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China apuesta por el radar cuántico para anular la ventaja furtiva del F-22 y F-35.

Según el South China Morning Post (SCMP) del 20 de octubre, China ha iniciado la producción en masa de su «capturador de fotones», un detector monofotónico de cuatro canales diseñado para aplicaciones de radar cuántico. El dispositivo, desarrollado por el Centro de Investigación de Tecnología de Ingeniería de Información Cuántica de Anhui, puede detectar fotones individuales con un ruido extremadamente bajo, una capacidad que podría permitir a los futuros sistemas de radar rastrear incluso los ecos más pequeños de aviones furtivos como el F-22 Raptor y el F-35 Lightning II estadounidenses.

De confirmarse, este detector de fotones se convertirá en el componente clave del esfuerzo más amplio de China por contrarrestar las ventajas de EE. UU. en el combate aéreo mediante tecnología avanzada de detección y procesamiento de señales.

Según el SCMP, China afirmó haber iniciado la producción en masa de un detector monofotónico de cuatro canales y ruido ultrabajo, conocido como captador de fotones. El dispositivo puede detectar fotones individuales, las unidades más pequeñas de energía luminosa, y se describe como un componente clave para los sistemas de radar cuántico diseñados para rastrear aeronaves furtivas como el F-22 Raptor.

El anuncio, publicado por el Science and Technology Daily, indica que China ha alcanzado la autosuficiencia en la producción de componentes esenciales para la detección cuántica. Como se explica a continuación, la sensibilidad y el bajo nivel de ruido del captador de fotones le permiten identificar las señales reflejadas más débiles en entornos congestionados, lo que ofrece ventajas potenciales en la detección de objetivos poco observables.

Gracias a su arquitectura de cuatro canales, puede procesar simultáneamente varios flujos de datos, lo que mejora la precisión y reduce las tasas de error.

Un radar cuántico se diferencia del radar convencional en cómo detecta y procesa los reflejos de un objetivo.

En el radar tradicional, las ondas electromagnéticas se transmiten, son reflejadas por los objetos y luego analizadas según la intensidad, la sincronización y el desplazamiento de frecuencia del eco para determinar el alcance y la velocidad. Un radar cuántico, en cambio, transmite un fotón de un par de fotones entrelazados, mientras que el otro se conserva como referencia.

Dado que estos dos fotones comparten una relación cuántica única, el radar puede comprobar posteriormente si el fotón devuelto coincide con su gemelo almacenado, confirmando así que el reflejo proviene de un objeto real. Esta prueba de correlación permite al radar distinguir los retornos genuinos del ruido de fondo, incluso cuando la señal es extremadamente débil. A diferencia del radar clásico, que puede ser cegado por interferencias, el radar cuántico, en teoría, resiste la suplantación de identidad, ya que ningún adversario puede replicar el estado cuántico exacto del fotón inactivo.

Para los usuarios militares, esto podría hacer que el radar cuántico sea valioso en entornos de guerra electrónica.

El primer componente principal de un radar cuántico es la fuente de fotones entrelazados, que genera pares de fotones enlazados a frecuencias precisas. En la mayoría de los diseños, esto se logra mediante circuitos superconductores o semiconductores, como los amplificadores paramétricos Josephson, o cristales ópticos no lineales que producen fotones entrelazados mediante conversión descendente paramétrica espontánea.

Estos fotones emparejados se dividen en dos trayectorias: el haz de señal, transmitido hacia el objetivo, y el haz inactivo, almacenado en el radar para su comparación.

Debido a la fragilidad de los estados cuánticos, generar y mantener estas correlaciones requiere un ruido extremadamente bajo y una sincronización precisa. El radar también utiliza un conjunto de antenas o un transductor de microondas para transmitir los fotones de señal y capturar los débiles fotones de retorno. Las pérdidas en la transmisión y la reflexión pueden degradar rápidamente el entrelazamiento, lo que hace que la estabilidad y la pureza de la fuente sean cruciales para su rendimiento.

Por ello, el captador de fotones chino busca operar con niveles de ruido muy bajos, manteniendo un amplio rango de temperaturas.

El segundo grupo de componentes esenciales incluye el receptor cuántico y la electrónica de detección. El receptor combina el fotón de señal de retorno con el inactivo almacenado para realizar una medición conjunta que verifica la correlación, proceso fundamental que permite la ventaja cuántica del radar. Esto requiere detectores monofotónicos de alta sensibilidad, capaces de distinguir un fotón de miles de millones de fotones de fondo.

El nuevo detector chino de cuatro canales cumple esta función al permitir la detección simultánea de múltiples trayectorias o longitudes de onda de fotones, lo que mejora tanto el alcance como la precisión. Su eficiencia de detección, que se estima en torno al 90 %, garantiza que se cuente prácticamente cada fotón que incide en el detector, lo que reduce la pérdida de datos. El amplio rango de temperatura de funcionamiento del dispositivo, de –50 a –120 °C, le permite funcionar en diversos entornos sin refrigeración criogénica.

Esto lo hace más práctico que los detectores superconductores que requieren un funcionamiento cercano al cero absoluto. Su arquitectura de semiconductores también lo hace más pequeño, ligero y adaptable a sistemas de radar aéreos o móviles.

Las debilidades del radar cuántico son consecuencia directa de su naturaleza cuántica. Las correlaciones cuánticas se ven fácilmente alteradas por el calor, la vibración y la interferencia electromagnética, lo que provoca la degradación de la señal y la pérdida de precisión. El alcance efectivo del radar sigue siendo limitado porque las pérdidas de trayectoria reducen la cantidad de fotones que regresan y preservan sus propiedades entrelazadas. Construir memorias cuánticas que puedan almacenar fotones inactivos durante el tiempo requerido por las operaciones a larga distancia es técnicamente desafiante.

Además, la infraestructura del radar es compleja y costosa, e implica refrigeración criogénica, sincronización precisa y electrónica sensible. El procesamiento de datos de correlación a velocidades en tiempo real para redes a gran escala también es difícil. Estas limitaciones hacen que el radar cuántico sea menos práctico para su implementación inmediata y más adecuado para instalaciones de prueba. Ingenieros de todo el mundo están trabajando para superar estos problemas mediante avances en materiales, integración fotónica y arquitecturas híbridas cuántico-clásicas. Hasta entonces, la utilidad operativa de la tecnología sigue siendo teórica.

Si los ingenieros finalmente resuelven estos desafíos, las consecuencias para las aeronaves furtivas serían significativas. El radar cuántico podría reducir drásticamente la efectividad de los diseños de baja observabilidad que dependen de la redirección o absorción de las ondas de radar. Esto obligaría a los desarrolladores de aeronaves a invertir más en guerra electrónica, señuelos o estrategias de defensa basadas en la velocidad en lugar de solo en el diseño de sigilo.

La integración del radar cuántico en las redes de sensores podría brindar a los países una imagen continua de su espacio aéreo, combinando datos de estaciones terrestres, satélites y plataformas aéreas. Los sistemas cuánticos también podrían conectarse a través de enlaces cifrados cuánticamente, compartiendo información de forma segura y en tiempo real. A largo plazo, la combinación del radar cuántico con los emergentes sistemas de guerra electrónica impulsados ​​por 6G podría permitir una precisión sin precedentes en la detección y el seguimiento.

De lograrse, esto cambiaría el equilibrio de la guerra aérea moderna de la invisibilidad al dominio de la información, donde la correlación de datos y la velocidad de análisis importan más que la sección transversal del radar.

Jérôme Brahy

9 comentarios en «China apuesta por el radar cuántico para anular la ventaja furtiva del F-22 y F-35.»

  • Radar cuántico chino: tras el lanzamiento de cazas de 5ta y 6ta generación, la maravilla del “cazador de fotones”, ¿será?

    Es realmente fascinante observar la interminable retahíla de troles chinos desplegando en redes sociales todo un festival de alabanzas sobre las presuntas maravillas del radar cuántico nacional, adornado con fotomontajes digitales hechos por IA que aseguran con total seguridad un alcance de 8.000 km, completamente inmune a cualquier interferencia eléctrica o atmosférica imaginable. Ideal, sin duda, para detectar si el vecino se llevó la basura, o quién sabe, tal vez algo más complicado, como un F-22 a 7.999 km.

    Pero dejando de lado la propaganda y los memes (que no son pocos), cuando nos ponemos serios y miramos los hechos, estos radares aún se mantienen mayormente en el reino de las pruebas de laboratorio. Por mucho que fabrique en serie su “capturador de fotones” ultrasensible, la fiabilidad en entornos controlados y reducidos sigue siendo un tema pendiente, y ni qué decir cuando se trata de escalarlo hacia un sistema compacto y práctico para equipar plataformas militares reales.

    No olvidemos que China lleva más de nueve años anunciando milagros parecidos, comenzando con el satélite Micius y su maravillosa comunicación cuántica. Claro que lograron transmitir claves secretas cuánticas a 1.120 km, un logro técnico admirable. Pero el salto real de ese éxito en laboratorio a un sistema robusto y fiable, sin depender de cielos despejados o atmósferas de concurso, sigue siendo una tarea en progreso. La luz solar directa y la dispersión de partículas por ahora siguen siendo los peores enemigos del radar cuántico.

    En el terreno práctico y militar, este radar se vende como una promesa revolucionaria capaz de neutralizar la furtividad, pero su despliegue operativo aún debe superar una maratón de retos técnicos. Desde la miniaturización para integrarlo en plataformas reales, el manejo del consumo energético para mantener operaciones continuas, hasta la resistencia frente a interferencias electromagnéticas y atmosféricas. Y, por supuesto, la gestión simultánea de múltiples objetivos con la precisión y fiabilidad crucial para un combate moderno.

    Abrazando la prudencia y la rigurosidad, podríamos decir que el radar cuántico chino funciona… siempre que las condiciones sean perfectas. Todavía no existe forma de ponerlo en marcha con la facilidad con la que se anuncia en redes sociales. Pero, eso sí, qué talento para vender humo cuántico a escala industrial.

    Aunque China haya anunciado el inicio de la producción masiva de este radar avanzado, capaz de detectar incluso aeronaves furtivas como el F-22 y F-35 gracias a su ultrasensibilidad para captar fotones individuales, trasladar esta tecnología del laboratorio al campo operativo real sigue siendo un desafío significativo. Según sus declaraciones, el dispositivo ha logrado reducir notablemente su tamaño (ocupa apenas una novena parte del espacio requerido por prototipos anteriores) y optimizar su consumo energético, facilitando su integración en plataformas militares. También promete mayor resistencia a interferencias.

    No obstante, problemas como la dependencia de condiciones atmosféricas ideales (ausencia de interferencia solar, electromagnética y dispersión que afectan la detección de fotones) y la compleja gestión simultánea de múltiples objetivos aún retrasan su despliegue completo y efectivo.

    Si podemos creer todo lo que el controlado aparato mediático chino publica, el radar cuántico chino es en teoría un desarrollo técnico impresionante que, a falta de pruebas exhaustivas en escenarios reales, sigue siendo más una tecnología prometedora que un sistema plenamente probado y utilizable. Mientras tanto, la propaganda juega su papel como amplificadora desmedida, superando con creces la realidad tecnológica con una narrativa que genera tanta expectación como escepticismo.

    Notoriamente, mientras los departamentos de propaganda y las redes sociales chinas incendian internet con proclamas fastuosas, hasta con esos futuristas cazas de 5.ª y 6.ª generación, el mundo sabe que el radar cuántico chino es, por ahora, un avance tecnológico en ciernes, con un potencial interesante aún pendiente de demostrar. Si es que consigue ser viable en la práctica, todavía queda lejos de ser ese “arma definitiva” que haría bailar a los furtivos occidentales al son del entrelazamiento cuántico.

    Para finalizar, lo mejor es tomar con pinzas tanta fanfarria china sobre el radar cuántico. Más que un anuncio tecnológico, parece un ejercicio maestro para sembrar dudas en Occidente y frenarnos a la hora de decidir si vale la pena invertir en cazas de 5.ª generación o superiores. Mientras ellos venden humo cuántico a granel, nosotros seguimos atentos, entre expectantes y escépticos.

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    • Los fenómenos cuánticos son muy sensibles y cualquier ruido en forma de calor, vibración o interferencia electromagnética produce el efecto conocido como decoherencia cuántica, es decir pierden su entrelazamiento y dejan de comportarse como una sola partícula.
      Conseguir que el entrelazamiento dure unos segundos es un prodigio.
      En resumen es un articulo interesante pero requiere mucha mas inversión tecnológica para hacerlo efectivo, controlable y escalable a condiciones fuera de laboratorio.
      Lo cuántico es ya el presente y será el futuro.

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  • Los chinos vienen invirtiendo en esta tecnología desde hace tiempo y podría resultar una forma de vencer la furtividad electromagnética. Más allá de cuánto se tarde en perfeccionar la tecnología hasta resultar práctica, en todo caso todos la adoptarían y dejaría de constituir una ventaja china, o quizá sólo momentánea. Por el momento suena más a ciencia ficción, pero no olvidemos que también lo parecían las armas láser, las armas de impulso, incluso los sistemas EMALS fueron impracticables durante mucho tiempo y hoy son todas realidades. La furtividad EM misma fue un desafío tecnológico que llevó décadas realizarlo con eficacia productiva y hoy resulta imposible pensar en crear un avión de combate que no contemple sus reglas. Pero así como existe la furtividad para contrarrestar las ondas de radar, seguramente se encontrarán formas de evadir las emisiones cuánticas. A toda acción se contrapone una reacción de igual magnitud en sentido opuesto, siempre es así. Quien gana o pierde depende de muchos factores, pero esta ley física es universal. No existiría la furtividad EM si no exitieran los radares. Es el eterno juego de la presa y el depredador. Los radares durante mucho tiempo no podían ser evadidos, y los aviones furtivos no son invisibles… Solo retrasan su detección confundiendo los emisores; pero ganan el tiempo suficiente para atacar o huir. Con los radares cuánticos, si esta tecnología se propaga, dará como resultado el diseño de aeronaves capaces de contrarrestarlos, a no dudar.

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    • FerCar. Seamos realistas. En las últimas cuatro décadas hemos visto desfilar anuncios sobre computadoras fotónicas, medios de almacenamiento basados en diamante, ordenadores moleculares, chips neuronales y un sinfín de promesas tecnológicas que, en entornos de laboratorio, parecían destinadas a superar millones de veces el rendimiento del silicio tradicional. Sin embargo, en la práctica, poco o nada de eso ha trascendido al mundo real.

      Los ordenadores cuánticos no son la excepción. Sus chips requieren condiciones extremadamente controladas: temperaturas cercanas al cero absoluto, aislamiento de interferencias electromagnéticas y vibracionales, y una estabilidad cuántica que, incluso con las mejores técnicas de corrección de errores, sigue siendo sumamente precaria. Los márgenes de error en los cálculos son enormes, por lo que su uso actual se restringe a tareas experimentales muy específicas que involucran modelado estadístico y cálculos probabilísticos masivos, pero con una fiabilidad aún cuestionable.

      Por más avances que se anuncien, el problema del aislamiento total no será resuelto en este siglo. Ni siquiera barreras de plomo de cientos de metros detendrían la interacción de partículas elementales como los neutrinos. A esto se suma el inmenso consumo energético y la complejidad tecnológica requerida para mantener estable un solo qubit.

      Para finalizar el tema, tomemos muy en cuenta: Los radares cuánticos y las supercomputadoras cuánticas son avances fascinantes desde el punto de vista teórico, pero su aplicación práctica a gran escala sigue estando mucho más cerca de la especulación que de la realidad.

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      • Dgc: Soy realista. Hasta ahora pareciera que no hubiera límite que la inteligencia humana no pueda vencer para hacer realidad los productos de su imaginación. En algún momento a Julio Verne lo llamaron «visionario» por imaginar que el hombre podía viajar hasta la luna y regresar. Sus obras «De la tierra a la Luna» (1865) y «Alrededor de la Luna»(1870), fueron consideradas fantásticas en su época, pero se hicieron realidad un siglo después. Continuando con la prolífica imaginación del escritor francés, en 1869 concibió su obra «20.000 leguas bajo el mar», donde aparece su famoso «Nautilus», un buque submarino movido por energía eléctrica. La idea del submarino no era nueva. Por entonces, el español Narciso Monturiol ya había realizado el «Ictíneo I» (1859), pero no era una tecnología practicable ni mucho menos. De hecho, este barco estaba movido por la fuerza de sus cuatro tripulantes y había sido concebido para la recolección de coral. En cuanto a la electricidad, si bien era conocida en Francia, ya que en 1843 se utilizó experimentalmente para iluminar la estatua de Lille en la Place de la Concorde de París, sólo fue utilizada a escala mayor en 1878, iluminando algunas avenidas en la Exposición Universal. Sin embargo, la iluminación permanente con electricidad de calles en París se efectuó a partir de 1881; su uso prematuro respecto de muchas ciudades europeas consolidó aún más el apodo de “Ciudad de las Luces”, denominación nacida en épocas del rey Luis XIV, cuando dotó a la capital de Francia de uno de los primeros sistemas de iluminación urbana de Europa. La primera aplicación práctica de un motor eléctrico a un sumergible militar fue con el buque creado por otro inventor español, Isaac Peral, en 1888. Lo novedoso del “Nautilus” de Verne es que no solo era propulsado por electricidad, sino que tenía la capacidad de navegar en forma subacuática sin necesidad de salir a la superficie. El escritor no detalla el tipo de motor, pero la capacidad de navegación en inmersión generando su propia electricidad y la renovación indefinida del oxígeno a bordo, solo fueron proezas tecnológicas alcanzadas por el primer submarino nuclear del mundo, el USS Nautilus (SSN-598), bautizado así en honor a la creación de la fértil imaginación del genial escritor, entrado en servicio en 1958. Estas breves citas literarias bastan para demostrar que los límites entre la imaginación y la realidad son muy tenues, afectados solo por el factor tiempo. Por lo tanto, sostengo que si bien hoy por hoy los radares cuánticos son materia de ciencia ficción, en algún momento serán una realidad. Además, en la cita anterior también sostenía que, en caso de resultar práctica, esta tecnología radárica, tarde o temprano será adoptada universalmente. Asimismo que, tal como se ha desarrollado una manera efectiva de contrarrestar las emisiones electromagnéticas, también se desarrollarán formas de atenuar las emisiones de fotones entrelazados. Por cierto Dgc, son notablemente ilustrativas tus precisas explicaciones científicas, cada vez que tienes oportunidad de hacerlo. Se aprecia el esfuerzo. Gracias por compartir tus conocimientos.

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  • «Más que un anuncio tecnológico, parece un ejercicio maestro para sembrar dudas en Occidente y frenarnos a la hora de decidir si vale la pena invertir en cazas de 5.ª generación o superiores»

    Me recuerda a cuando hace poco dijeron que les importaba más bien poco el blindaje de los tanques occidentales, porque tenían un cañón pensado para golpear con tanta energía cinética que no necesitaban atravesar el blindaje porque el interior quedaría tan tal parado que el tanque quedaría «fuera de combate»

    Quizás sea humo, pero la duda puede trastocar los planes de USA

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  • lo importante es que China esta hoy en una lucha tecnologica que Occidente va a perder por lo menos ya Europa la perdio gracias a las elites de Bruselas que son unos ineptos ,corruptos y masones comprados por Soros paara destruir a Europa..ya se han cargado la agricultura y la industria de automoción…y quiereen una gurerra con Rusia para ellos implantar un gobierno fascista woke en una dictadura unica en Europa…implantaron el globalismo..resultado cchina hace 40 años comian arroz y tenian una bici…hoy somos nosostros comoiendo arroz y con bici

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    • manuelcdz

      Para empezar, que el PCCh esté despilfarrando miles de millones de dólares en un sistema de radar cuántico no garantiza en absoluto que funcione fuera de los laboratorios; más bien parece un gasto faraónico destinado a alimentar la “espuma cuántica”, ese glamour tecnológico que suena fantástico en teoría pero que, en la realidad, sería para reírse si no fuera porque están tirando el dinero mientras la población china ni siquiera cuenta con un sistema de salud universal que garantice atención médica de calidad para todos sus ciudadanos.

      Tencent News, un renombrado medio chino de ciencias y tecnología, en su publicación del 2025-05-06: «La investigación del radar cuántico: el auge y caída, y la reflexión fría detrás del fervor tecnológico», no se anduvo con medias tintas y publicó una crítica contundente alertando sobre la enorme brecha entre fantasía y realidad: el radar cuántico tiene un alcance ridículamente corto, requiere costosos sistemas de refrigeración criogénica, es voluminoso, complejo y sigue siendo una curiosidad de laboratorio lejos de desplegarse en escenarios reales. Mientras tanto, se vende como la solución milagrosa para detectar aviones furtivos.

      Pero lo mejor es que esta noticia tiene un fin doble claro: publicidad y generar miedo en Occidente, haciendo parecer que invertir en cazas furtivos de 5.ª o 6.ª generación es tirar dinero y recursos.

      Como dice el refrán, “el radar cuántico suena muy bonito, otra que funcione”, y mientras tanto siguen las campañas mediáticas para sembrar dudas, desinformar y debilitar la confianza estratégica.

      Así que, manuelcdz, antes de hacer de vocero de una operación de maquillaje tecnológico que apenas ha salido del laboratorio, infórmate bien y no te dejes llevar por la propaganda.

      No cabe duda alguna de que China busca, con este tipo de propaganda, minar de raíz la confianza de la opinión pública en Occidente. Pretenden que se crea que invertir en tecnologías furtivas al radar, como los cazas de 5.ª y 6.ª generación, es una pérdida absurda de dinero y recursos. Es un juego sucio diseñado para sembrar dudas, desinformar y, en última instancia, paralizar el avance tecnológico de sus rivales estratégicos….

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  • Me tomo muy en serio un tema si se trata de ciencia.

    Cito parte una larga nota en un medio chino del mes de mayo del 2025. No lo corregiré al castellano.

    El ascenso y la caída de la investigación del radar cuántico, el pensamiento frío detrás del frenesí tecnológico

    El radar cuántico, como parte de la tecnología cuántica, fue desarrollado primero porDARPA(Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos)Algunos científicos lo propusieron. La idea central del radar cuántico proviene de Iluminación cuántica (Iluminación cuántica, QI)Concepto.2008Año,Lloydet al. propusieron un marco teórico para la iluminación cuántica, que utiliza las propiedades del entrelazamiento cuántico para mejorar la sensibilidad de los sensores. El principio básico de la iluminación cuántica es enviar un par deFotones entrelazados, uno de los fotones es emitido por el radar y el otro fotón se almacena en el extremo receptor y se utiliza para compararlo con el fotón reflejado desde el objetivo. PorEnredo cuántico, el extremo receptor puede identificar el objetivo con mayor precisión con una intensidad de señal más baja, mejorando así en gran medida la sensibilidad y la resolución del radar

    Los fundamentos teóricos de la iluminación cuántica han despertado un enorme interés en las aplicaciones de radar, especialmente en los avances en la tecnología sigilosa. Se cree que el radar cuántico tiene el potencial de mejorar las capacidades de detección del radar al explotar el entrelazamiento cuántico, especialmente para aquellos que lo utilizanInvisibilidadEl objetivo de la tecnología. Si bien los radares convencionales generalmente dependen de la intensidad de la señal reflejada para detectar un objetivo, la tecnología furtiva evita la detección por radar al reducir la reflexión de las ondas de radar. El radar cuántico todavía puede identificar objetivos con niveles de señal extremadamente bajos mediante efectos cuánticos, lo que proporciona apoyo teórico para su aplicación en el campo militar.

    El radar cuántico alguna vez fue visto como un avance revolucionario en la tecnología de radar. Este concepto se basa en2003Cuando se propuso por primera vez, rápidamente atrajo gran atención de investigadores científicos e instituciones militares de todo el mundo. En la década siguiente aproximadamente, la investigación relevante se multiplicó, sólo enIEEEEn la base de datos, desde2013Buscar al principio132Artículos, distribuidos en diversas revistas, periódicos y ponencias de congresos, y2017至2020La tasa máxima de publicación se alcanza durante el año

    Sin embargo, en marcado contraste con estos animados debates académicos, el radar cuántico nunca ha logrado avances sustanciales en aplicaciones prácticas. A pesar de numerosos estudios que afirman tener un gran potencial, hasta el día de hoy aún no hemos visto ningún sistema de radar cuántico que sea verdaderamente operativo o ampliamente utilizado. Por el contrario, cada vez más estudios han comenzado a señalar que el radar cuántico enfrenta muchos obstáculos insuperables en aplicaciones prácticas, como por ejemploDistancia de detección extremadamente corta(válido sólo dentro del rango del medidor),Costos altosyRequisitos complejos de refrigeraciónetc. Estos problemas del mundo real han llevado a la transformación del radar cuántico de“Tecnología estrella”Poco a poco degeneró en un campo de investigación controvertido.

    ¿Por qué el radar cuántico está en problemas?

    (1) Limitaciones tecnológicas: la brecha entre teoría y realidad

    El principio fundamental del radar cuántico esEnredo cuántico. El Comité recomienda que el Estado Parte adopte todas las medidas necesarias para garantizar que todos los niños, independientemente de su edad, tengan acceso a una atención sanitaria adecuada y a una vivienda adecuada. En teoría, al emitir pares de fotones entrelazados, una parte de los fotones es reflejada por el objetivo y, en comparación con la otra parte de los fotones retenidos, se puede lograr una detección altamente sensible del objetivo. Sin embargo, este proceso enfrenta enormes desafíos en su funcionamiento real. En primer lugar, el radar cuántico debe funcionar en la banda de microondas (o banda de ondas milimétricas), donde la energía de un solo fotón es extremadamente baja, sólo aproximadamente6×10^(-24)Joule (con el comúnmente utilizado10 GHz Xbanda como ejemplo). Esto significa que para detectar una señal de eco suficientemente fuerte es necesario transmitir una gran cantidad de modos de fotones, lo que es casi imposible de lograr en el ancho de banda real del radar y en el tiempo de detección. Por ejemplo, para1 GHzImplementar el1m2Para la detección de objetivos, el radar cuántico necesita transmitir y recibir cientos de millones de modos de fotones en un tiempo extremadamente corto. Esto no sólo impone exigencias extremadamente altas al rendimiento del equipo, sino que también aumenta enormemente la complejidad y el coste de todo el sistema.

    En segundo lugar, el radar cuánticoRango de detecciónSeveramente restringido. Debido a las características de atenuación de las señales cuánticas, su distancia de detección efectiva suele ser sóloDe unos pocos a decenas de metrosEntre. Esto palidece en comparación con el rango de detección de los radares tradicionales, que pueden alcanzar cientos de kilómetros. Incluso en condiciones ideales, el rango de detección del radar cuántico está lejos de satisfacer las necesidades reales de los radares militares o civiles. Por ejemplo, para un avión furtivo que vuela a altitudes de miles de metros, el radar cuántico simplemente no puede lograr una detección y un seguimiento efectivos.

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