Por primera vez, el ejercicio australiano Pitch Black cuenta con un portaaviones exclusivo.
Fuerzas aéreas de todo el mundo descenderán este mes al remoto Territorio del Norte de Australia para realizar allí un ejercicio de combate de una escala sin precedentes.
El ejercicio Pitch Black es el último de una serie bienal que comenzó hace 43 años como un simulacro unilateral, antes de convertirse en un entrenamiento conjunto de Australia y Estados Unidos en 1983. Desde entonces ha ido creciendo al ritmo de la creciente importancia geopolítica de la región Indo-Pacífica.
El ejercicio, de tres semanas de duración, tendrá lugar del 12 de julio al 2 de agosto. Este año participarán en Pitch Black 20 países. De ellos, 16 aportan aviones de combate al ejercicio, en el que participarán más de 140 aeronaves y más de 4.000 personas.
Las naciones que participan activamente este año son Alemania, Australia, Corea del Sur, España, Estados Unidos, Filipinas, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, Malasia, Papúa Nueva Guinea, Reino Unido, Singapur y Tailandia. Además, Brunei, Canadá, Fiyi y Nueva Zelanda contarán con personal integrado en el ejercicio.
Entre los países que participarán por primera vez en esta serie figuran Italia, España, Papúa Nueva Guinea y Filipinas. Por primera vez, un portaaviones de la Marina italiana, el ITS Cavour, se dedicará a este ejercicio.
Presencia europea
Una fuerza paneuropea compuesta por las fuerzas aéreas francesas, alemanas y españolas se desplegará primero en Alaska en el marco de un esfuerzo de despliegue global, denominado Pacific Skies, antes de dirigirse al Pacífico. En el marco de esta operación, estos países participarán en el ejercicio Arctic Defender, con base en Alaska, y luego continuarán hacia el Pacífico, donde se unirán a las maniobras Rim of the Pacific frente a las costas de Hawai, al ejercicio Nippon Skies en Japón, al Pitch Black en Australia y a las maniobras Tarang Shakti en la India.
La fuerte presencia europea en el Indo-Pacífico se produce en medio de tensiones regionales, como se señala en la Estrategia de Defensa Nacional del gobierno australiano publicada en abril.
“La arraigada y creciente competencia estratégica entre Estados Unidos (EEUU) y China es una característica primordial de nuestro entorno de seguridad”, afirmaba el documento. «Va acompañada de una acumulación militar convencional y no convencional sin precedentes en nuestra región, que tiene lugar sin garantías estratégicas ni transparencia».

Al comentar el despliegue de Pacific Skies, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas alemanas, la Luftwaffe, declaró que el objetivo es aumentar la capacidad operativa, reforzar la cooperación militar con los países del Indo-Pacífico y demostrar el poderío aéreo y la dedicación a la región.
“Al participar en Pacific Skies 24, los europeos estamos mostrando nuestra presencia en una parte del mundo que es de gran importancia para todos nosotros”, declaró el Teniente General Ingo Gerhartz.
El Comodoro del Aire Pete Robinson, que está al mando del Grupo de Combate Aéreo de la Real Fuerza Aérea Australiana y dirigirá Pitch Black, declaró que los eventos son una oportunidad para que los socios de su país en la OTAN “validen el verdadero alcance global y construyan la interoperabilidad en la región.”
“La calidad del adiestramiento que podemos impartir aquí y el espacio aéreo del que disponemos, los polígonos de tiro que tenemos y los enfrentamientos que hemos forjado entre múltiples naciones son un brillante ejemplo de cómo construimos la interoperabilidad entre nuestras fuerzas aéreas y, lo que es más importante, de cómo construimos nuestras asociaciones entre países”, añadió Robinson. “El ejercicio Pitch Black demuestra el valor de mantener la estabilidad en toda la región”.
Los objetivos son similares a los de las fuerzas aéreas asiáticas, y un portavoz de la Fuerza de Autodefensa Aérea de Japón afirmó que su participación contribuirá a una región Indo-Pacífica “libre y abierta”.
“El propósito [de la participación de la Fuerza de Autodefensa Aérea de Japón] es mejorar las habilidades tácticas de las unidades participantes, mejorar la interoperabilidad con la RAAF y las fuerzas de EE.UU., y profundizar en el entendimiento mutuo con los países participantes en [un] entorno práctico”, dijo el portavoz.
Nigel Pittaway