Diputados alemanes rechazan una moción que pedía el envío de misiles Taurus a Ucrania.
Desde hace semanas, el canciller alemán, Olaf Scholz, está siendo presionado para que autorice la entrega de misiles de crucero aire-tierra KEPD-350 Taurus a Ucrania, a pesar de que Francia y el Reino Unido ya han suministrado a las fuerzas aéreas ucranianas SCALP EG y Storm Shadows, es decir, municiones pertenecientes a la misma categoría.
Producido por Taurus Systems GmbH, filial conjunta de MBDA Deutschland y Saab Dynamics AB, el KEPD-350 Taurus lleva una carga Mephisto [Multi-Effect Penetrator, HIgh Sophisticated and Target Optimised] de 495 kg. Su alcance, de unos 500 km, podría reducirse para poder ser entregado a las fuerzas aéreas ucranianas, a las que este misil permitiría atacar posiciones rusas en profundidad, como hicieron en Crimea con el SCALP/Storm Shadow.
Aunque el año pasado aceptó finalmente la transferencia de carros de combate Leopard 2 al ejército ucraniano tras meses de vacilaciones, Scholz se mantiene en su postura, esgrimiendo dos argumentos: Ucrania no debe disponer de capacidad para atacar territorio ruso para evitar una “escalada” con Moscú, y Kiev tiene otras necesidades que satisfacer prioritariamente, sobre todo en materia de defensa antiaérea y material de artillería.
Mientras tanto, esta cuestión divide al gobierno de coalición dirigido por Scholz. Los liberaldemócratas del FDP y algunos Verdes, entre ellos la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, están a favor de la entrega de los misiles Taurus, mientras que los socialdemócratas del SPD se muestran más reservados.
El partido democristiano de la oposición [CDU/CSU] apoya la petición de Kiev de estos misiles. Uno de sus diputados, Roderich Kiesewetter, antiguo coronel de la Bundeswehr, argumentó que sería “mucho más lógico” entregar los Taurus a Ucrania en lugar de “almacenarlos” en Alemania, ya que permitirían “atacar la infraestructura militar rusa muy por detrás de la línea del frente».
Hace unos meses, parecía existir un consenso en el Bundestag sobre esta cuestión. Pero los cálculos políticos lo han hecho añicos. El 17 de enero, aprovechando el debate sobre el informe anual sobre el estado de la Bundeswehr, la CDU/CSU presentó una moción para autorizar la transferencia de misiles Taurus a Ucrania. La maniobra pretendía también poner de manifiesto las diferencias existentes en el seno del gobierno de coalición sobre esta cuestión. Pero primaron otras consideraciones.
La moción fue rechazada por 485 votos a favor, 178 en contra [y 3 abstenciones]. Cabe señalar que una decena de diputados democristianos votaron en contra, ya que la CDU/CSU cuenta con 197 escaños en el Bundestag. Varios miembros de la mayoría favorable a la transferencia de los misiles Taurus, entre ellos Marie-Agnès Strack-Zimmermann [FDP], presidenta de la Comisión de Defensa, denunciaron una «maniobra partidista» de la oposición para justificar su voto.
En cualquier caso, la adopción de esta moción no vinculante habría puesto un poco más de presión sobre los hombros del canciller Scholz, ya que le corresponderá a él decidir si entrega o no los misiles exigidos por Kiev.
Laurent Lagneau
Ucrania necesita los Taurus, eso no es discutible, a ver si Alemania empieza a mojarse de verdad en esta guerra entre el mundo libre y los orcos comunistas-globalistas del NOM. Si no se para a Putin, llegará otra vez hasta Berlín, además, Los taurus se coronarán en todo el mundo si logran destruir el puente de Kerch. España hace tiempo que debería haber comprado más Taurus, porque el número de que dispone es prácticamente ridículo.
Poco a poco se avanza entre un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN, ahora es indirecta, armas e inteligencia OTAN con sangre ucraniana contra Rusia. La pregunta es ¿Se atreverá la Otan a un enfrentamiento directo?, EEUU está dispuesto que las bombas rusas exploten en allí, en Europa se está dispuesto a enviar soldados y que Berlín, Londres, Madrid o Roma se conviertan en objetivos. Sabemos que los rusos sí están dispuestos a pagar el precio ¿y Europa?