El HÜRKUŞ-C de Turquía prueba una bomba de 1 tonelada demostrando su capacidad como avión de entrenamiento y de ataque ligero.
Durante el ejercicio internacional Anatolian Phoenix-2025 en Konya, el avión autóctono turco Hürkuş ha dado un importante paso al desplegar con éxito una bomba de 1 tonelada, lo que ha supuesto un avance fundamental en sus capacidades operativas. Este acontecimiento subraya la creciente destreza de Turquía en tecnología de defensa y su compromiso de mejorar la versatilidad de sus aviones de producción nacional.
El HÜRKUŞ, desarrollado por Turkish Aerospace Industries (TUSAŞ), es un avión turbohélice monomotor biplaza de ala baja diseñado tanto para misiones de entrenamiento como de ataque ligero. Equipado con aviónica avanzada, que incluye una pantalla Head-Up Display (HUD), pantallas multifunción (MFD) y un ordenador de misión, el avión ofrece una disposición de cabina similar a la de los modernos cazas de combate como el F-16 y el F-35.
La variante Hürkuş-C, diseñada para apoyo aéreo cercano, puede transportar hasta 1.500 kg de carga útil externa y es capaz de operar desde pistas no preparadas. Su armamento incluye municiones guiadas como los misiles antitanqued Roketsan UMTAS y los cohetes guiados por láser Cirit.
El reciente ejercicio demostró la capacidad del Hürkuş para lanzar munición pesada con precisión, utilizando sus sistemas de a bordo tanto para el apuntamiento como para la designación por láser. La bomba de 1 tonelada desplegada es probablemente la HGK-84, una munición guiada por GPS/INS desarrollada por TÜBİTAK-SAGE, que transforma las bombas convencionales Mk-84 de 2.000 libras en armas inteligentes capaces de alcanzar objetivos con gran precisión en cualquier condición meteorológica.
Esta capacidad posiciona al Hürkuş como un activo formidable en escenarios de guerra asimétrica, ofreciendo una alternativa rentable a los aviones a reacción más caros. Su capacidad para transportar cargas sustanciales con precisión lo hace adecuado para operaciones de contrainsurgencia y misiones que requieran apoyo aéreo cercano. Además, la versatilidad del Hürkuş podría permitirle complementar o, en determinados contextos, sustituir a plataformas más antiguas en las Fuerzas Aéreas turcas y, potencialmente, en naciones aliadas que busquen aeronaves asequibles pero capaces.
El programa Hürkuş ha despertado el interés internacional, con países como Níger y Chad que ya operan el avión. Las Fuerzas Aéreas turcas han realizado pedidos de la variante Hürkuş-B, y se espera que las entregas del Hürkuş-II mejorado comiencen en 2025. El éxito del programa refleja la inversión estratégica de Turquía en capacidades de defensa autóctonas y su ambición de convertirse en un actor clave de la industria aeroespacial mundial.
El despliegue con éxito de una bomba de 1 tonelada por el Hürkuş durante el ejercicio Anatolian Phoenix-2025 significa un salto adelante en las capacidades de la aviación de defensa de Turquía. Este logro no solo mejora la flexibilidad operativa del Hürkuş, sino que también refuerza la posición de Turquía como productor de aeronaves militares avanzadas y rentables adecuadas para una amplia gama de escenarios de combate.
Rudis04