Argentina solicita un préstamo garantizado por Francia para adquirir tres submarinos Scorpène.

Ocho años después de la pérdida del ARA San Juan, Argentina ha tomado una decisión política: su presidente Javier Milei quiere tres submarinos franceses Scorpène, derivados del modelo brasileño Riachuelo y modernizados al estándar Scorpène Evolved. Pero el proyecto sigue estancado en el punto crucial: el dinero.

En una entrevista con el medio Infobae, Laurent Mourre, director de ventas de Naval Group, resumió la situación: «Lo que puedo confirmar es que el gobierno argentino quiere comprar submarinos». Buenos Aires ha asignado 2.310 millones de dólares (2.000 millones de euros) en su presupuesto de 2025 para «recuperar la capacidad submarina», pero no puede pagar en efectivo.

La financiación consiste en un crédito a la exportación, respaldado por bancos y una garantía francesa. «Generalmente, el Estado proporciona una garantía, que ya viene con ciertas condiciones: no es un cheque en blanco», señaló Mourre, en un país donde el gasto público sigue siendo muy sensible.

Reconstruyendo el poder submarino de Argentina

Desde 2017, la Armada de la República Argentina no cuenta con submarinos operativos; el ARA Salta se utiliza principalmente para entrenamiento, mientras que las tripulaciones se entrenan en Perú para mantener sus habilidades. Una versión del Scorpène Evolved, con baterías de iones de litio, mayor autonomía y capacidad para permanecer en el mar durante más de 70 días, restauraría una presencia creíble para Buenos Aires en el Atlántico Sur, combatiendo la pesca ilegal, protegiendo su Zona Económica Exclusiva (ZEE) y las tensiones recurrentes en torno a las Islas Malvinas.

Queda por deliberar una decisión industrial crucial: construir las tres unidades en Francia, concentrando el valor local en mantenimiento, paradas técnicas y capacitación; o reinvertir masivamente en los astilleros de Tandanor para recrear un sector submarino a lo largo de una década, replicando parcialmente la experiencia brasileña en Itaguaí. En este contexto, Laurent Mourre advierte: «Este es un tema muy delicado en Argentina, porque es un país que se está recuperando gradualmente… la situación económica está mejorando», pero cada peso de la inversión será analizado con lupa.

Permaneciendo dentro del ámbito de los submarinos convencionales

Esta saga argentina forma parte de una situación mixta para Naval Group. En Polonia, la compañía francesa vio cómo su submarino Scorpène era rechazado en favor del sueco A26 Blekinge para el programa Orka, ya que Varsovia prefería un «bloque báltico» con Estocolmo, un calendario más ajustado y una mayor integración industrial en los astilleros locales.

A esto se suman las recientes pérdidas en Canadá y Noruega, donde la alemana TKMS, la surcoreana Hanwha Ocean y la británica BAE Systems se impusieron en los mercados de submarinos y fragatas.

Por otro lado, los Países Bajos actúan como un colchón estratégico para el grupo. La Haya seleccionó a Naval Group en 2024 para reemplazar sus submarinos de la clase Walrus por cuatro submarinos de la clase Barracuda, decisión confirmada con la firma de un contrato el otoño siguiente. El programa incluye acuerdos clave con la industria neerlandesa, desde Nevesbu hasta RH Marine, para el diseño de subsistemas complejos y la automatización de plataformas.

En este contexto, Argentina no es simplemente una perspectiva lejana, sino una prueba. Una prueba de la capacidad de París para aprovechar sus herramientas de crédito a la exportación y transformar una preferencia política en un contrato firme. Una prueba, también, de la capacidad de Naval Group para capitalizar su victoria holandesa y mantenerse como un actor clave en la geopolítica de los submarinos convencionales, desde el Báltico hasta el Atlántico Sur. Si la financiación no se materializa, el acuerdo quedará… bajo el agua.

Pierre Sauveton

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Guía y normas de participación en la web de Galaxia Militar.

Todos los comentarios deben estar relacionados con los artículos que se publican o han sido publicados en la web.

Esta web es de temática militar y no se publicarán comentarios de contenido político, o que no estén relacionados con los temas tratados.

Deben respetar las opiniones del resto de lectores, además de estar dentro de los parámetros del decoro y el respeto, sin insultos ni otras actitudes fuera de tono.

No se publicarán los comentarios que venga escritos en letras mayúsculas.

Los comentarios publicados son las opiniones de los propios lectores y Galaxia Militar no respalda ninguno de los comentarios de los lectores.

Revise su ortografía: Si bien las redes sociales suelen ser un entorno natural y distendido, es recomendable hacer un uso correcto de las reglas gramaticales.

El equipo moderador de comentarios, entre otras medidas, podrá eliminar aquellos que no respeten estos requisitos, así como dejar de publicar a los usuarios que no sigan las citadas normas.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.