La asociación entre Brasil y Francia se profundiza con la botadura del submarino Tonelero.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, celebraron la botadura del tercer submarino brasileño diseñado por Francia en la base naval de Brasil en el astillero de Itaguaí, cerca de Río de Janeiro.
El submarino forma parte de la asociación de defensa de ambos países y servirá para proteger los 8.500 kilómetros de costa brasileña, conocida como la “Amazonia Azul”, por donde se transporta el 85% del petróleo y el 75% del gas del país. Este submarino es el tercero de los cuatro submarinos de ataque diésel previstos, construidos en el marco de una asociación de 10.000 millones de dólares con formación, equipamiento y asistencia técnica de Francia.
Se trata de la materialización de un programa de submarinos denominado ProSub, esbozado en 2008 entre Lula durante su primer mandato presidencial y el entonces presidente francés Nicolas Sarkozy. El lanzamiento del cuarto submarino está previsto para 2025.
La Armada de Brasil alcanzó un hito en su programa de submarinos con la puesta en servicio de dos buques clase Scorpene construidos íntegramente en Brasil. El primero, Riachuelo, fue inaugurado en septiembre de 2022. El segundo buque, Humaitá, entró en servicio en enero de 2024.
Según Lula, los lazos en materia de defensa entre Francia y Brasil “permitirán que dos países importantes, cada uno en un continente, se preparen para que podamos hacer frente a esta adversidad, sin preocuparnos por ningún tipo de guerra, porque somos defensores de la paz”.
Macron destacó que, a pesar de sus diferencias, “las grandes potencias pacíficas de Brasil y Francia” tienen “la misma visión del mundo”, además de su alianza económica.
Macron se encuentra actualmente en una gira de tres días por Brasil con el fin de recaudar más de mil millones de dólares para inversiones verdes destinadas a proteger la selva amazónica brasileña y guyanesa y ayudar a enmendar los lazos diplomáticos que se tensaron bajo el mandato del expresidente brasileño Jair Bolsonaro. Su visita marca la primera de un presidente francés en más de una década.
Lula dijo durante un discurso que la visita de Macron es parte de un esfuerzo global para reforzar las protecciones de la selva tropical.
“Queremos convencer a los que ya han deforestado de que necesitan contribuir de manera importante a los países que aún tienen sus bosques para mantenerlos en pie”, dijo Lula.
Los dos presidentes fueron fotografiados riendo y cogidos de la mano en la selva, lo que provocó memes en Internet sobre su floreciente “bromance”. Esta fue una gran divergencia de los incidentes anteriores, cuando Bolsonaro lanzó insultos a la esposa de Macron.
Además de los submarinos diésel, Brasil también planea construir su primer submarino de propulsión nuclear. Sin embargo, ha experimentado retrasos significativos, sobre todo debido a las limitaciones presupuestarias y las dudas de sus colaboradores franceses sobre la proliferación nuclear.
“Si Brasil quiere tener acceso al conocimiento de la tecnología nuclear, no es para hacer la guerra. Queremos este conocimiento para asegurar a todos los países que quieren la paz, que Brasil estará a su lado”, dijo Lula.
Macron dijo a Brasil que “Francia estará a su lado” durante el desarrollo de los submarinos de propulsión nuclear, sin anunciar una ayuda específica.
“Quiero que abramos el capítulo de los nuevos submarinos (…) que miremos de frente a la propulsión nuclear, siendo perfectamente respetuosos de todos los compromisos de no proliferación”, dijo.
Mientras el Tonelero se embarca en sus pruebas en el mar, cuya entrega se espera para 2025, el evento de lanzamiento sirve como recordatorio de los vínculos duraderos forjados entre Brasil y Francia. Más allá de los límites de la defensa naval, simboliza un compromiso compartido con el progreso y la seguridad colectiva.
Agence France-Presse
Bien por Brasil