Arabia Saudita genera un nuevo debate en la coalición gobernante de Alemania.
La coalición del gobierno de Alemania está dividida sobre el tema del levantamiento del embargo de armas a Arabia Saudita, lo que impide que BAE Systems firme el contrato Al Salam 2, largamente retrasado, para suministrar 48 o 72 Typhoon adicionales a la Real Fuerza Aérea de Arabia Saudita.
Sobre la base de un Memorando de Intención firmado el 9 de marzo de 2018, BAE Systems está negociando incansablemente un contrato (cuyo nombre en código es Al Salam 2) para la adquisición por parte de Riyadh de 48 Typhoon adicionales (o posiblemente 72), que podrían ensamblarse en Arabia Saudí a partir de kits desmontados y con una fuerte dosis de asistencia técnica, como los tres contratos anteriores: Al Yamamah I en 1985 (48 Tornados IDS, 24 ADS), Al Yamamah II en 1993 (48 Tornado IDS) y Al Salam I en 2007 (48 Typhoon Tranche 2, 24 Tranche 3A).
Al igual que en 1985, 1993 y 2007, el camino hacia Al Salam II no ha sido fácil ni directo para el equipo británico. Las discusiones se vieron obstaculizadas primero por una decisión negativa (en junio de 2019) del Tribunal de Apelaciones británico, que fue reemplazada el 7 de julio de 2020 por una decisión del Gobierno, luego por el embargo alemán sobre las exportaciones de armas a Arabia Saudita. Alemania puede vetar esas exportaciones porque produce parte de cada Eurofighter, y decretó el embargo primero en 2015 por la participación saudí en la guerra de Yemen, y luego en noviembre de 2018, tras el asesinato del ciudadano estadounidense-saudí Jamal Khashoggi. en el Consulado de Arabia Saudita en Estambul.
La insistencia de BAE Systems, apoyada por el gobierno británico (y sin duda también por los gobiernos italiano y español) para que Alemania levante este gran obstáculo, ha sido la chispa que incendia los círculos políticos de Berlín.
Nuevamente, el escenario político se divide en dos campos distintos:
— Por un lado, el grupo reunido en torno a las cancillerías de Hacienda y Defensa. Este bloque, representado por el trío Scholz/Lindner/Pistorius, es partidario de resolver el problema levantando el embargo y permitiendo la venta, por la misma razón mencionada en otros programas de exportación o cooperativos: la confiabilidad de Alemania como socio. Este bloque también sostiene que desbloquear esta venta desbloqueará todas las demás ventas pendientes, a los Emiratos Árabes Unidos, Qatar y otros. También liberaría el camino de muchas otras ventas, a la India, Indonesia y otros países.
— Por otro lado, el ala izquierda del SPD y los Verdes todavía están enfocados en los países del Golfo, creyendo que, incluso si sus “aventuras” externas en Yemen, en Libia, en Somalia o en Etiopía, son suspendidas o terminados, la naturaleza misma de sus regímenes los descalifica para recibir armas o equipo militar alemán. Más allá de este caso, al igual que sus oponentes, consideran que esa es la forma de cortar el nudo gordiano de una vez por todas. Para ellos, se trata de limitar seriamente la liberalización de las exportaciones tal como lo planteó -sin que nadie lo desmienta- Pistorius durante su viaje a Asia (Singapur, Indonesia e India). Finalmente, señalan la negativa moralmente indefendible de enviar Typhoons a Ucrania mientras aceptan suministrarlos a Arabia Saudita.
Este asunto llega en un momento clave en la programación de grandes doctrinas por parte del gobierno de coalición alemán: entre la estrategia de seguridad nacional cuyos términos confusos y contradictorios no han ayudado mucho a la solución de tensiones, y la próxima publicación de las leyes de exportación, probablemente en el otoño, con un debate en el Bundestag.
Alistair Davidson
a Alemania le pesa una losa enorme sus dos guerras mundiales, sobre todo la segunda, difícilmente prosperarán como potencia militar con tanto complejo… al final entre rusos y chinos se los comen… esto es extrapolable a toda la UE, que sigue viviendo en el mundo multicolor y de ponis rosas.
Este es un problema en Alemania en el que confluyen dos fuerzas: la energía de un país industrial y capitalista típico, junto con la esencia moralista de gobernantes que cargan el peso de la historia, pues son el reflejo de pensamientos y tendencias reales dentro del país. Estas fuerzas, por supuesto, son antagónicas y en determinadas ocasiones, pueden ser de suma cero, como en este caso. Alemania debe sincerarse respecto de su producción militar. Todas las armas son para producir muertes, el efecto final es el mismo: la muerte de seres humanos y la destrucción de bienes. La moral no juega en este negocio, que es enormemente beneficioso industrialmente y que se refleja en el nivel de vida de los propios alemanes, pero cuyo fin es sabido de antemano.
(2): Las armas -cualquiera- es por el momento lo único que asegura la defensa frente a un antagonista, pero si se intetviene en un gruoo cuyas ventas exceden las necesidades propiad, es necesario tener en claro el fin que se persigue. Bajo esta indefinición, Alemania no debería integrar grupos industriales de producción de armamentos, porque perjudica al grupo que integra -sea cual fuere-. Debe existir un sinceramiento político previo. Arabia Saudita, como cualquier otro lo haría, ante las dificultades va a recurrir a otros proveedores -que existen- y Eurofighter perderá una vez más, una importante venta.
(3): En esta suerte de indefinición política en que los objetivos industriales (la base de la economía alemana) son interferidos por concepciones morales (respecto de la exportación de las armas), los propios alemanes -ni el resto de los socios- no recibirán el beneficio propuesto para el que la nación decidió en su momento invertir en el grupo Eurofighter. Más aún, interrumpiendo la venta de un socio que no es Alemania. Si Alemania decidiera no vender por su parte a determinado país por razones moralistas sería del todo correcto. Pero obstaculizar la venta de terceros no pareciera ser justo con el grupo que integra.
Alemania podría dejar que se venda y renunciar a participar en el contrato en la medida que sea posible. Buenas noticias para China y su avión J-10
Si no logra la venta de Typhoon, AS irá por otro caza. Seguramente se quedará con quien le ofrezca las mejores condiciones de transferencia tecnológica, es lo que está buscando hace tiempo. El F-35 tiene un nivel muy alto para ello, además que el congreso de EEUU no va a permitir la venta de ese avión a AS. Pasarse a China es una temeridad en las condiciones actuales de la política mundial. El principe heredero saudí (gobernante real) es astuto (además de otras características), puede perder más que ganar. Sólo queda el Rafale. Es el mayor candidato si fracasa lo del Typhoon. Pero me juego a que van a encontrar la salida. AS es un socio potencial en GCAP y aquí se sentarían las bases de una futura inclusión. Tendrá algo que ver SCAF?