Rusia eleva el número de muertos a 89 en el ataque ucraniano.

El Ministerio de Defensa ruso ha actualizado el número de víctimas mortales del reciente ataque ucraniano en la región oriental de Donetsk del país a algo menos de 90.

En un principio, había dicho que habían muerto unos 63 militares, pero el miércoles facilitó un nuevo recuento de 89. El Ministerio también dijo que el ejército ucraniano llevó a cabo el ataque utilizando un sistema de cohetes de artillería de alta movilidad proporcionado por Estados Unidos, conocido como HIMARS.

Por su parte, el ejército ucraniano dijo que al menos 400 soldados rusos habían muerto y otros 300 resultaron heridos, la diferencia entre los datos de inteligencia de las dos partes pone de relieve que ambos países tienen intereses en alterar los recuentos de muertos no verificados.

El Ministerio de Defensa ruso afirmó que el uso ilícito de teléfonos móviles personales por parte de los soldados había permitido a los ucranianos rastrear y descubrir su ubicación que se encontraban en un pabellón deportivo de la ciudad utilizado por las fuerzas rusas como acuartelamiento.

«Las circunstancias del incidente están siendo investigadas actualmente por una comisión. Pero ya es obvio que la razón principal, a pesar de la restricción, fue el encendido y uso masivo de teléfonos móviles por parte del personal dentro de la zona de alcance del fuego enemigo. Este factor permitió al enemigo localizar al personal para lanzar el ataque con misiles», escribió en Telegram el primer subjefe de la Dirección Principal Político-Militar de las Fuerzas Armadas de Rusia, teniente general Sergei Sevryukov.

Algunos blogueros militares rusos expresaron su escepticismo tanto sobre el número de muertos como sobre la afirmación de que los datos de los teléfonos móviles proporcionaron la clave para que Ucrania los localizara.

Igor Girkin, ex comandante de las tropas prorrusas en el este de Ucrania, reconoció que el número de muertos se contaba por centenares, y Semyon Pegov, que escribe bajo el alias de «WarGonzo» y recibió un premio del presidente ruso Vladimir Putin hace unas semanas, dijo: «En la medida en que podemos confiar en nuestras propias fuentes que trabajan en el lugar donde ocurrió esta tragedia, en este momento todavía están desenterrando los escombros. … Y, por desgracia, el número de víctimas de esta tragedia -el ataque con HIMARS en los cuarteles de los militares recién movilizados y en activo, incluida la Guardia Nacional- podría ser mayor».

Sevryukov señaló que dos de los seis cohetes habían sido interceptados en el ataque, mientras que los otros cuatro, equipados con ojivas de alto poder explosivo, alcanzaron el edificio donde se encontraba el personal militar ruso. El Ministerio de Defensa británico señaló que la magnitud de los daños pudo deberse a que los rusos habían estado almacenando munición en las inmediaciones, lo que provocó explosiones secundarias.

«Dada la magnitud de los daños, existe una posibilidad realista de que se estuviera almacenando munición cerca del alojamiento de las tropas, que detonó durante el ataque creando explosiones secundarias», dijo el ministerio en su última actualización sobre la guerra. «El edificio se encontraba a sólo [unas 7,5 millas] del sector Avdiivka de [la] línea del frente, una de las zonas más intensamente disputadas del conflicto. El ejército ruso tiene un historial de almacenamiento inseguro de munición desde mucho antes de la guerra actual, pero este incidente pone de relieve cómo las prácticas poco profesionales contribuyen al alto índice de bajas de Rusia.

En los últimos días, Rusia ha seguido utilizando aviones no tripulados de fabricación iraní para golpear las infraestructuras energéticas de Ucrania en medio de un gélido invierno que ha dejado a millones de civiles sin electricidad, calefacción ni agua corriente en algunos momentos desde que Moscú adaptara esta estrategia allá por octubre. En los primeros días de 2023, Rusia lanzó más de 80 drones iraníes contra objetivos ucranianos desde que comenzó el nuevo año, dijo el lunes el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, mientras advertía de que esto podría ser el comienzo de un «ataque prolongado».

El éxito de Rusia en Ucrania se debe principalmente a su uso de los drones «kamikazes» iraníes mientras el ejército se estanca en el campo de batalla, en parte debido a la rápida disminución de sus arsenales y a la falta de una base industrial suficiente para reemplazarlos.

Mike Brest