Brasil entra en la fase de su futuro programa de submarinos nucleares.
La Marina de Brasil ha aprovechado la ceremonia del PROSUB25, celebrada ayer, 26 de noviembre de 2025, en el Complejo Naval de Itaguaí, para destacar dos etapas clave de su programa de submarinos: la presentación del Tonelero S42, al entrar en la fase de armamento, y el bautizo y la botadura formal de la siguiente unidad el Almirante Karam S43. Los funcionarios señalaron que con la entrega de estos submarinos concluye la etapa de construcción convencional de Brasil y abre el camino para centrarse plenamente en el Álvaro Alberto, el primer submarino de ataque de propulsión nuclear considerado el capítulo más avanzado del programa PROSUB (Programa de Desarrollo de Submarinos).
PROSUB, la iniciativa de modernización naval más ambiciosa de Brasil, se estableció en 2008 mediante una alianza estratégica con el Grupo Naval de Francia. El programa busca entregar una flota de submarinos modernos, transferir tecnologías críticas, construir una base industrial naval soberana y prepararse para la capacidad de propulsión nuclear. La creación del Complejo Naval de Itaguaí e Itaguaí Construções Navais (ICN) permitió a Brasil pasar de la importación de submarinos al diseño y la construcción independientes en su propio territorio.
Los nuevos submarinos convencionales, el Riachuelo (S40), el Humaitá (S41), el Tonelero (S42) y el Almirante Karam (S43), se basan en la clase francesa Scorpène, pero han sido ampliamente adaptados a las especificaciones brasileñas y reclasificados como clase S-BR. Estos submarinos de ataque diésel-eléctricos miden 71,6 metros de eslora y desplazan aproximadamente 1.870 toneladas sumergidos. Cada uno está equipado con seis tubos lanzatorpedos de 533 mm capaces de lanzar torpedos pesados franceses F21 y misiles antibuque SM39 Exocet.
La plataforma está optimizada para el sigilo, una mayor autonomía submarina y operaciones en la vasta zona marítima brasileña. La clase S-BR cuenta con un conjunto avanzado de sonares, sistemas de guerra electrónica y un sistema de gestión de combate adaptado a la doctrina y las condiciones operativas de la Marina de Brasil.
El bautizo y la botadura del Almirante Karam marcan el cierre del segmento convencional del PROSUB. El programa entra ahora en su fase tecnológicamente más compleja con la construcción del SNCA Álvaro Alberto, el primer submarino de propulsión nuclear de Brasil. Diseñado para desplazar más de 6.000 toneladas sumergido y superar los 100 metros de eslora, el Álvaro Alberto estará armado convencionalmente con torpedos y misiles antibuque.
Su principal ventaja reside en su sistema de propulsión nuclear, desarrollado localmente bajo la supervisión del Centro Tecnológico de la Armada en São Paulo y la Comisión Nacional de Energía Nuclear. Este sistema le otorgará al submarino una autonomía sumergida ilimitada y un alcance operativo extendido, lo que transformará la capacidad de Brasil para realizar patrullajes navales persistentes y de larga distancia en el Atlántico Sur y más allá.
A finales de 2025, la Marina brasileña operaba cuatro submarinos diésel-eléctricos. Dos de ellos pertenecían a la nueva clase S-BR: el Riachuelo y el Humaitá, ambos en servicio activo y armados con misiles SM39 Exocet y torpedos F21. La flota anterior incluía el Tupi (Tipo 209/1400) y el Tikuna (Tipo 209/1450), equipado con ocho tubos simples de 533 mm y torpedos Tigerfish Mk 24. Las unidades más antiguas de la clase Tupi, Tamoio, Timbira y Tapajó, fueron retiradas o puestas en reserva. Una vez que el Tonelero y el Almirante Karam completen las pruebas de mar y se unan a la flota, Brasil desplegará cuatro submarinos modernos de la clase S-BR junto con las dos plataformas restantes de origen alemán, a la espera de su eventual puesta en servicio en el SNCA.
Con la plena implementación del PROSUB, incluyendo el Álvaro Alberto, Brasil operará una flota de seis submarinos que combina lanchas convencionales avanzadas con resistencia de propulsión nuclear y movilidad estratégica. Esta estructura de fuerza posiciona a la Marina de Brasil como la fuerza submarina más capaz de Latinoamérica y el hemisferio sur. El comando de submarinos de Brasil, la Fuerza de Submarinos (ForSub), con sede en la Base de Submarinos Almirante Castro e Silva en Río de Janeiro, ahora supervisa una flota capaz de realizar patrullajes disuasorios a largo plazo, defender la infraestructura petrolera marina, asegurar las vías de comunicación marítimas y realizar operaciones conjuntas con armadas aliadas.
La iniciativa PROSUB ha generado beneficios estratégicos, industriales y tecnológicos que van más allá de sus objetivos militares inmediatos. El programa ha movilizado a más de 40 empresas brasileñas de defensa e ingeniería y ha creado miles de empleos altamente cualificados. También ha acelerado la investigación en propulsión nuclear, integración de sistemas, metalurgia y guerra submarina. El desarrollo del SNCA marca la primera vez que un país del hemisferio sur operará un submarino de ataque de propulsión nuclear de desarrollo nacional, lo que sitúa a Brasil entre las pocas potencias mundiales con esta capacidad.
La futura flota de submarinos de Brasil refleja un cambio de doctrina más amplio que reconoce el valor estratégico del Atlántico Sur en los asuntos marítimos globales. A medida que se intensifica la competencia por los recursos y aumenta la importancia geoestratégica de los cuellos de botella marítimos, las capacidades submarinas de Brasil se están convirtiendo en un elemento central de su política nacional de defensa. La capacidad de realizar patrullajes encubiertos sostenidos y proyectar presencia naval en 3,5 millones de kilómetros cuadrados de jurisdicción marítima garantiza que Brasil seguirá siendo un actor decisivo en la seguridad regional.
Con el Almirante Karam botado y el Álvaro Alberto en marcha, Brasil redefine sus capacidades submarinas. El PROSUB se erige ahora como un símbolo de autonomía y ambición estratégica, consolidando el papel de Brasil entre las principales potencias navales.
Rudis007


