Las Fuerzas Aéreas estadounidenses dicen adiós al B-1B Lancer.
A medida que las Fuerzas Aéreas estadounidenses se centran en la lucha contra espacios aéreos disputados, las características de sigilo medio del B-1B Lancer lo hacen menos adecuado para los conflictos modernos entre pares.
Tras décadas de servicio supersónico de largo alcance, el B-1B Lancer está destinado a la jubilación. A pesar de seguir siendo un bombardero de penetración profunda relativamente eficaz, el B-1B tiene los días contados. Los principales factores que explican la jubilación del avión son una combinación de edad, coste, redundancia de la misión y el giro estratégico de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos hacia entornos de amenazas futuras, es decir, espacio aéreo disputado contra adversarios cercanos, lo que normalmente exige mejores características de sigilo.
El B-1B es una reliquia de la Guerra Fría
Tras un inicio políticamente tumultuoso, el B-1B entró en servicio en la década de 1980, con la excusa de sustituir al B-52 Stratofortress, de treinta años de antigüedad. Ahora se prevé que el B-52 siga en servicio hasta la década de 2050, mucho más allá de la vida útil del B-1B.
El B-1B fue diseñado para contrarrestar las defensas aéreas soviéticas mediante la penetración a alta velocidad y bajo nivel del espacio aéreo enemigo, junto con la capacidad de transportar una gran carga convencional. Aunque el B-1B se configuró originalmente para misiones nucleares, el avión se reconvirtió finalmente a una configuración estrictamente convencional en la década de 1990, tras la firma de tratados de control de armamento entre Estados Unidos y Rusia. En la era posterior al 11-S, el B-1B se convirtió en el bombardero estratégico de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, realizando miles de salidas sobre Irak y Afganistán. Se dependía en gran medida del B-1B debido a su capacidad para transportar munición pesada y permanecer en el aire durante largos periodos de tiempo.
Sin embargo, el apogeo del B-1B ha llegado a su fin; el avión se ha vuelto cada vez más caro y difícil de mantener. De los 100 B-1B construidos originalmente, quedan menos de 60 en servicio, muchos de ellos en mal estado. Toda la flota ha sido llevada más allá de los parámetros para los que los aviones fueron diseñados originalmente. Décadas de guerras eternas, especialmente en climas desérticos, han provocado una importante fatiga estructural en la flota de B-1B, que ha soportado operaciones de combate sostenidas a altas velocidades y bajas altitudes.
Además, el característico diseño de ala oscilante del B-1B es un sistema mecánico complejo, que agrava aún más la carga de mantenimiento del avión, convirtiendo al B-1B en uno de los aviones más laboriosos y caros del inventario de las Fuerzas Aéreas estadounidenses. El resultado ha sido un descenso constante de los índices de preparación para misiones; los informes indican que menos de la mitad de la flota de B-1B está lista para misiones en un momento dado.
El B-21 Lancer de la Fuerza Aérea puede hacer lo que el B-1B no puede.
Estratégicamente, el B-1B ya no es la opción óptima para la Fuerza Aérea estadounidense. A medida que Estados Unidos pasa de conflictos en espacios aéreos permisivos, como Irak y Afganistán, a conflictos en espacios aéreos disputados como China y Rusia, cuyos sistemas de defensa antiaérea se han vuelto más sofisticados, el B-1 B no será suficiente para penetrar las defensas antiaéreas cercanas.
Está previsto que este avión sea sustituido por el B-21 Raider, diseñado explícitamente para penetrar en este tipo de espacios aéreos, incluso cuando existan sofisticadas medidas de detección. El abandono del B-1B representa un cambio significativo en la filosofía estratégica de Estados Unidos, que pasa de la velocidad y la potencia al sigilo.
El B-1B fue un avión eficaz para Estados Unidos durante su momento unipolar. Sin embargo, frente a unos pares en alza con modernos sistemas de defensa, el B-1B se ha quedado anticuado.
Harrison Kass
Una preciosidad de avion..una pena.EL B52 nos va a enterrar a todos (no por sus bombas,si no por edad).
Lo echarán de menos pero es cierto que sus maltratadas células estructurales no dan para mas.
Un B-1 no podrá hacer lo que un B-21, pero tampoco veo a los nuevos y sofisticados B-21 combatiendo al nivel que se les ha exigido a los Lancer.
Coincido en lo de precioso avión, una lástima, siempre creo que se puede modernizar o usar en otras tareas…
Que se lo alquilen a la India, que busca bombarderos de largo alcance, en lugar del Tu 160
Un magnifico avion que no se merece este final.
Me da mucho pena, siempre fue «el patito feo» teniendo unas características muy buenas. Es cierto que este tipo de aviones hoy en día es muy complejo de utilizar salvo plataforma de misiles… y para eso el coste de hora de vuelo te la puede hacer un B-52 con más capacidad de carga. Y los furtivos jugando en otra línea.
Es curioso, pero no hace mucho he leído un artículo sobre nuevos pilones subalares del B-1 para misiles de crucero.
parece que el amor eterno e incondicional también existe en la milicia y a lo que me refiero es la vigencia a toda costa del b 52 un avión que actualmente como bombardero no tiene posibilidad de sobrevivir fue un gran avión pero ya fue hay que dejarlo ir con nostalgia como un viejo amor
Ningún otro avión con alas de geometría variable ha sido construido desde hace casi 30 años. El último fue el Tu-160, cuya producción, retomada en 2021, lo convierte en un caso único. Para otros fabricantes o países las ventajas de las alas de geometría variable no compensan sus desventajas: excesivo peso, una gran sección radar, un mantenimiento complejo y muy caro, mecanismos alares internos que reducen la capacidad de combustible y el hecho de que la posición de las alas revela a cualquier avión adversario la energía cinética y otros datos comprometedores relacionados con la maniobrabilidad en un combate aéreo.