Submarinos S-80: una pequeña luz al final del largo túnel.
En un encuentro con los medios de comunicación, celebrado en el Cuartel General de la Armada, el Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Almirante Teodoro López Calderón, ha informado —entre otros principales programas— de las fechas previstas de llegada del nuevo y esperado submarino S-80.
Después de los muchos retrasos que ha tenido el programa debido a un problema en el balance de pesos y diseño, nuevamente ha necesitado ser rediseñado con la ayuda de la empresa estadounidense Electric Boat de General Dinamics. En el nuevo diseño, se ha aumentado la eslora en casi 10 metros, lo que ha supuesto su alargamiento con 16 cuadernas respecto al diseño inicial de 2012. Esto ha puesto de manifiesto los problemas del programa a la gestión y capacitación técnica. No obstante, resueltas estas dificultades, la Armada considera el programa viable para su ejecución.
Este retraso ha significado que los actuales submarinos S-70, recibirán un nuevo ciclo de vida a través de una quinta gran carena, comenzando por el Galerna en el 2018 para posteriormente seguir con el Mistral y el Tramontana.
La entrega de los nuevos submarinos por parte de Navantia, será, salvo nuevos retrasos no previstos, el Isaac Peral (S-81), primero de la serie, en diciembre de 2021, aunque habrá que esperar hasta el año 2023 para que pueda considerarse totalmente operativo. La segunda unidad, Narciso Monturiol (S-82) se entregará 30 meses después de la primera, la tercera, Cosme García (S-83), 22 meses después de la segunda y la cuarta, Mateo García de los Reyes (S-84),16 meses después de la tercera.
Debido a los retrasos de todo el programa, los dos primeros submarinos no contarán con el nuevo sistema de Propulsión Independiente de Aire (AIP) que les será incorporado posteriormente, coincidiendo con el momento en el que realicen la primera gran carena. Las unidades tercera y cuarta, llevarán el sistema incorporado cuando sean entregados a la Armada.
Todos los retrasos acumulados han supuesto un aumento económico en las previsiones iniciales que en su momento se presupuestaron, pasando de los 2.100 millones aprobados para los cuatro submarinos hasta una nueva cifra final que se considera próxima a los 4.000 millones de euros.