La Fuerza Aérea de EE.UU. recicla un bombardero B-52H después de estar almacenado durante los últimos diez años.
Un bombardero B-52H «Wise Guy» (chico listo/inteligente) de la Fuerza Aérea construido a principios de la década de 1960 y retirado a un lugar del desierto de Arizona denominado «boneyard» (almacén de huesos) hace más de 10 años, está regresando al servicio.
Por segunda vez en la historia de la Fuerza Aérea, el servicio ha reciclado un bombardero B-52H Stratofortress del depósito «boneyard» de la Base Davis-Monthan y lo ha entregado a una unidad operativa.
Cuando la Fuerza Aérea perdió a uno de sus bombarderos en 2016, inició una cadena de eventos que convirtió al “Wise Guy” en el segundo B-52H que ha sido recuperado del 309º AMARG (Grupo de Mantenimiento y Regeneración Aeroespacial) para el servicio activo. El primero, apodado «Ghost Rider» (Jinete Fantasma), fue llevado a la Base Aérea de Barksdale en 2015, también por miembros de la 307 Ala de Bombarderos.
Con más de 17.000 horas de vuelo en su historia y más de una década de cocción en el desierto, conseguir que el “Wise Guy” esté en condiciones de volar ha necesitado la ayuda de múltiples fuentes.
“Ha sido un esfuerzo de todo el mando, con reservistas y personal de servicio activo que han ofrecido su amplia experiencia para los trabajos de recuperación” ha explicado el coronel Robert Burgess, comandante y piloto del 307 Grupo de Operaciones para el vuelo. «Hemos tardado cuatro meses en prepararnos, por lo que ha sido un esfuerzo por parte de la tripulación y del personal de mantenimiento».
“Afortunadamente, los técnicos de mantenimiento tienen una gran experiencia habiendo trabajado en los B-52 durante más de dos décadas. También contaban con la ventaja del sistema de integración de fuerza total, que combina la experiencia de los pilotos de reserva del 307º Grupo, con los pilotos del 309º.
Una vez que los encargados de mantenimiento completaron las reparaciones necesarias como las grietas en el tren de aterrizaje trasero, la incorporación de dos motores que faltaban, cambiar los neumáticos y todos los líquidos de sus celdas, se realizaron múltiples pruebas con los motores, el tren de aterrizaje, el combustible y los sistemas de emergencia para asegurarse que el avión estaba en disposición de volar.
A partir de ahí, todo dependía de la tripulación aérea para llevar al bombardero a la Base Aérea de Barksdale. Una tripulación de tres hombres, con más de 10.000 horas de vuelo entre ellos, voló el B-52 bajo y lento hasta llegar a Louisiana.
«Sacar a un bombardero del AMARG es una oportunidad única en la vida y he podido hacerlo dos veces», dijo Burgess. «Es un honor volver a ponerlo en servicio».
Restaurar completamente el avión requerirá muchas personas en múltiples disciplinas de mantenimiento y costará aproximadamente 30 millones de dólares su total restauración, de acuerdo con las directrices dadas a conocer por el Air Force Global Strike Command. Se espera que la aeronave esté completamente restaurada y lista para el servicio a principios de 2021.
Defence Blog