La prueba de un misil estratégico ruso termina con una gran explosión en el aire.
Una presunta prueba de un misil balístico intercontinental (ICBM) ruso desde la zona de lanzamiento de Yasny, en la región de Oremburgo, terminó en un fallo en el aire, y el cohete se rompió y explotó a poca distancia del silo.
El incidente ocurrió el viernes 28 de noviembre cerca de la base de las Fuerzas de Misiles Estratégicos Dombarovsky, perteneciente a la 13.ª División de Misiles de Rusia.
La zona se ha asociado desde hace tiempo con misiles pesados basados en silos: anteriormente albergaba sistemas R-36M2 (SS-18 “Satan”) y también se ha utilizado como centro de conversión para lanzadores espaciales y, más recientemente, para el despliegue de sistemas estratégicos más nuevos, como el vehículo de planeo hipersónico Avangard.
Varios videos publicados por residentes locales muestran una columna de humo elevándose desde la posición de un silo, un destello y luego una gran nube oscura con un distintivo tinte púrpura que se desplaza sobre la ciudad cercana.
En las últimas imágenes, el misil parece elevarse solo unos cientos de metros antes de desestabilizar su trayectoria. Imágenes separadas muestran al menos un fragmento grande —posiblemente una segunda o tercera etapa— cayendo a tierra, seguido de una bola de fuego brillante y una columna de humo con forma de hongo en el punto de impacto.
Los analistas señalan que la columna oscura, con tonos púrpura, es característica de los propulsores hipergólicos, como la dimetilhidrazina asimétrica (UDMH o “heptilo”) y el tetróxido de nitrógeno, combustibles utilizados en los misiles balísticos intercontinentales pesados de diseño soviético y sus vehículos de lanzamiento asociados. Estas sustancias son altamente tóxicas.
Los funcionarios regionales reconocieron la explosión y el humo visible, pero afirmaron que “no había amenaza” para la población local y que no se planeaba ninguna evacuación, dirigiendo las consultas a los militares.
Moscú no ha confirmado el tipo de misil que se estaba probando. Sin embargo, analistas de defensa ucranianos y varios medios especializados argumentan que las características de la columna de humo, junto con la ubicación del silo, apuntan a otra prueba del misil balístico intercontinental pesado RS-28 Sarmat, destinado a reemplazar al obsoleto R-36M2 en emplazamientos como Yasny.
Señalan que, según informes, varios silos de la zona han sido reequipados para el Sarmat en los últimos años.
Las mismas fuentes vinculan el evento de Oremburgo con un patrón de problemas en el programa Sarmat. Imágenes de satélite comerciales de septiembre de 2024 mostraron extensos daños por la explosión y un gran cráter en un silo del cosmódromo de Plesetsk, atribuido por investigadores independientes y medios de comunicación a un catastrófico fallo en la prueba del Sarmat.

Este incidente se produjo tras el único vuelo exitoso del Sarmat reconocido públicamente en abril de 2022; desde entonces, estudios de código abierto han identificado al menos dos pruebas fallidas y varias cancelaciones.
El analista señala que esta no sería la primera vez que una prueba del Sarmat inutiliza su plataforma de lanzamiento y argumenta que, a pesar de las declaraciones oficiales sobre su inminente despliegue, el sistema aún no puede considerarse un reemplazo operativo fiable del R-36M2. Esta interpretación no puede verificarse de forma independiente, pero concuerda con la magnitud visible del fallo y la ausencia de un anuncio oficial.
El contexto estratégico es significativo. El R-36M2, capaz de transportar hasta diez ojivas con objetivos independientes, ha sido durante décadas un elemento fundamental de las fuerzas estratégicas terrestres rusas. Estimaciones de fuentes abiertas sugieren que entre tres y cuatro docenas de misiles de este tipo permanecen en servicio en Yasny y Uzhur, en el krai de Krasnoyarsk, lo que representa aproximadamente una quinta parte de las ojivas estratégicas desplegadas por Rusia según las normas de conteo del Nuevo START.
Estos misiles han superado con creces su vida útil original y son un evidente peligro para sus bases y para los cientos de técnicos que los someten a múltiples extensiones.
Si no se puede desplegar el Sarmat en cantidades suficientes según lo previsto, Rusia tendrá que retirar los R-36M2 restantes con solo un reemplazo parcial de misiles pesados, lo que reducirá el número total de ojivas basadas en silos.
Estados Unidos, en cambio, se encuentra en las primeras etapas de la sustitución de sus misiles balísticos intercontinentales Minuteman III por el nuevo sistema LGM-35 Sentinel. Está previsto que Sentinel entre en servicio a finales de la década de 2020, aunque los sobrecostes y los retrasos en el programa han planteado la posibilidad de que el Minuteman III deba permanecer en servicio hasta la década de 2040.
El lanzamiento fallido en Yasny, por lo tanto, tiene implicaciones que van más allá de la investigación técnica inmediata. Pone de relieve hasta qué punto el proyecto de modernización estratégica más ambicioso de Rusia sigue dependiendo de una base industrial con dificultades para suministrar complejos sistemas de combustible líquido, e ilustra el escaso secretismo que existe ahora en torno a estas pruebas.
Las grabaciones de los residentes locales grabadas con smartphones, combinadas con imágenes de satélite comerciales y análisis especializados, han convertido lo que antes habría sido un incidente cerrado en un asunto de dominio público.
Dylan Malyasov


