Rusia amplía sus capacidades estratégicas de largo alcance con la entrega de dos bombarderos Tu-160M.
El ministro de Defensa ruso, Andrei Belousov, ha anunciado la entrega de dos bombarderos estratégicos Tu-160M a las Fuerzas Aeroespaciales Rusas. Los medios estatales rusos confirmaron la entrega, pero no aclararon si se trataba de aeronaves nuevas o modernizadas. Esta medida pone de manifiesto el compromiso de Moscú de mantener sus fuerzas de ataque de largo alcance y disuasión nuclear a pesar de las sanciones.
Esta entrega se produce en un momento en que la aviación rusa de largo alcance se encuentra bajo presión debido a las sanciones occidentales contra la industria aeroespacial y de defensa. La llegada de nuevas aeronaves indica la determinación de Moscú de preservar, y en la medida de lo posible, regenerar, su capacidad de ataque de largo alcance como elemento central de su estrategia de disuasión nuclear y convencional.
El Tu-160M es la última variante profundamente modernizada del Tu-160, el bombardero pesado supersónico de diseño soviético, desarrollado en la década de 1970 y puesto en servicio en la segunda mitad de la década de 1980. Externamente, conserva el mismo fuselaje de geometría variable, pero la modernización se centra en el interior: aviónica rediseñada con arquitectura digital, una moderna cabina de cristal, navegación y comunicaciones actualizadas, adaptadas a los requisitos actuales de mando y control, ayudas defensivas y funciones de guerra electrónica renovadas, y un nuevo estándar de motor de producción (NK-32-02) diseñado para mejorar la fiabilidad y el ahorro de combustible, a la vez que facilita el mantenimiento a largo plazo.
El objetivo declarado de este paquete es prolongar la vida útil del bombardero durante décadas y mantener la plataforma compatible con las armas de largo alcance en constante evolución, lo que le permitirá seguir siendo un elemento central de la fuerza aérea rusa de largo alcance, tanto en funciones convencionales como nucleares.
El Tu-160M se caracteriza por ser una plataforma de alta carga útil diseñada principalmente para lanzar misiles de crucero de largo alcance, en lugar de penetrar defensas aéreas densas para lanzar munición no guiada. Su armamento principal se aloja en dos bahías internas equipadas con lanzadores rotatorios, una configuración que suele albergar hasta doce misiles de crucero de gran tamaño por salida. Según estimaciones de fuentes abiertas, la capacidad total de armamento interno oscila entre las 40 y las 45 toneladas, según la configuración.
Las municiones principales del bombardero son variantes de la familia Kh-55, incluyendo el Kh-555 con armamento convencional y las series Kh-101/Kh-102, que sirven como opciones convencionales y nucleares, respectivamente. Sin embargo, las bahías internas también pueden adaptarse para cargas alternativas, incluyendo misiles más pequeños como el Kh-15 y, en algunas configuraciones citadas en fuentes abiertas, armas de caída libre cuando se equipan con los soportes adecuados.
Los dos aviones, entregados en 2025, forman parte de un programa más amplio para modernizar la flota de Tu-160 y reiniciar parcialmente la producción en la Planta de Aviación de Kazán, un proceso iniciado a mediados de la década de 2010. Las autoridades rusas optaron por renovar los fuselajes supervivientes de la era soviética y autorizar la fabricación de un número limitado de aviones Tu-160M de nueva construcción. Durante la última década, este esfuerzo ha incluido la modernización progresiva de los bombarderos existentes, las pruebas de vuelo de aeronaves equipadas con nuevos motores y aviónica, y el lanzamiento de al menos un Tu-160M de nueva construcción, confirmado a principios de la década.
Para la OTAN, especialmente para los miembros europeos, la creciente sofisticación de las plataformas de misiles de crucero rusas subraya la importancia de desarrollar sistemas de defensa aérea y antimisiles estratificados que puedan resistir ataques a gran escala y de largo alcance iniciados desde el interior del territorio ruso. Al mismo tiempo, estas nuevas entregas ilustran un hecho industrial clave: mientras la planta de Kazán siga produciendo y modernizando los fuselajes del Tu-160, Rusia conserva la capacidad de mantener y modernizar su flota de bombarderos, incluso si programas de nueva generación como el PAK DA sufren nuevos retrasos.
La llegada de dos aviones Tu-160M adicionales no modifica radicalmente el equilibrio estratégico general, pero envía una clara señal de que Moscú pretende invertir en aviación de largo alcance a largo plazo y adaptar su flota de bombarderos a las exigencias de una confrontación prolongada con Occidente. Cada bombardero nuevo o modernizado aumenta el número de plataformas capaces de lanzar misiles de crucero de largo alcance, refuerza la narrativa rusa de que sus fuerzas estratégicas se mantienen robustas y ofrece un instrumento de gran visibilidad para la comunicación diplomática y militar.
La verdadera prueba será si Rusia puede mantener un ritmo regular de entregas de Tu-160M en los próximos años, protegiendo a la vez estas aeronaves de nuevos ataques, convirtiendo los anuncios aislados en un refuerzo duradero de su capacidad de ataque de largo alcance.
Teoman S. Nicanci


