Cómo China podría convertirse en una superpotencia naval con 6 portaaviones.
Una flota de seis portaaviones podría hacer perder al gobierno chino decenas de miles de millones de dólares. La Marina de Estados Unidos gasta 14.000 millones de dólares para construir cada nuevo portaaviones de la clase Ford. Un solo buque de la clase Nimitz cuesta alrededor de 500 millones de dólares por año para operar.
La marina china podría contar con hasta seis portaaviones a mediados de la década de 2030, han manifestado expertos a los medios estatales.
Seis portaaviones podrían permitir a Pekín equipar a cada una de sus flotas regionales con dos plataformas navales. Un barco podría estar desplegado mientras que el otro se somete a mantenimiento.
No se conoce exactamente cuánto le costaría a China una flota de seis portaaviones. Pero sería mucho.
Song Zhongping, un experto militar chino y comentarista habitual de televisión, ha dicho al Global Times que China necesita al menos cinco portaaviones para ejecutar su estrategia militar. Por su parte, Wang Yunfei, oficial retirado de la marina y experto en estrategias de guerra, ha añadido que para cubrir su área de influencia Pekín necesita al menos seis buques con las últimas tecnologías de armas a bordo.
El ministerio de defensa chino se ha negado en repetidas ocasiones a desvelar el número de portaaviones que planea adquirir.
Dejando a un lado el alto coste de cada buque, seis portaaviones serían la cantidad adecuada para cubrir sus amplias zonas de patrulla. En la actualidad la marina china incluye tres flotas regionales, una para cada una de las costas del norte, este y sur de China.
En 2018, cada flota disponía de entre 20 y 30 grandes buques de guerra de superficie, al menos una docena de submarinos y una cantidad sin determinar de buques anfibios. Sólo una de ellas, el Northern Theatre Navy con sede en Qingdao, operaba con el portaaviones Liaoning, el antiguo barco ucraniano reformado por China y convertido hasta el momento en su única plataforma para aviones.
Si China construye finalmente seis portaaviones, cada flota en teoría podría tener dos grandes plataformas. Uno siempre estaría disponible para las operaciones, suponiendo que China siga el mismo tipo de calendario de despliegue que la Armada de los Estados Unidos.
La flota de EE.UU. puede desplegar seis de sus 11 portaaviones en un plazo de 30 días después de una crisis, más un séptimo dentro de los 90 días.
El buque chino Liaoning desplaza 55.000 toneladas. Su planta motriz no es nuclear y, para el lanzamiento de aviones, cuenta con una rampa en lugar de catapultas al estilo americano. El buque hermano Shandong o Tipo 001A el primer portaaviones de construcción nacional China, comenzó las pruebas de mar en 2018 y se prevé su entrega a la Armada China en 2019.
Los dos buques sufren limitaciones similares debido a su falta de catapultas. El diseño de la rampa probablemente limita el peso máximo de lanzamiento de los aviones a 30 toneladas, reveló una antigua fuente de la marina china.
El caza naval J-15 de China pesa casi 20 toneladas vacio. El combustible generalmente representa la mayor parte de la carga útil disponible de 10 toneladas, limitando la carga normal de armas del caza a solo unos pocos misiles pequeños. Los portaaviones de la Armada de Estados Unidos utilizan catapultas de vapor para lanzar aviones de hasta 50 toneladas de peso.
Lo que no quiere decir que el Liaoning y su nave gemela no sean útiles. «Aunque el Liaoning tiene una capacidad sustancialmente inferior a la de un portaaviones de la Armada de EE.UU., proporciona una cobertura ampliada de defensa aérea para los grupos de trabajo en el mar y se está utilizando para desarrollar más pilotos navales, tripulaciones de cubierta y tácticas de China», señala el Departamento de Defensa de Estados Unidos en la edición de 2018 de su informe anual sobre el ejército chino.
Un tercer portaaviones chino, igualmente no nuclear, está en construcción en Shanghai. Se dice que ese buque al parecer si cuenta con catapultas. Wang añade que los buques número cinco y seis también podrían tener propulsión nuclear, lo que las hace aproximadamente equivalentes a las plataformas de clase Nimitz y Ford de la Armada estadounidense, cada una de las cuales desplaza alrededor de 100.000 toneladas.
Song supone que los dos portaaviones chinos equipados con rampas permanecerían cerca de las costas chinas, mientras que los barcos más grandes equipados con catapultas navegarían más lejos hacia los océanos Pacífico e Índico. En sus primeros tres despliegues de entrenamiento en 2014 y 2017, el Liaoning ha estado navegando aproximadamente el mismo camino desde el norte hasta el sur de China y viceversa, cada vez bordeando por el exterior a la isla de Taiwán.
Nada indica que Pekín no pueda disponer de 6 o más portaaviones a mediano plazo. De todas maneras hay que hacer ciertas consideraciones. Un portaaviones es componente central de un grupo mayor de naves de superficie y submarinos, jamás actúa solitariamente. Esto implica navegar y maniobrar en formación, lo que se traduce en tripulaciones altamente entrenadas. La instrucción y el entrenamiento llevan mucho tiempo y gran costo, pues las naves deben mantenerse mucho tiempo en la mar, e implica de la misma manera altos costos de mantenimiento de los buques y sistemas. Con respecto a los portaaviones en sí mismos, sería importante conocer la real efectividad de los buques chinos. En primer lugar un portaaviones es no sólo un buque, sino un aeropuerto flotante, cuya misión es descubrir al enemigo, preparar la mejor manera de eliminarlo con los medios aéreos a bordo, desplegar las aeronaves con el armamento adecuado en el menor tiempo posible, y una vez realizada las misiones, recoger los aviones y, si es necesario, prepararlos para un nuevo ciclo operativo. De la misma manera, y simultáneamente, el buque debe hacer frente a las amenazas que puedan presentársele. Esto, que pareciera simple lógica necesita de muchos factores que deben funcionar coordinadamente y necesita un entrenamiento intenso del componente humano para que lo descrito pueda llevarse a cabo. Es decir, que un portaaviones es una maquinaria con múltiples engranajes que deben marchar coordinadamente como un reloj, y ejecutarse lo más velozmente posible. Pensemos sólo por un instante que en una guerra declarada no habrá blanco más tentador para el enemigo que estos buques. Por lo tanto, no sólo deben preparar y ejecutar sus ataques efectiva y rápidamente, sino reaccionar ante múltiples amenazas, que pueden provenir del aire, el mar, bajo la superficie, de la tierra si se navega en aguas cercanas a la costa y hasta del espacio. El coste de los EE.UU en mantener, equipar y entrenar 11 portaaviones listos para operar es astronómico. Veremos si China está dispuesta a invertir muchísimo dinero en adquirir una enorme flota con 6 o más portaaviones, y gastar mucho más en entrenarla para que sea realmente efectiva. Otras cuestiones acerca de los portaaviones tienen que ver con su estructura interna, la disposición de los hangares, los elevadores, los pañoles, los depósitos de combustible, los sistemas anti incendios y control de daños, entre tantos otros ítems, todos los cuales hacen también a la efectividad del buque como arma. Todo ello sin tener en cuenta el aspecto tecnológico de su razón de ser, los aviones y sus armamentos. EE.UU tiene experiencia en este tipo de buques, China tendrá que ganarla por si misma, partiendo de un antiguo portaaviones ucraniano. Sea como sea, para nosotros simples observadores, será un hermoso espectáculo observar cómo la marina de la milenaria China le planta cara al gigante norteamericano.