La Armada de Estados Unidos ha probado en secreto proyectiles avanzados de hipervelocidad.
La Marina de Estados Unidos ha estado probando en secreto proyectiles avanzados de alta velocidad capaces de ejecutar múltiples misiones para varios sistemas de cañones durante el ejercicio internacional del Pacífico (RIMPAC) 2018.
Veinte proyectiles de Hiper Velocidad (HVP) o proyectiles guiados de nueva generación, comunes y de baja resistencia fueron disparados desde el destructor clase Arleigh Burke, USS Dewey (DDG-105) como parte de un estudio realizado por la Marina y la Oficina de Capacidades Estratégicas (SCO) del Departamento de Defensa.
El Instituto Naval de Estados Unidos (USNI) obtuvo la primicia sobre las pruebas no anunciadas, citando fuentes anónimas, pero no dijo específicamente cuándo se habían producido los disparos de prueba o si los experimentos habían cumplido con éxito todos los puntos de prueba.
Según el informe de prensa de la USNI, la prueba, realizada por la Armada y la Oficina de Capacidades Estratégicas del Pentágono como parte del ejercicio internacional RIMPAC 2018 frente a la costa de la isla hawaiana de Kauai, fue parte de una serie de estudios para demostrar que la Armada podía convertir el diseño de cañones de cubierta de más de 40 años de antigüedad en un arma efectiva y de bajo coste contra misiles de crucero, helicópteros y grandes vehículos aéreos no tripulados.
El proyectil de hipervelocidad está siendo lanzando como una alternativa de bajo coste a las armas actualmente utilizadas contra las amenazas de los misiles de crucero. Por ejemplo, cada misil Sea Sparrow Envolved cuesta 2 millones de dólares; cada Misil Rolling Airframe cuesta otro millón de dólares y disparar un solo Standard Missile 2 tiene un precio superior a 400.000 dólares.
“Si piensas en el tipo de amenazas que podrías enfrentar en Oriente Medio, los misiles de crucero de gama baja o un UAV más grande, ahora tienes una forma de derribarlos que no requiere que uses un ESSM de 2 millones de dólares o un RAM de 1 millón, porque un proyectil de hiper velocidad –incluso en las estimaciones de gama alta- tiene un coste de entre 75.000 y 100.000 dólares, y eso es para la mejor versión con un buscador a bordo”, comentó Bryan Clark, del Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias de EE.UU. al USNI News.
El proyectil de hiper velocidad (HVP) es un proyectil guiado de baja resistencia de nueva generación capaz de ejecutar múltiples misiones para una serie de sistemas de cañones, como el de la Marina de 5 pulgadas; los sistemas de 155 mm de la Armada, la Infantería de Marina y el Ejército; y los futuros cañones electromagnéticos (EM). Los tipos de misiones que se realicen dependerán del sistema de cañones y de la plataforma, pero van desde el fuego de superficie naval hasta la defensa de misiles balísticos y de crucero, la guerra antiaérea y otras áreas de misiones navales futuras.
El diseño aerodinámico de baja resistencia del HVP permite alta velocidad, maniobrabilidad y menor tiempo para alcanzar el objetivo. Estos atributos, junto con la electrónica de orientación precisa, proporcionan una efectividad de misión de bajo coste contra las amenazas actuales y la capacidad de adaptarse a las amenazas aéreas y de superficie del futuro.
La Marina quiere poder disparar los HVP a velocidades de hasta Mach 3 desde los Mk 45 usando las cargas tradicionales de propelente. Esto es la mitad de rápido que la Armada ha podido enviar los proyectiles volando desde sus prototipos, pero aún así, es significativamente más rápido que la velocidad de los proyectiles tradicionales de cinco pulgadas.
Con un alcance máximo cercano a las 50 millas, los HVP también superan drásticamente las municiones existentes y pueden cubrir rápidamente esa distancia mayor. Esa velocidad y alcance les permitirían atacar más rápidamente a otros buques de guerra e incluso a embarcaciones más pequeñas de rápido movimiento.
El diseño compacto de alta velocidad alivia la necesidad de un motor de cohete para ampliar el alcance del cañón. Disparar balas más pequeñas y precisas disminuye la probabilidad de daños colaterales y proporciona cargadores más profundos y mayor seguridad a bordo.