Grecia confirma la cuarta fragata FDI de Francia al tiempo que amplía el poder de combate.
Grecia ha formalizado un contrato para una cuarta fragata FDI HN, reforzando así un programa que constituye la base de la próxima generación de buques de combate de superficie de la Marina Helénica. Esta medida incrementa la capacidad de Atenas en el mar Egeo y apoya la preparación marítima de la OTAN en un contexto de creciente competencia regional.
Este acuerdo se produce mientras la primera fragata de su clase, la HS Kimon, completa sus avanzadas pruebas de mar antes de su entrega a finales de 2025.
Este último buque completa un programa iniciado en el marco del pacto estratégico franco-griego de 2021, cuando Atenas seleccionó tres fragatas FDI HN con opción a una cuarta, con un valor total aproximado de 3.000 millones de euros. Los contratos firmados en marzo de 2022 estipularon la entrega de dos buques en 2025 y un tercero en 2026, todos ellos pertenecientes a la clase Kimon.
El FDI HN es un buque de combate de superficie compacto, pero de alta gama, de aproximadamente 4500 toneladas, 122 metros de eslora y 18 metros de manga, propulsado por una planta motriz CODAD de 32 megavatios que le permite alcanzar una velocidad de 27 nudos, con una autonomía de 5000 millas náuticas y 45 días de resistencia. Una tripulación principal de unos 125 marineros cuenta con el apoyo de una arquitectura totalmente digital y altamente automatizada, basada en el sistema de gestión de combate SETIS 3.0 de Naval Group.
El armamento de los buques griegos se encuentra entre los más potentes de su categoría. Hasta 32 misiles Aster 30 en lanzadores verticales Sylver A50 proporcionan una defensa aérea de área efectiva, complementada por un sistema RAM de 21 celdas para la defensa puntual contra misiles antibuque y drones. Ocho misiles antibuque Exocet MM40 Block 3C, un cañón Super Rapid de 76 mm en una cúpula furtiva, dos estaciones remotas de 20 mm, torpedos ligeros MU90 y señuelos antitorpedos CANTO ofrecen una potencia de fuego estratificada en superficie y submarina, adaptada al complejo entorno del Egeo.
La capacidad de detección se basa en el radar multifunción Thales Sea Fire, un radar AESA de banda S de cuatro paneles que ofrece cobertura continua de 360 grados, seguimiento a gran altitud y control de fuego para amenazas de misiles convencionales y balísticos limitados. Se complementa con el sistema IFF BlueGate, un avanzado sistema de guerra electrónica y un paquete de comunicaciones integrado que conecta la fragata a las redes de la OTAN. Bajo la línea de flotación, el sonar de casco Kingklip Mk2 y el sonar remolcado CAPTAS-4 Compact proporcionan a la FDI HN un alcance antisubmarino en alta mar inusual para un buque de 4500 toneladas.
En términos operativos, un cuarteto de fragatas de desembarco anfibio (FDI) permite a la Armada Helénica mantener al menos dos buques desplegados en el mar Egeo y el Mediterráneo oriental, a la vez que contribuye al apoyo de los grupos marítimos de la OTAN. Cada fragata aporta su propia burbuja de defensa antiaérea, capacidad de ataque de superficie de largo alcance y amplia cobertura antisubmarina, lo que permite a los comandantes griegos formar grupos de acción de superficie compactos capaces de escoltar fuerzas anfibias, proteger las líneas de comunicación marítimas o proporcionar escolta de alta gama a unidades logísticas y de la coalición.
Grecia se enfrenta a una armada turca asertiva que invierte en destructores antiaéreos TF-2000, fragatas de la clase I y nuevos submarinos de la clase Reis, todo ello respaldado por un creciente arsenal de misiles antibuque y de crucero de fabricación nacional. Estas capacidades se suman a una larga disputa de soberanía en el mar Egeo y el Mediterráneo oriental que ha generado enfrentamientos aéreos y navales durante décadas.
Atenas ha respondido con un plan de modernización de 12 años y 25.000 millones de euros que vincula la recapitalización naval con el poder aéreo y una incipiente red de defensa aérea y antimisiles multicapa conocida como Escudo de Aquiles. Se prevé que los FDI cooperen con los cazas Rafale, los F-16V modernizados y los futuros F-35, compartiendo rutas y dirigiendo los interceptores Aster o los misiles Exocet contra portaaviones de misiles de crucero y grupos de superficie hostiles que amenacen las islas griegas o la infraestructura energética marítima.
El plan de participación industrial helénica de Naval Group ya ha generado más de 120 contratos con cerca de 70 empresas griegas, incluyendo colaboraciones con ALTUS LSA para la integración de vehículos aéreos no tripulados (UAV) y con la Industria Aeroespacial Helénica para los sistemas antidrones Centaur, dentro de la plataforma de inversión extranjera directa (IED). Contratos marco adicionales con empresas como FARAD, DIVING STATUS, MELITA y Petros Petropoulos garantizan el soporte a largo plazo para componentes de climatización, inspección submarina y propulsión en Grecia.
La cuarta FDI llega como parte de un esfuerzo griego más amplio para desplegar una flota equilibrada que combine fragatas digitales de alta gama con MEKO 200 de la clase Hydra modernizadas y posibles FREMM de segunda mano de la clase Bergamini italianas, creando niveles superpuestos de capacidad desde la defensa aérea de alta intensidad hasta misiones de presencia.
Para finales de la década de 2020, Grecia tiene previsto patrullar el Egeo y el Mediterráneo oriental con una fuerza interconectada basada en fragatas FDI, capaces de mayor alcance, reacción más rápida y mayor capacidad de supervivencia que los obsoletos diseños de la Guerra Fría a los que sustituyen. En una región donde la geografía reduce los tiempos de reacción a minutos, la decisión de incorporar la cuarta fragata no es simplemente una adquisición incremental, sino una medida estratégica para garantizar una superioridad marítima cualitativa para la próxima generación.
Rudis007


