Corea del Sur entra en la carrera por los aviones de combate de sexta generación.
La compañía surcoreana Hanwha Aerospace ha lanzado un video promocional con una animación conceptual de un avión de combate de sexta generación, lo que indica la intención de Corea del Sur de participar en la carrera de desarrollo de cazas de sexta generación.
Hanwha Aerospace planea basar el motor de este futuro avión en motores de turbina de gas de desarrollo nacional coreano, actualmente en preparación para el caza KF-21 Bloque 3. La compañía afirmó que las tecnologías aeroespaciales, en particular los motores de aeronaves, se consideran los motores de crecimiento futuro de Hanwha.
Se ha hecho especial relieve en su trabajo con redes globales de investigación y desarrollo de motores, y en su objetivo de seguir fortaleciendo la experiencia técnica mediante la producción de motores para aeronaves tripuladas y no tripuladas, tras el desarrollo del radar AESA y los motores para el KF-21. El video no reveló detalles técnicos específicos sobre el caza de sexta generación, pero destacó la estrategia de Hanwha de aprovechar los avances existentes del KF-21.
Tras un análisis detallado, este concepto parece mostrar una configuración de ala delta sin cola ni estabilizadores verticales, lo que indica un diseño enfocado en reducir la sección transversal radar. El fuselaje está integrado con la estructura alar, característica de las aeronaves desarrolladas para minimizar la observabilidad radar.
La aeronave está equipada con dos motores con toberas de empuje vectorial y escapes parcialmente encapsulados, lo que podría sugerir un esfuerzo por reducir las señales infrarrojas y permitir características de vuelo de alto rendimiento como el supercrucero. No se aprecian puntos de anclaje externos ni armas, lo que podría indicar que se transportarían armas internamente. El diseño incluye una cabina, lo que demuestra que la plataforma está diseñada para ser tripulada o con opción de serlo, lo que se corresponde con las directrices actuales de desarrollo de la sexta generación, que implican flexibilidad para misiones autónomas o pilotadas.
Aunque los sensores externos no son visibles, los diseños de sexta generación suelen incluir una cobertura de sensores de 360 grados, inteligencia artificial a bordo para el análisis de amenazas y el apoyo a la toma de decisiones, y conectividad de red para la integración en operaciones multidominio.
Corea del Sur ha estado investigando constantemente diversas tecnologías cruciales para los cazas de sexta generación, junto con el desarrollo del KF-21 Boramae, clasificado como caza de 4.5 generaciones. Estas incluyen la integración interna de la bahía de armas, el desarrollo de sistemas de enlace de aeronaves no tripuladas (KUS-X), la colaboración entre aeronaves tripuladas y no tripuladas (MUM-T), armamento láser y tecnologías de inteligencia artificial para el conocimiento de la situación táctica y la optimización de misiones entre múltiples UAV.
En septiembre de 2020, la Agencia para el Desarrollo de la Defensa (ADD) realizó una demostración de la potencia de un arma láser en el polígono de pruebas de Anheung, en Taean, donde un láser de 20 kW penetró con éxito un objetivo de acero fabricado con materiales similares a los utilizados en misiles y drones norcoreanos. En 2021, la ADD anunció planes para investigar tecnologías de autonomía para reducir la carga de misión del piloto en operaciones tripuladas y no tripuladas, y el Cuartel General de la Fuerza Aérea inició un estudio sobre la efectividad de la misión de los sistemas compuestos de aeronaves de combate tripuladas y no tripuladas.
Las investigaciones coreanas buscan incorporar tecnologías de IA capaces de reconocer entornos tácticos, distribuir tareas a los UAV y permitir una autonomía avanzada para reducir la carga de trabajo del piloto, optimizando así el rendimiento en combate en tiempo real.
Para 2035, se espera que la inteligencia artificial integrada en los aviones de combate sugiera maniobras evasivas basadas en la distancia, la velocidad y la dirección. Después de 2045, las proyecciones indican que los drones totalmente autónomos, guiados por IA con la capacidad cognitiva de 1000 humanos, podrían operar de forma independiente en combate. Esto incluiría navegación autónoma sin GPS y conciencia táctica impulsada por IA. Investigaciones futuras buscan crear sistemas de control de drones en enjambre y reducir la carga de trabajo del piloto humano mediante la coordinación de misiones gestionada por IA.
Según la información disponible, el futuro concepto de caza surcoreano podría incorporar una amplia gama de tecnologías de sexta generación. Estas incluyen la integración de IA para asistir a los pilotos en la toma de decisiones, el control total de los UAVs mediante IA, operaciones centradas en la red de alta capacidad, sistemas de armas láser capaces de interceptar misiles balísticos durante su fase de propulsión y velocidades operativas de hasta Mach 6, lo que permite cubrir la península de Corea en aproximadamente siete minutos.
Se espera que las armas láser para los cazas de sexta generación permitan la destrucción inmediata de objetivos, sin necesidad de cálculos balísticos gracias a la trayectoria rectilínea de la luz. Por ejemplo, el sistema láser demostrado en 2020 fue capaz de realizar ataques precisos contra objetivos pequeños a varios kilómetros de distancia.
Curiosamente, según información publicada por medios surcoreanos en 2024, funcionarios de defensa surcoreanos habrían iniciado conversaciones con Arabia Saudita para el desarrollo conjunto de un caza de sexta generación basado en la plataforma KF-21. La propuesta surcoreana destacó la ventaja de utilizar el programa KF-21 existente para reducir los plazos de desarrollo.
El proyecto implicaría que Korea Aerospace Industries (KAI) desarrollara el KF-21 Bloque 3 para convertirlo en un caza de quinta generación y desarrollara un sistema MUM-T de sexta generación, incorporando vehículos aéreos no tripulados (UAV) furtivos como el Gaori-X1 y sistemas de control de combate basados en IA. Se solicitó la participación de Arabia Saudita tras sus intentos fallidos de unirse al programa GCAP, liderado por el Reino Unido, Italia y Japón. Las negociaciones con funcionarios de defensa saudíes, mostraron una respuesta inicial positiva.
El entorno estratégico más amplio refleja que otras naciones también están desarrollando proyectos de sexta generación. Estados Unidos impulsa el programa de Dominio Aéreo de Próxima Generación (NGAD), con el F-47 de Boeing seleccionado para las futuras necesidades de la Fuerza Aérea estadounidense, mientras que la Armada estadounidense continúa con su programa F/A-XX. Francia, Alemania y España desarrollan el Sistema Aéreo de Combate del Futuro (FCAS).
El Reino Unido, Italia y Japón colaboran en el marco del Programa Aéreo de Combate Global (GCAP) en el proyecto Tempest, con el objetivo de realizar su primer vuelo en 2025. El programa ruso Mikoyan PAK-DP prevé un interceptor con capacidad hipersónica, mientras que los prototipos chinos Chengdu J-36 y Shenyang J-50 habrían completado vuelos de prueba públicos a finales de 2024. Países como India y Suecia también han iniciado programas de investigación de sexta generación.
Rudis03ARG