Aviones de combate: el programa Tempest sigue de actualidad

En diciembre de 2023, los gobiernos británico, italiano y japonés firmaron un acuerdo internacional por el que se creaba una Agencia para impulsar el desarrollo tecnológico e industrial del futuro avión de combate Tempest, en el marco del Programa Aéreo de Combate Global. El Salón Aeronáutico de Farnborough que se inaugura hoy, brindará la oportunidad de entrar en materia.

Más allá de los saludos y felicitaciones, la primera pregunta del primer ministro japonés, Fumio Kishida, a Keir Starmer, su recién nombrado homólogo británico, trataba sobre el futuro Programa Aéreo de Combate Global (GCAP), con el que ambos países, junto con Italia, están seriamente comprometidos. El pasado mes de diciembre se firmó oficialmente lo que el Ministerio de Asuntos Exteriores denomina un «tratado internacional», un acuerdo entre los tres países para crear una agencia que impulse el desarrollo tecnológico e industrial del futuro avión de combate Tempest.

La organización recibió el nombre de «GCAP International Government Organisation», que en pocas palabras significa: GIGO. Cuando se firmó el acuerdo, ya estaba decidido que la Agencia o GIGO tendría su sede en el Reino Unido y que su primer director general sería un ciudadano japonés.

Según se indica en el documento de 30 páginas, la entidad tendrá personalidad jurídica propia y estará bajo el control de un «Comité Directivo» formado por igual número de representantes de cada país.

Aunque en un principio estará compuesta por funcionarios proporcionados por los países socios, la GIGO podrá contratar personal privado y crear sucursales en los países socios. También negociará, celebrará y gestionará contratos con los fabricantes. El Salón Aeronáutico de Farnborough, que se celebra desde hoy hasta el 26 de julio, es sin duda la ocasión de anunciar el nombre del primer director general y de disponer de un programa más preciso. Según las últimas estimaciones, el lanzamiento de la fase de desarrollo del Tempest está previsto para 2025.

El objetivo es entregar el primer avión de combate «antes de 2035». James Cartlidge, ministro de Adquisiciones de Defensa del anterior Gobierno británico, recordó el pasado mes de febrero que era «militarmente crucial» que el caza Tempest se entregara antes de 2035 para sustituir a los Eurofighter Typhoon y a los Mitsubishi F-2. La retirada progresiva de estos últimos está prevista para 2035. Al parecer, Japón ha comprometido un presupuesto de 10.000 millones de euros para el Tempest, cinco veces más que Italia y el Reino Unido cada uno.

¿Y los drones de combate?

Se calcula que se necesitarán 4.000 millones de euros de aquí a 2027 para desarrollar las tecnologías integradas en el demostrador, y que habrá que invertir otros 8.000 millones de aquí a 2030. Por el momento, el componente de avión colaborativo de combate (CCA) o drones de combate sigue sin estar claro. Sin embargo, la DTIB británica ya ha trabajado en este campo, con un proyecto inicial de drones «alados» dirigido inicialmente por Spirit AeroSystems Belfast y Northrop Grumman UK, del que luego se hizo cargo BAE Systems.

La empresa está trabajando en dos conceptos. Uno es similar a un dron de ataque recuperable en paracaídas con una carga útil de 40 kg, mientras que el otro es un dron más grande pero recuperable que transporta 500 kg de carga militar interna (dos misiles aire-aire Meteor y cuatro misiles aire-superficie Spear-3). Este aparato de 3,5 toneladas puede alcanzar Mach 0,75 en condiciones de combate, con una autonomía de cinco horas a 40.000 pies (12.000 m).

Japón también cuenta con un primer dron alado, el TACOM de Subaru Corporation. Están previstas tres fases hasta 2025 para «las pruebas finales de un avión de combate capaz de controlar dos o tres UAV, antes de su integración en un escuadrón». Los resultados de la fase III servirán de base tecnológica para el desarrollo de una gama más diversificada de UAV».

¿MBDA más demostrativo?

En cuanto a los demás sistemas de armas de la plataforma tripulada Tempest, el fabricante de misiles MBDA ha participado en el proyecto desde el principio y propone un nuevo misil aire-aire de alcance visual (WVRAAM) con un cuerpo mayor que el ASRAAM. Esto permitiría utilizar un motor cohete más grande, para aumentar el empuje, y disponer de un buscador de frecuencia radar, o incluso de un buscador de modo dual que combine IR y EM.

La otra es una versión más pequeña del arma, capaz de transportar dos misiles en lugar de uno. Con las mismas prestaciones, alcance y envolvente que el ASRAAM. Esto ha sido posible mejorando la aerodinámica del misil y eliminando los componentes de la parte superior, lo que permite que el misil se deslice sobre un raíl. También se eliminaría el carenado para el cable umbilical que une el avión con el misil, ya que las armas se comunican inalámbricamente con el avión.

Otras armas propuestas para el avión incluyen un mini-misil de 10 kg con gran potencia de fuego, que podría utilizarse contra misiles tierra-aire de nueva generación si las contramedidas avanzadas no consiguen bloquearlos. Esta arma se distribuiría probablemente como señuelo, del mismo modo que el chaff y las bengalas. MBDA también ha sugerido que un derivado de este misil podría utilizarse para atacar objetivos terrestres pequeños y desprotegidos.

También en este caso, el Salón Aeronáutico de Farnborough brindará a MBDA la oportunidad de demostrar sus capacidades. Lo mismo cabe decir de Leonardo, ya que las dos empresas colaboran en un derivado de guerra electrónica del Spear 3. Leonardo también hablará de su demostrador de tecnología de radar multihaz, denominado «Jaguar», en cooperación con Mitsubishi Electric. Por su parte, Leonardo UK parece estar avanzando en una nueva tecnología de radar capaz de recoger y procesar una cantidad de datos equivalente a un segundo de tráfico de Internet en una gran ciudad.

MFRFS y RWR de Leonardo

Denominado «Sistema multifunción de radiofrecuencia» y descrito como «10.000 veces más potente que el sistema actual», este sensor ofrecería una amplia gama de capacidades, proporcionando al operador una visión clara del espacio de batalla y de los objetivos potenciales. Leonardo también ha probado con éxito la tecnología del receptor de alerta por radar (RWR) miniaturizado para la autoprotección del sistema, equivalente al EOTS.

El pequeño tamaño del sistema RWR podría permitir la integración del sensor en lo que Leonardo denomina una red multifunción, varios de los cuales podrían distribuirse alrededor del avión para detectar y rastrear las amenazas entrantes. Según Leonardo, un sistema de este tipo estaría totalmente integrado con el radar de control de tiro orientado hacia delante del Tempest. Por tanto, los sensores también tendrían que encargarse de tareas como la recopilación de información y la identificación en combate.

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