Rusia recibe nuevos aviones de combate multifunción Su-35S a pesar de las sanciones occidentales.
United Aircraft Corporation (UAC), actor clave en el sector de la aviación de defensa rusa, dependiente del conglomerado estatal Rostec, ha entregado un nuevo lote de cazas multifunción Su-35S al Ministerio de Defensa ruso, según ha informado la agencia rusa de noticias TASS.
Estas aeronaves, pertenecientes a la generación 4++, siguen produciéndose y desplegándose a pesar de las sanciones occidentales vigentes. Con aviónica de vanguardia, maniobrabilidad superior y capacidad de ataque a distancia, el Su-35S desempeña un papel fundamental en la estrategia de poder aéreo de Rusia en Ucrania.
Esta última entrega plantea interrogantes cruciales sobre la sostenibilidad de la industria de defensa rusa en un contexto de aislamiento económico y tecnológico.
El Su-35 S, conocido por la OTAN como Flanker-E+, es una evolución altamente modernizada del fuselaje del Su-27, que incorpora tecnologías de quinta generación y conserva la clasificación 4++. Incorpora un potente radar pasivo de matriz en fase capaz de rastrear y atacar múltiples objetivos simultáneamente, motores de encendido por plasma con vectorización de empuje para una supermaniobrabilidad, y un fuselaje rediseñado sin canards delanteros ni flaps de freno.
En su lugar, el avión utiliza deflexión diferencial del timón para frenar al aterrizar. Está equipado para transportar una amplia gama de municiones aire-aire y aire-tierra, y sus motores permiten el vuelo supersónico sin postcombustión, lo que lo sitúa tecnológicamente cerca de los aviones furtivos en cuanto a rendimiento cinemático.
Concebido originalmente a principios de la década de 2000 como una actualización a fondo del Su-27, el Su-35S se sometió a un extenso desarrollo antes de entrar en servicio a mediados de la década de 2010.
Con el tiempo, se ha convertido en la plataforma operativa más avanzada de la flota táctica de la Fuerza Aérea Rusa, precediendo al aún limitado Su-57. El avión ha tenido un uso extensivo en Siria y, más recientemente, en Ucrania, donde se le ha encomendado mantener la superioridad aérea, escoltar misiones de bombardeo y ataque, y lanzar municiones de precisión a distancia.
La producción en serie sigue centralizada en la Planta de Aeronaves de Komsomolsk-on-Amur, una subsidiaria de la UAC, donde se han mantenido los plazos de producción a pesar de las sanciones y las limitaciones de recursos.
Lo que distingue al Su-35S de otros cazas de cuarta generación o superiores, como el Eurofighter Typhoon o el F-15 EX, es su combinación de alta maniobrabilidad, cobertura radar avanzada y rendimiento de motor sin postcombustión. A diferencia de sus homólogos occidentales, el Su-35S prioriza menos el sigilo y más la supermaniobrabilidad y el ataque cinético.
En comparación con los J-11D o J-16 chinos, que se basan en una herencia de fuselaje similar, el Su-35S se beneficia de una aviónica y una propulsión más refinadas. Sin embargo, su capacidad de supervivencia en el campo de batalla se ha puesto en duda frente a los SAM avanzados como el Patriot o el NASAMS en Ucrania.
La entrega continua del Su-35S en medio del conflicto activo en Ucrania subraya su importancia estratégica. Militarmente, refuerza la capacidad de Rusia para controlar el espacio aéreo en zonas en disputa y proteger los corredores de bombarderos utilizados para el lanzamiento de misiles de crucero de largo alcance.
Geoestratégicamente, el Su-35S representa un producto de exportación clave, anteriormente vendido a China y Egipto, aunque los nuevos contratos se han ralentizado debido a las sanciones sobre aviónica y componentes de motores. A nivel nacional, ayuda a mantener el impulso industrial del sector de la aviación ruso y a preservar la mano de obra altamente cualificada en centros de fabricación de defensa como Komsomolsk.
El programa Su-35S se financia a través del Programa Estatal de Armamento de Rusia, que mantiene un proceso estable de adquisición de aviones de combate de primera línea. Si bien los costes unitarios exactos son confidenciales, se estima que el avión costará entre 40 y 45 millones de dólares por unidad.
El último contrato de exportación conocido fue con Egipto, aunque la entrega es incierta. Mientras tanto, los pedidos nacionales rusos se mantienen estables. Rostec confirmó sus planes de aumentar la eficiencia de producción en un 30 % para 2030, con el objetivo de superar las cifras de producción anual anteriores a pesar de las restricciones impuestas por las prohibiciones a la tecnología extranjera.
En Ucrania, el Su-35S ha demostrado ser crucial para la adaptación de Rusia a entornos de defensa aérea de alta intensidad. Se despliega para superioridad aérea, patrullas de largo alcance, lanzamientos de misiles de precisión a distancia y escolta de aviones de ataque Su-34 o Su-25.
El uso de misiles aire-aire de largo alcance, como el R-37M, le permite atacar aeronaves ucranianas desde una gran profundidad del espacio aéreo controlado por Rusia. Sin embargo, los enfrentamientos directos aire-aire son poco frecuentes, y la plataforma se utiliza con cautela debido a la persistente amenaza de los sistemas móviles de misiles tierra-aire operados por Ucrania. A pesar de estas limitaciones, el Su-35S continúa desempeñando misiones esenciales en la campaña aérea rusa.
La entrega de un nuevo lote de cazas Su-35S confirma la resiliencia del complejo militar-industrial ruso, en particular en el sector aeroespacial. Incluso bajo sanciones y restricciones a la exportación, United Aircraft Corporation mantiene la producción en serie de uno de los cazas no furtivos más capaces en servicio actualmente.
Para la Fuerza Aérea Rusa, el Su-35S no es simplemente un sistema de armas, sino un símbolo de su continua ambición estratégica en el ámbito aéreo, diseñado para impedir el dominio del espacio aéreo de los adversarios, garantizar la capacidad de ataque a distancia y proyectar una disuasión aeroespacial creíble en toda Eurasia.
Rudis04
Un nuevo lote, ¿ dos unidades?
Estas notas rusas son mayormente publicitarias, su finalidad es entregar un cierto grado de normalidad y que las sanciones no les afectan.
Pues bien, conseguir partes occidentales mediante terceros y comprar el resto en China, cuanto mucho servirá, para construir una o dos decenas por año, mientras que el precio por unidad, ya no son alrededor de 61 millones de dólares, sino que al menos un 20% más, o sea, 73 millones de dólares. Los podrán vender más baratos y con cuantiosas pérdidas, si el estado ruso subvenciona los costes de producción.
Hasta junio de 2025, se han construido y entregado al menos 130 a 140 unidades del Su-35S, sumando las destinadas a la Fuerza Aeroespacial Rusa y las exportaciones confirmadas.
Entre las entregas de exportación tenemos:
– 24 unidades entregadas a China
– De las 26 unidades que había encargado Egipto en el 2018, ninguna unidad fue entregada y El Cairo cancelo el contrato.
– 5 unidades, originalmente fabricados para Egipto, terminaron en Argelia.
– 21 unidades restantes, de las encargadas por Egipto, supuestamente deberían ser entregas a Irán, pero hasta el día de hoy ninguna sola unidad fue entregada.
Por lo tanto, se puede calcular que, desde que se inició la fabricación del Su-35S en el 2010, se han entregado entre 120 y 128 unidades en total.
Mas impresionante que un arma rusa son sus especificaciones. Si bombardearan a sus enemigos con las especificaciones de sus armas, se rendirian en masa.
Señores, que todos debemos o deberiamos saber que el primer caido en combate entre dos «enemigos» es la verdad, asi que tenemos a la OTAN y sus aliados, que, tienen un interés económico y político en promover su propia industria armamentística. Si logran pintar al equipo militar de Rusia, incluido el SU-35S, como ineficaz o obsoleto, estarán promoviendo sus propios productos y generando miedo en países no alineados que podrían estar considerando unirse a la OTAN o adquirir sus armas. Además, también buscan desmoralizar al enemigo y mostrar a la opinión pública que sus propios sistemas de defensa son invencibles. Al final, el miedo genera ventas, y las armas son, en muchos casos, uno de los negocios más lucrativos del mundo.
Por el otro lado, Rusia y sus aliados están jugando una partida completamente diferente. En un conflicto tan polarizado, necesitan demostrar a sus ciudadanos y a sus aliados internacionales que son capaces de defenderse de la OTAN. Exagerar las capacidades del SU-35S y otros sistemas avanzados es parte de ese mensaje. Si logran que otras naciones no alineadas o con dudas sobre Rusia crean que tienen fuerzas militares de alta tecnología, pueden evitar que estos países se alineen con Occidente, además de mantener el sentimiento nacionalista alto y justificar la continuación de la guerra. También, al mantener la imagen de que sus armas son efectivas, intentan evitar el colapso de su moral interna y fortalecer su legitimidad en el frente internacional.
Si son otra vez el lote de 2 unidades. Los pierden mas rapido q reponen
Buff, esta noticia ya de por sí justifica que subamos el gasto no a un 5%, un 7 diría yo desde 2026. Visualizo ya el Kusnetzov tomando Lisboa.
Curiosamente aún se fabrican y se venden más aviones Su-35S que Su-57, lo que deja muy mal parado a este último.