Japón transfiere seis destructores clase Abukuma para reforzar la Marina filipina contra China.
Según la información publicada por Yomiuri el domingo 6 de julio, un importante periódico nacional japonés reconocido por su cobertura fidedigna de asuntos gubernamentales y de defensa, el ministro de Defensa de Japón, Gen. Nakatani, y el secretario de Defensa de Filipinas, Gilberto Teodoro, confirmaron la transferencia de seis destructores de escolta de segunda mano de la clase Abukuma a la Marina de Filipinas. El acuerdo se formalizó durante una reunión bilateral de defensa celebrada en Singapur a principios de junio de 2025, lo que representa un importante avance estratégico en la cooperación regional en seguridad entre ambas naciones marítimas.
Los destructores de escolta clase Abukuma, desarrollados a finales de la Guerra Fría, han estado en servicio con la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón (JMSDF) entre 1989 y 1993. Diseñados principalmente para la guerra antisubmarina y la defensa costera, estos buques representan una clase de buques altamente capaces para operaciones navales de mediano alcance.
Cada buque tiene un desplazamiento a plena carga de aproximadamente 2550 toneladas, una eslora de 109 metros y una manga de 13,4 metros. Están propulsados por un sistema de propulsión combinado diésel o gas (CODOG) —dos turbinas de gas Kawasaki-Rolls-Royce SM1A y dos motores diésel Mitsubishi S12U-MTK— que les permite alcanzar velocidades de hasta 27 nudos y una tripulación de aproximadamente 120 personas.
Armados para misiones multifuncionales, los buques de la clase Abukuma están equipados con un cañón naval Otobreda de 76 mm, dos tubos lanzatorpedos triples de 324 mm para guerra antisubmarina y un sistema de armas de corto alcance Phalanx de 20 mm para defensa aérea de última hora. Algunos buques de esta clase también están equipados con misiles antibuque RGM-84 Harpoon y un lanzador ASROC para un combate antisubmarino prolongado.
Sus sistemas de sensores incluyen el radar de búsqueda aérea OPS-14, el radar de búsqueda de superficie OPS-28 y el sonar OQS-8, además de sistemas de guerra electrónica como el sistema de dirección de combate OYQ-7 y el ECM OLT-3, lo que refleja la importancia de la JMSDF para el conocimiento de la situación y la capacidad de supervivencia.
Estos buques se están retirando gradualmente del servicio japonés debido a la modernización de la flota y la escasez de personal naval. Su transferencia ofrece a Tokio un doble beneficio: alivia la carga logística y, al mismo tiempo, refuerza las capacidades marítimas de un socio regional cercano. Para Manila, esta adquisición llega en un momento crítico. Según la edición de 2025 de Military Balance del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, la Armada del Ejército Popular de Liberación de China opera 102 buques de combate de superficie, incluyendo destructores, mientras que la Armada de Filipinas comanda tan solo dos fragatas modernas.
Ésta marcada asimetría ha intensificado la presión sobre Filipinas para que refuerce rápidamente su presencia marítima, especialmente ante el aumento de las incursiones y las reivindicaciones territoriales chinas en el Mar de China Meridional.
El acuerdo también refleja la evolución y profundización de la relación de defensa entre Japón y Filipinas. Durante una cumbre celebrada en abril de 2025, ambos gobiernos acordaron iniciar conversaciones sobre un Acuerdo de Adquisición y Servicios Cruzados (ACSA). Este acuerdo facilitaría el apoyo logístico y el intercambio de recursos clave, como combustible, alimentos y municiones, entre las Fuerzas de Autodefensa Japonesas y las Fuerzas Armadas de Filipinas, sentando las bases para un marco de cuasi-alianza basado en intereses estratégicos mutuos.
La integración operativa de las plataformas estándar de la JMSDF en la Armada de Filipinas mejorará significativamente la interoperabilidad conjunta y el conocimiento del dominio marítimo en aguas en disputa. Un alto funcionario de la JMSDF subrayó el valor estratégico de esta medida, señalando que reforzaría la capacidad de «controlar los movimientos del ejército chino» tanto en el Mar de China Meridional como en el Mar de China Oriental. Al desplegar plataformas capaces y probadas por la JMSDF, la Armada de Filipinas se beneficiará no solo en términos de tamaño de flota, sino también en profundidad tecnológica y preparación para operaciones marítimas de alto nivel.
Esta transferencia de destructores clase Abukuma de la Armada Japonesa a Filipinas representa más que una simple transacción de armamento; ejemplifica una creciente sinergia en materia de defensa entre Japón y Filipinas, países que enfrentan amenazas compartidas a la seguridad marítima. La llegada de los buques clase Abukuma al servicio filipino no solo cerrará brechas de capacidad, sino que también fortalecerá la arquitectura regional de disuasión y cooperación en un Indopacífico cada vez más disputado.
Rudis04
Buen refuerzo para Filipinas si señor. EEUU en cambio habla mucho y hace poco. Con los F-16 podría haberse interesado precio a los filipinos pero no se hizo. Los japoneses de manera callada les van suministrando.
Un buen empujon para Filipinas, que falta les hace frente a las continuas agresiones Chinas.
China al final va a conseguir con su política de reclamaciones a prácticamente todos sus vecinos que éstos acaben uniéndose frente a ellos y hagan un frente común muy indigesto para China.
Y Rusia si no fuera por el inepto de Putin, después de Taiwan, debería ser quien más recelo tuviera de su vecino; a ver si en un futuro lo que gane en Ucrania lo va a perder con creces en su oriente.
Bien por Japón un gesto responsable y necesario todos los paises amenazados por China deberían hacer una piña va en su beneficio
La política China es presionar a sus vecinos, buscando así generar tension y conflicto en el extranjero.
Así logran de un lado dirigir el foco de atención en el exterior, para tratar de disimular sus graves problemas internos, con una economía cercana a la quiebra, paro juvenil de un 40%, etc
Esta política se acentuará en el futuro,