furtivo y enfocado en el combate aire-aire con esta autonomía impulsada por IA, el YFQ-42A busca brindar a los combatientes una ventaja en futuros escenarios de combate. Originalmente concebido para complementar al caza tripulado de Dominio Aéreo de Próxima Generación, el Boeing F-47, los CCA también operarán con las plataformas de quinta generación actuales, el F-22 Raptor y el F-35 Lightning II.
GA-ASI destacó que el programa está diseñado pensando en la escalabilidad y la asequibilidad. La compañía se está preparando para una producción a gran escala que respaldaría el objetivo declarado de la Fuerza Aérea de desplegar más de 1000 CCA en un plazo acelerado.
El F-22 como “plataforma umbral” para la CCA
Según un informe reciente de Aviation Week, la Fuerza Aérea de EE. UU. inicialmente integrará los sistemas de control de crucero (CCA) únicamente con el F-22 Raptor. De hecho, en un informe al Congreso, la Fuerza Aérea mencionó que el Raptor es la plataforma de referencia para los CCA, mientras que se está considerando su integración con los F-16, F-35A, F-15E y F-15EX.
“Los adversarios de Estados Unidos están contrarrestando el poder aéreo estadounidense con una mayor masa aérea y un complejo despliegue de defensas aéreas que limita la capacidad de Estados Unidos para proyectar poder de combate de forma tradicional”, señala el informe. “Las aeronaves de combate de carga (CCA) permiten el uso de aeronaves con mayor tolerancia al riesgo a un menor costo y actúan como multiplicador de fuerza”.
Aviation Week mencionó además que el informe indica que se espera que los CCA “aumenten la capacidad de supervivencia de las aeronaves tripuladas, a la vez que amplían la cobertura de sensores, transportan armas adicionales, incrementan la capacidad de las aeronaves de combate, brindan flexibilidad para diferentes misiones y ofrecen una opción menos costosa en comparación con los cazas tripulados”.
La Fuerza Aérea también continúa realizando pruebas paralelas con el avión no tripulado XQ-58A Valkyrie para prepararse para la introducción de aeronaves de combate colaborativas (CCA). De hecho, recientemente ha demostrado la capacidad de operar múltiples plataformas autónomas colaborativas (ACP) junto a aviones de combate tripulados.
Durante un ejercicio de entrenamiento de combate aéreo en la Base Aérea Eglin, Florida, los pilotos de un F-16C Fighting Falcon y un F-15E Strike Eagle controlaron dos XQ-58A cada uno. La prueba se ha definido como «un gran avance en la colaboración entre humanos y máquinas».
El Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea (AFRL) también afirmó que el objetivo de la integración del XQ-58 en escenarios de combate aéreo es reducir la carga de trabajo del piloto, a la vez que se mejora la percepción situacional y la eficacia de la misión. Además, “los datos de la reciente demostración de vuelo servirán de base para el desarrollo y despliegue futuros de capacidades semiautónomas en todo el Departamento de Defensa”, refiriéndose aparentemente a los CCA.
Stefano D’Urso


