Completado el segundo prototipo del avión de entrenamiento de combate Yak-130M de Rusia.
El conglomerado estatal ruso Rostec ha anunciado que el primer prototipo del Yak-130 M está listo para las pruebas en Irkutsk, el principal centro de producción de la Corporación Aeronáutica Unida (UAC).
El programa se centra en operaciones ininterrumpidas en condiciones meteorológicas adversas. Dos semanas después, el departamento de comunicaciones de la UAC informó que el Yakovlev había completado un segundo prototipo y que se estaba desarrollando un tercer fuselaje, siguiendo el ritmo del plan de pruebas de tres aeronaves anunciado inicialmente en el foro ARMY-2024.
La variante M incorpora el radar BRLS-130R, un sensor electroóptico SOLT-130K, el sistema de autoprotección President-S130 y el complejo de comunicaciones KSS-130, todo ello con el objetivo de mejorar la detección, la precisión y la capacidad de supervivencia, a la vez que se mantiene su función principal de entrenamiento.
La trayectoria del Yak-130M sigue la lógica ya descrita por Rostec a principios de octubre, cuando el prototipo se declaró listo para las pruebas y se reportaron dos fuselajes adicionales en la línea de Irkutsk. La actualización persigue un doble objetivo: fortalecer el atractivo para la exportación y ampliar la idoneidad de la plataforma para misiones de ataque ligero y patrullaje aéreo, tanto diurnas como nocturnas, en cualquier condición meteorológica.
La evolución se basa en la integración de un radar BRLS-130R, un sensor electroóptico SOLT-130K, el sistema de autoprotección President-S130 y el complejo de comunicaciones KSS-130. En conjunto, estos sistemas buscan ampliar el radio de detección, mejorar la precisión de las armas y aumentar la capacidad de supervivencia frente a amenazas tierra-aire y aire-aire.
El Yak-130M deriva del Yak-130, cuya arquitectura digital y aviónica ya respaldan la preparación de tripulaciones para cazas de cuarta y quinta generación. La propulsión utiliza dos turbofán AI-222-25, cada uno con una potencia nominal de 2500 kgf para el despegue, una configuración reconocida por su rendimiento de ascenso y un manejo sostenido de la carga g, útil para emular los regímenes de vuelo de las aeronaves multifunción actuales. La estructura transporta hasta 3000 kg en nueve puntos de anclaje, lo que permite combinar municiones guiadas y no guiadas, módulos de puntería, tanques externos e inhibidores de interferencias.
Esta carga, ya validada en la versión base, es esencial para confirmar los perfiles de empleo aire-tierra y aire-aire de la variante modernizada. El concepto de uso declarado por Rostec también incluye armas aire-aire y efectos aire-tierra guiados por satélite y láser, con operaciones 24/7 en condiciones meteorológicas adversas.
Los sensores y enlaces del Yak-130 M están diseñados para generar una imagen táctica robusta y práctica. El BRLS-130R está diseñado para proporcionar vigilancia en cualquier condición climática, incluyendo contra objetivos de baja visibilidad, como drones de clase mini, a corto alcance. El SOLT-130K combina telémetro de TV, IR y láser para adquisición y designación pasiva. Esto resulta útil en operaciones de control de emergencia (EMCON), cuando la tripulación limita las emisiones. La integración del President-S130 busca reducir la vulnerabilidad a los MANPADS y los radares de combate mediante la combinación de receptores de alerta, señuelos y contramedidas. El KSS-130 proporciona comunicaciones de voz y datos actualizadas que facilitan su integración en un RMP/COP nacional y mejoran la interoperabilidad con sistemas de armas más pesados.
Los parámetros detallados, como el alcance del radar, las ayudas de puntería y la resistencia del ECM, no se han especificado públicamente, pero la filosofía de diseño es clara: una plataforma de entrenamiento que puede adaptarse a demanda para obtener efectos cinéticos precisos con una carga logística ajustada.
A nivel táctico y operativo, el Yak-130M cumple un nicho práctico. Su autonomía y su coste comparativamente bajo por hora de vuelo lo convierten en candidato ideal para apoyo aéreo cercano en entornos permisivos, patrullas ligeras de defensa aérea, escolta de convoyes y tareas antidrones cuando el ritmo exige una presencia constante. Con nueve estaciones y 3.000 kg de pertrechos, puede combinar misiles aire-aire de corto alcance para autoprotección, municiones guiadas por láser o satélite para ataques de oportunidad y cápsulas de reconocimiento para construir un COP dinámico a escala de teatro de operaciones local.
No obstante, la aeronave depende de una estrecha coordinación con sensores externos, en particular MALE ISR y radares terrestres, para ampliar su burbuja de detección y evitar la exposición prolongada a las defensas aéreas de medio y largo alcance. En una configuración centrada en la red, ofrece una alta tasa de salidas a un coste controlado, útil para entrenamiento avanzado, mantener el ritmo operativo y, cuando sea necesario, reducir el número de objetivos con defensas ligeras.
La relevancia del programa va más allá del entrenamiento. En el ámbito de la exportación, Moscú se dirige a las fuerzas aéreas que buscan un entrenador avanzado convertible a un avión de ataque ligero con requisitos de desplazamiento limitados y una base de mantenimiento comparativamente sencilla. Rostec presenta la variante M como una respuesta para los clientes que no pretenden adquirir aeronaves más pesadas y costosas, y que prefieren un aumento gradual de la capacidad, manteniendo la compatibilidad con los arsenales existentes.
Rusia aprovecha la flota existente de Yak-130 y los canales de Rosoboronexport establecidos, posicionándose frente a la competencia en el segmento de entrenamiento de cazas de primera línea y ataque ligero. Estratégicamente, el progreso del Yak-130M se produce a medida que los conflictos de alta y media intensidad renuevan el interés en aeronaves de bajo coste capaces de soportar ciclos de ataque ISR. Con el tiempo, esto podría influir en las decisiones de adquisición en Asia Central, Oriente Medio y algunos socios del BRICS, a la vez que complica la gestión del control de armas convencionales y los regímenes de sanciones.
Los estados europeos y la OTAN siguen de cerca esta dinámica en vista de las transferencias de tecnología y los efectos de la interoperabilidad regional.
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