Estados Unidos ofrecerá a Arabia Saudí contratos de armamento por valor de 100.000 millones de dólares.
Durante su primer mandato [2017-21], el presidente estadounidense Donald Trump retomó uno de los fundamentos de la política exterior de Estados Unidos al reforzar los vínculos con Arabia Saudita establecidos en febrero de 1945 con el Pacto de Quincy. El objetivo era invertir la posición de Barack Obama, su predecesor, que había adoptado una actitud considerada conciliadora con Irán, hasta el punto de preocupar a los dirigentes saudíes.
En mayo de 2017, durante una visita oficial del presidente Trump a Riad, Estados Unidos y Arabia Saudí firmaron contratos de armamento por un total de más de 100.000 millones de dólares. Aunque no se dieron detalles, la diplomacia estadounidense especificó que se referirían a cinco ámbitos clave, a saber, la lucha antiterrorista, la seguridad marítima, las fuerzas aéreas, la defensa antimisiles y la ciberseguridad.
Sin embargo, estos contratos sólo se materializaron en parte. La intervención militar de una coalición liderada por Arabia Saudí en Yemen y el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi llevaron al Congreso a cuestionar las ventas de armas a Riad.
Después, tras haber prometido poner fin al apoyo militar estadounidense a las operaciones saudíes en Yemen durante la campaña electoral que le llevó a la Casa Blanca, el presidente Joe Biden impuso una moratoria a las ventas de armas a Riad que habían sido autorizadas por su predecesor, antes de imponer restricciones a los equipos militares que podían utilizarse para acciones ofensivas.
Las únicas ventas de armas autorizadas fueron las destinadas a permitir al reino proteger su territorio, como los misiles AIM-120C AMRAAM y MIM-104E [estos últimos destinados al sistema de defensa antiaérea Patriot].
La postura de la administración de Biden llevó a Riad a buscar otros proveedores potenciales, como Francia (se está considerando la compra de 54 Rafales), Corea del Sur, que obtuvo un contrato de 3.200 millones de dólares para suministrar el sistema de defensa aérea Cheongung II, e incluso… China.
Pero la interrupción del suministro energético mundial provocada por la guerra de Ucrania llevó a la administración estadounidense a adoptar una actitud más flexible hacia Riad, hasta el punto de ofrecerle un «pacto de defensa» a cambio de normalizar sus relaciones con Israel (lo que impidieron los atentados terroristas del 7 de octubre).
Luego, en agosto de 2024, Washington decidió finalmente levantar sus restricciones a la venta de armas a Arabia Saudí, que dos años antes había concluido una tregua con los rebeldes Houthi en Yemen bajo los auspicios de las Naciones Unidas. Estos rebeldes Houthi están ahora en el punto de mira de las fuerzas estadounidenses por sus ataques contra la navegación en el Mar Rojo…
Esta decisión no se produjo sin contrapartidas: a cambio del acceso a las armas estadounidenses, Riad tuvo que limitar las inversiones chinas en el reino y dejar de comprar material militar a Pekín.
En cualquier caso, ahora que está de vuelta en la Casa Blanca, Trump tiene la intención de retomar la política que llevó a cabo hacia Riad durante su primer mandato. Según ha informado la agencia Reuters, Estados Unidos se dispone a ofrecer a Arabia Saudí contratos de armamento por un valor total de 100.000 millones de dólares.
El anuncio podría realizarse en mayo, durante la visita oficial de Trump a Riad.
Según fuentes de Reuters, hace «algún tiempo» que se discuten varios contratos. Queda por ver cuáles…
Se dice que Lockheed-Martin está en la carrera para entregar aviones de transporte Hércules C-130J a la Real Fuerza Aérea Saudí [RSAF], mientras que General Atomics estaría negociando la venta de drones MQ-9B SkyGuardian [o SeaGuardian] MALE [Medium Altitude Long Endurance] por 20.000 millones de dólares.
En cuanto a los aviones de combate, sabemos que Boeing ha ofrecido su F-15EX [o Eagle II] al reino… Pero varias fuentes han indicado también que la compra de cazabombarderos F-35A podría discutirse durante la visita de Trump, aunque las posibilidades de que se firme un contrato en esta ocasión son escasas.
Estados Unidos garantiza que su cercano aliado Israel recibe armas estadounidenses más avanzadas que los estados árabes, lo que le otorga lo que se denomina una “ventaja militar cualitativa” sobre sus vecinos.
Laurent Lagneau
Me parece que las fábricas se agrandaran