Un solo ataque ucraniano puede haber neutralizado tres obuses M1989 Koksan norcoreanos en Rusia.
Un video publicado recientemente por el 14.º Regimiento Independiente de Drones de Ucrania muestra el impacto de tres piezas de artillería autopropulsadas Koksan M1989 de fabricación norcoreana en la región rusa de Kursk.
El ataque inutilizó estos sistemas, entregados últimamente a Moscú por Pyongyang. El ataque se llevó a cabo con munición de precisión, aunque el tipo exacto aún no se ha confirmado. Algunos informes sugieren el uso de sistemas HIMARS armados con cohetes de racimo M30, mientras que otros indican artillería de cohetes convencional dirigida por drones de reconocimiento.
Si bien las imágenes disponibles confirman que los Koksans sufrieron graves daños, aún está pendiente una evaluación completa de su destrucción o la magnitud de los daños.
Las piezas de artillería estaban ocultas en una zona boscosa y equipadas con rejillas protectoras improvisadas para mitigar el impacto de los drones kamikaze FPV. A pesar de estas contramedidas, los operadores ucranianos identificaron sus posiciones y dirigieron ataques con municiones de fragmentación y racimo para maximizar el impacto.
Este es el segundo caso confirmado de neutralización de un Koksan desde el inicio de la invasión a gran escala, tras la destrucción de otra unidad en febrero de 2025 en Luhansk por el 412.º Regimiento Independiente de Drones Némesis.
El M1989 Koksan es un sistema de artillería autopropulsada norcoreano equipado con un cañón de 170 mm diseñado para ataques de largo alcance. Sucesor del M1978, tiene un alcance de hasta 40 kilómetros con proyectiles explosivos convencionales y de hasta 60 kilómetros con proyectiles asistidos por cohetes, lo que lo convierte en uno de los sistemas de artillería tubular de mayor alcance de su tipo.
Cuenta con un mecanismo de cierre de tornillo y una bandeja de carga asistida, lo que permite una cadencia de disparo de aproximadamente dos disparos por minuto, aunque su almacenamiento interno de 12 disparos limita el fuego sostenido sin reabastecimiento.
Montado sobre un chasis de tractor de artillería soviético ATS-59 modificado, el M1989 Koksan ofrece mayor movilidad que su predecesor, pero mantiene su peso de 40 toneladas. Puede alcanzar una velocidad máxima de 50 km/h y está equipado con un sistema de suspensión de orugas que le permite operar en terrenos irregulares, aunque su maniobrabilidad sigue siendo limitada en comparación con sistemas de artillería más ligeros.

Al carecer de un blindaje significativo, depende de su largo alcance de tiro para evitar enfrentamientos directos. Algunas variantes están equipadas con sistemas portátiles de defensa aérea (MANPADS) para una protección mínima contra amenazas aéreas. Originalmente diseñado para atacar Seúl desde el otro lado de la Zona Desmilitarizada, ahora es utilizado por las fuerzas rusas en Ucrania para compensar las pérdidas de artillería pesada.
Según Forbes, el ataque pudo haber involucrado un dron de reconocimiento ucraniano que detectó los Koksan M1989 ocultos en el bosque. Se cree que la unidad ucraniana coordinó un ataque utilizando un sistema HIMARS, lanzando un cohete de racimo M30. Según se informa, la ojiva dispersó cientos de submuniciones sobre los objetivos, causando daños significativos a las piezas de artillería y a sus tripulaciones.
La magnitud de las pérdidas sigue siendo incierta, pero el ataque forma parte de una serie más amplia de ataques ucranianos contra equipos suministrados por Corea del Norte y utilizados por las fuerzas rusas. Durante meses, Pyongyang ha brindado apoyo militar a Moscú, incluyendo misiles M1989 Koksan, sistemas de misiles antitanque Bulsae-4, lanzacohetes múltiples y sistemas de defensa aérea.
Antes de este ataque, las fuerzas ucranianas ya habían neutralizado otro M1989 Koksan, así como un sistema de defensa aérea norcoreano, que, según se informa, fue destruido por error por un operador de drones ruso.
Los enfrentamientos en la región de Kursk se han intensificado en las últimas semanas. Hasta hace poco, las fuerzas ucranianas controlaban un saliente de 630 kilómetros cuadrados en la zona, antes de ser repelidas por una combinación de ataques con drones rusos y una ofensiva terrestre con tropas norcoreanas. El «Centro Rubicon para Sistemas No Tripulados Avanzados» ruso, una unidad de élite de guerra con drones, supuestamente desempeñó un papel clave en la contraofensiva al atacar las líneas de suministro ucranianas con ataques de precisión con drones.
Ante esta presión, las fuerzas ucranianas se retiraron, dejando atrás parte del equipo pesado.
A pesar de esta retirada, las fuerzas ucranianas siguen atacando posiciones rusas y norcoreanas en la zona. La destrucción de los sistemas de artillería Koksan pone de manifiesto la continua concentración de Ucrania en activos militares estratégicos. Sin embargo, según informes, Corea del Norte aún mantiene importantes arsenales, incluyendo varios cientos de sistemas Koksan M1989 adicionales, lo que sugiere que el apoyo militar de Pyongyang a Moscú podría continuar.
En este contexto, la ayuda militar occidental sigue siendo un factor crucial en la estrategia de Ucrania. El gobierno estadounidense, bajo la presidencia de Donald Trump, suspendió temporalmente parte de su asistencia militar e intercambio de inteligencia con Kiev, posteriormente continuada, lo que pone en peligro el suministro de cohetes M30 para los sistemas HIMARS. Esta decisión forma parte de un esfuerzo político más amplio para impulsar negociaciones de alto el fuego favorable a Moscú, lo que podría conducir al reconocimiento de facto de los territorios ocupados por Rusia en Ucrania.
Rudis04


