Un Mirage 2000 ucraniano muestra marcas de derribo de misiles de crucero rusos.
Un avión Mirage 2000-5F de fabricación francesa de la Fuerza Aérea Ucraniana (UKrAF) fue avistado con marcas de derribo que se asemejan a las del misil de crucero lanzado desde el aire (ALCM) de largo alcance ruso Kh-101 (X-101) en un video promocional del caza, fechado el 17 de noviembre de 2025. Se cree que Ucrania opera actualmente seis de estos aviones, transferidos por Francia a principios de este año.
Seis siluetas de misiles son visibles bajo la barandilla de la cabina, en el lado izquierdo del avión. El vídeo también muestra la aeronave portando un misil aire-aire de corto alcance R550 Magic Matra en cada ala, junto con dos depósitos de combustible externos, y el ataque a un objetivo en condiciones de baja visibilidad.
No está claro si el objetivo era un Kh-101 —del cual han aparecido versiones en los últimos dos años con ojivas dobles/penetrantes y que lanza bengalas/señuelos para engañar a los misiles de defensa aérea— o un dron kamikaze ruso Geran-2 tipo Shahed. Asimismo, se desconoce cuándo tuvo lugar el enfrentamiento.
No se puede negar el uso de los Mirage 2000 para interceptar misiles de crucero, ya que la Fuerza Aérea publicó un video de la interceptación de dichas armas poco después de la entrega del caza francés.
Asimismo, en septiembre, la Fuerza Aérea hizo público el ataque de sus F-16 contra objetivos aéreos rusos con misiles aire-aire de corto alcance AIM-9M Sidewinder, con imágenes grabadas desde el interior de los propios F-16 y grabaciones de la pantalla HUD (Head-Up Display) que mostraban el impacto del AIM-9 en el objetivo.
En el pasado, el ejército ucraniano ha identificado oficialmente en infografías al Kh-101 como uno de los objetivos derribados, y tanto los diseños en estas ilustraciones como las marcas de destrucción apuntan al Kh-101, el principal misil de crucero de ataque ruso.
La firma por parte de Ucrania de una carta de intenciones con Francia para el posible suministro de hasta 100 Rafales, baterías de misiles tierra-aire SAMP/T, más misiles SCALP, bombas guiadas AASM Hammer y Gripens procedentes de Suecia, indica cómo el país se está preparando para rearmar y reconstruir sus fuerzas armadas a medida que avanza el conflicto.
Ni Rusia ni Ucrania lograron la superioridad aérea, pero, con un elevado número de sistemas modernos, es probable que la guerra aérea se incline a favor de Kiev en los próximos años, suponiendo que el conflicto se prolongue. Ese resultado dependerá de una serie de factores diplomáticos inevitables, mientras la comunidad internacional presiona para poner fin a la guerra.
Misiles de largo alcance rusos
Es improbable que los F-16 y los Mirage se utilicen para atacar objetivos más lentos y sencillos como los UAV, dadas las lecciones aprendidas durante dos años con los ataques a distancia rusos, cuyo objetivo era agotar las defensas antiaéreas occidentales de Ucrania, y la experiencia con los hutíes e Irán. Actualmente, los drones son interceptados por helicópteros con ametralladoras montadas en las puertas y defensas antiaéreas terrestres con ametralladoras convencionales.
Los propios drones propulsados por hélice tampoco proporcionarían una señal térmica útil para los buscadores infrarrojos del AIM-9 y el R550.
Rusia lleva a cabo periódicamente ataques coordinados y masivos con misiles de crucero lanzados desde submarinos (ALCM), misiles Iskander, Geran-2 y misiles Kalibr 3M54-1 lanzados desde el mar a lo largo de todo el frente. Estos ataques incluyen objetivos tanto en el interior de ciudades y pueblos ucranianos como en el extremo occidental del país. El Ministerio de Defensa ruso suele describir estos objetivos como ubicaciones «civiles-militares» que respaldan los objetivos declarados de Moscú de «desmilitarización» de Ucrania.
Los Tu-160, Tu-22M3 y Tu-95 rusos pueden transportar el Kh-101, equivalente ruso del AGM-158 JASSM estadounidense, o del Storm Shadow/SCALP-EG británico/francés. Estos misiles no se lanzan de forma individual, sino que se sincronizan en gran medida con los Geran, Iskander y Kalibr del Mar Negro, superando la capacidad de planificación de mando y control ucraniana a lo largo de los 600 km del frente.
Derribos contra reservas
El aumento de los derribos, al publicar los vídeos de los F-16 en septiembre, no supone ninguna diferencia para un observador atento de las tácticas militares. Casi todas las armas utilizadas para derribarlos proceden de los arsenales de Estados Unidos y países europeos.
La Fuerza Aérea Ucraniana (UKrAF) declaró el 20 de septiembre que el «ataque combinado masivo» de Rusia afectó a «619 objetivos aéreos», incluyendo 579 drones de ataque Shahed y señuelos; 8 misiles balísticos Iskander-M/KN-23; y 32 misiles de crucero Kh-101. De estos, los ucranianos derribaron 583, incluyendo 552 drones/señuelos Shahed; 2 Iskander-M (o posiblemente un KN-23 norcoreano); y 29 Kh-101.
Rusia aprovecha los retrasos en el reabastecimiento, derivados de obstáculos diplomáticos, para obtener ventajas estratégicas en el campo de batalla, aunque a veces a un alto y doloroso coste táctico. Esto representa un choque fundamental entre las doctrinas militares occidentales y orientales, que contrapone las operaciones militares rápidas y de alta intensidad a las guerras prolongadas y sostenidas.
En cuanto a los Mirage 2000 que interceptan misiles rusos, estos podrían estar entre los 14 de los 19 que, según el presidente Volodímir Zelenski, fueron derribados por las fuerzas armadas ucranianas el 14 de noviembre mientras atacaban «zonas residenciales de Kiev e infraestructura energética». Teniendo en cuenta dos informes occidentales publicados este año sobre el alarmante ritmo al que se están agotando las reservas de misiles antiaéreos, cualquier otro informe similar en el futuro, especialmente tras una serie de ataques a distancia rusos, indicará la dirección que tomará esta situación.
Parth Satam


