Rheinmetall prueba sistemas antidrones en Finlandia.
Rheinmetall anunció el 16 de diciembre que su división de Defensa Aérea había completado una demostración en vivo de la capacidad del Skyspotter para contrarrestar pequeños sistemas aéreos no tripulados durante las Jornadas de Demostración de Defensa Aérea Terrestre de las Fuerzas Armadas de Finlandia.
Realizada en el campo de tiro de Lohtaja en condiciones invernales y en terreno boscoso, la prueba evaluó la capacidad del sistema para detectar, rastrear y derrotar objetivos, desde rápidos drones a reacción hasta pequeños cuadricópteros, en un entorno operacionalmente realista, según declaraciones de la compañía.
El Skyspotter se entiende mejor como un nodo desplegable anti-UAS que concentra detección, identificación, ataque electrónico y comando y control en un paquete modular. Rheinmetall lo presenta como un sistema multisensorial de alerta temprana y reconocimiento con una arquitectura abierta, que permite a los usuarios adaptar sensores y efectores a medida que evolucionan las amenazas.
La compañía también presentó una configuración de rápido despliegue montada en un camión militar Rheinmetall HX, lo que subraya su enfoque operativo en la movilidad y la capacidad de supervivencia, más que en la protección de sitios fijos.

Desde un punto de vista técnico, el contenedor de sensores Skyspotter integra radares de banda S y banda X con alcances de detección de aproximadamente 5 km y 7,5 km, respectivamente, junto con un paquete de verificación electroóptica que combina cámaras diurnas y térmicas con un telémetro láser.
Las funciones automáticas de adquisición, seguimiento e identificación están diseñadas para funcionar contra objetivos pequeños que vuelan a baja altura y a baja velocidad en entornos congestionados, una característica definitoria de la amenaza de drones observada en Ucrania. Se pueden añadir sensores localizadores de emisores pasivos para detectar y geolocalizar enlaces de control de drones sin emitir energía de radar, lo que mejora la supervivencia contra el contraataque.
La relevancia operativa reside en el diseño de Skyspotter para activar rápidamente los efectores y proteger a los operadores.
Rheinmetall demostró una arquitectura que combina Skyspotter, sensores pasivos deslocalizados y un refugio de comando y control dedicado, ubicado a una distancia segura de los elementos emisores. Esto refleja las lecciones aprendidas en el campo de batalla de Ucrania, donde los equipos antidrones se convierten rápidamente en objetivos de alto valor y deben confiar en la dispersión, el ocultamiento y la rápida reubicación para sobrevivir.
Un elemento clave del armamento, destacado durante la demostración finlandesa, es el énfasis de Rheinmetall en una solución de destrucción masiva basada en un cañón revólver de 30 mm que dispara munición KETF programable.
Este tipo de munición expulsa una nube de subproyectiles de tungsteno frente al objetivo, creando un cono letal que aumenta significativamente la probabilidad de impacto contra drones pequeños y ágiles. La naturaleza cinética de este efecto es especialmente relevante ante los ataques masivos con drones, donde la dependencia exclusiva de misiles costosos no es sostenible ni asequible.
La torreta Skyranger 30 ofrece un claro punto de referencia para este enfoque. Rheinmetall describe un alcance de combate efectivo de hasta 3000 metros, una cadencia de fuego nominal de aproximadamente 1200 disparos por minuto y más de 250 proyectiles listos, con opciones para integrar misiles de defensa aérea de corto alcance para una cobertura estratificada.
Tácticamente, esto permite a los comandantes combinar el ataque electrónico para desbaratar drones, el fuego para derrotarlos a corta distancia y los misiles para objetivos a mayor altitud o mayor alcance, todo dentro de un único sistema integrado.
La guerra en Ucrania ha demostrado que los drones ya no son herramientas de reconocimiento especializadas, sino armas de producción en masa utilizadas para vigilancia, ataque y desgaste.
Los ejércitos occidentales se apresuran ahora a reconstruir las capas de defensa aérea de corto alcance y contra UAS que se dejaron debilitar tras la Guerra Fría. En este contexto, la demostración de Rheinmetall se centró menos en mostrar tecnología y más en demostrar que un escudo antidrones multicapa, móvil y asequible puede funcionar en condiciones reales de campo.
Alain Servaes


