El gobierno de Estados Unidos insta a Canadá para que adquiera aviones de combate estadounidenses.
El gobierno estadounidense está pidiendo una vez más a Canadá a que adquiera aviones de combate fabricados en Estados Unidos para reemplazar su flota de Hornets CF-18, un día después de que el Pentágono amenazara con retirar los F-35 del concurso de 26.000 millones de dólares para los nuevos aviones.
Los mensajes contradictorios del gobierno de Estados Unidos muestran cómo los estadounidenses intentan evitar un proceso de licitación que favorecería a los fabricantes europeos a expensas del Lockheed Martin F-35 o del Boeing Super Hornet.
El gobierno canadiense está a pocas semanas de lanzar un concurso para la compra de 88 nuevos aviones de combate, con las dos empresas estadounidenses preparadas para competir contra los europeos Gripen y Eurofighter Typhoon.
En una declaración de ayer, el gobierno estadounidense pidió a Canadá que se asegure de que sus aviones de combate puedan operar junto con los aviones militares estadounidenses en todo el mundo. El punto «crucial», según el gobierno estadounidense, es la participación de Canadá en el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD) que controla el espacio aéreo canadiense y estadounidense.
Solo los aviones de combate construidos en Estados Unidos operan actualmente en el NORAD y los aviones europeos se enfrentarían a obstáculos tecnológicos para lograr la capacidad de integrarse plenamente en la alianza militar binacional.
«Seguimos creyendo en la importancia de la interoperabilidad de la OTAN y el NORAD como un componente crucial de la adquisición por parte de Canadá de activos de defensa», declaró Joseph Crook, portavoz de la embajada de Estados Unidos en la capital canadiense.
Crook añadió que el gobierno estadounidense sigue «esperanzado de que las empresas estadounidenses puedan participar en procesos de competencia abiertos y transparentes que puedan respaldar las obligaciones de Canadá con la OTAN y el NORAD, especialmente cuando se trata de capacidades de compromiso cooperativo».
El lunes, el Instituto Macdonald-Laurier publicó cartas de funcionarios estadounidenses que advirtieron a sus homólogos canadienses el año pasado de que el F-35 podría ser retirado del concurso a menos que se modificaran los requisitos de Canadá en materia de beneficios industriales.
El gobierno estadounidense está preocupado por la política de beneficios industriales y tecnológicos de Canadá (ITB), que exige que el ganador del contrato invierta el equivalente del coste de adquisición en Canadá.
Construido por Lockheed Martin, el F-35 es un avión sigiloso desarrollado por un consorcio internacional de militares aliados bajo un programa que rechaza específicamente la aplicación de los beneficios industriales tradicionales. Canadá ha sido miembro del programa desde 2006.
En una entrevista después de una reunión del gabinete el martes, el ministro de Defensa canadiense, Harjit Sajjan, dijo que había tratado de tranquilizar a los estadounidenses al señalar que el gobierno de Canadá se centrará principalmente en las capacidades técnicas para decidir qué aviones comprar.
“En primer lugar, la capacidad del avión es la prioridad número uno. Asegurarnos de que satisfacemos las necesidades de la Fuerza Aérea, es la prioridad principal. Siempre nos aseguraremos de que esto suceda así”, afirmó Sajjan.
Añadiendo que obtener beneficios para la economía canadiense también es importante, aunque sugirió que el asunto tendrá menos importancia en la ponderación final de las ofertas.
En un discurso en el que expuso su política de asuntos exteriores el martes, el líder conservador Andrew Scheer señaló que buscará modernizar la alianza NORAD si su partido forma el próximo gobierno, incluso mediante la compra de aviones de combate que puedan defender a América del Norte junto a la flota estadounidense.
«Actuaré para seleccionar un nuevo avión de combate a través de una competición abierta y me aseguraré de que los nuevos aviones sean interoperables con nuestros aliados estadounidenses», aseguró Scheer.
El vicealmirante Mathias Winter, de la Armada de Estados Unidos Marina, explicó en una carta en diciembre pasado que Canadá había recibido 1.300 millones de dólares en beneficios económicos por su participación en el programa F-35 hasta el momento.
The Globe and Mail
El hecho de que las excelentes fragatas F110 puedan incorporar el «AEGIS» es un hito a seguir en la Interoperatibidad de la OTAN (pronto OTANS) que ademàs apuntala los Esfuerzos con mínimo Gasto.
El gobierno Americano no debe presionar al gobierno canadiense de comprarle sus armas que los canadiensies elijan donde comprar de rrepente opta por los armamentos rusos
Resulta muy difícil para Canadá la cercanía con EE.UU. En el pasado el coloso norteamericano terminó cercenando el desarrollo de la aviación militar canadiense indígena y obligando a Canadá a abastecerse casi exclusivamente con material militar estadounidense Hasta nuestros días. Pareciera que esto estuviera cambiando en Canadá, al incluir en el contrato por 88 nuevos cazas, que todos los oferentes proporcionen contraprestaciones económicasiguales al valor de su contrato propuesto, pudiendo competir sólo los proveedores que ofrezcan garantías contractuales.
Esto hace que se clasifique algo el panormal para el futuro. Dassault(con el Rafale) se retiró del concurso justamente por está causa. Boeing (con el F-18 Súper Hornet Advanced) tiene problemas similares, aunque es el avión idóneo para reemplazar los Hornet anteriores. En realidad es Saab quien tiene mayores ventajas en términos de contrato, pues ofrece además de un excelente producto (Grippen NG), condiciones similares a las del contrato brasileño: transferencia tecnológica y fabricación nacional de las aeronaves. Además, por cada Typhoon o F-35 se pueden adquirir dos Grippen.
El Typhoon puede cumplir perfectamente la complementación con el material norteamericano para incorporarse al NORAD, pero su costo es similar o superior al del F-35, y probablemente encuentre dificultades para que sea fabricado fuera de Europa porque su costo subiría aún más. El F-35 no puede ser fabricado en Canadá, al menos que cambie la política industrial de Lockheed-Martin. Pero Canadá es socio del consorcio fabricante y también se beneficiaría el gobierno canadiense por cada avión fabricado. Además, el retiro de Turquía podría significar un incremento en la participación de la industria canadiense.
En definitiva, son tres los aviones que podrían encarar el tramo final con éxito: el F-18 SHA, el Grippen NG y el F-35, pero el Lightning II no es un caza y no cumpliría con la exigencia del NORAD. Por lo tanto, las mayores posibilidades las tendrían el F-18 y el Grippen. Boeing se verá en la obligación de ofrecer algo más que un buen avión a Canadá para salir vencedor del contrato.
Según el artículo también tiene opción es el euro caza