El jefe de la Fuerza Aérea de EE. UU. confirma que el primer vuelo del caza F-47 de próxima generación tendrá lugar en 2028.
En una rueda de prensa celebrada ayer 12 de noviembre, el general David Allvin confirmó que el caza F-47 de la Fuerza Aérea, desarrollado bajo el programa Next Generation Air Dominance (NGAD), está en camino de realizar su vuelo inaugural en 2028. El F-47, diseñado por Boeing, representa un paso fundamental para mantener la superioridad aérea estadounidense, dado que los F-22 Raptor se acercan al final de su vida útil.
Si bien los detalles permanecen clasificados, el anuncio señala un progreso constante en uno de los programas de defensa más secretos de la historia reciente.
El F-47 no es simplemente el sucesor del F-22; representa una importante evolución en el diseño de combate aéreo, con el objetivo de redefinir el concepto de superioridad aérea. Desarrollado para operar en entornos altamente disputados, el avión integra geometría furtiva avanzada, fusión de sensores, propulsión adaptativa y sistemas tripulados y no tripulados.
Es el elemento central de la familia de sistemas NGAD, diseñada para funcionar como un multiplicador de fuerza en red. Con una velocidad máxima prevista de Mach 2, un alcance de combate superior a los 1800 kilómetros y la capacidad de operar sin problemas junto a drones de apoyo con inteligencia artificial, el F-47 ofrece capacidades muy superiores a las de los cazas de quinta generación actuales. Está diseñado para mantener la superioridad aérea estadounidense en regiones de alto riesgo, particularmente en el Indo-Pacífico, donde las operaciones de largo alcance y la capacidad de supervivencia frente a sistemas avanzados de defensa aérea son cruciales.
Con la adquisición de 185 F-47, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos pretende desplegar una fuerza capaz de lograr una superioridad rápida y adaptativa en futuras operaciones de combate a gran escala.
Este anuncio constituye la referencia pública más explícita al cronograma de vuelo del F-47, que hasta ahora se había mantenido en estricta confidencialidad. Se espera que el caza incorpore tecnologías de sexta generación, incluyendo la capacidad de operar en conjunto con sistemas tripulados y no tripulados, mejoras en la furtividad y sistemas de propulsión avanzados. La Fuerza Aérea de Estados Unidos tiene previsto adquirir estas aeronaves de última generación para consolidar su flota aérea táctica más allá de 2030, una clara señal de que la Fuerza Aérea se está preparando para mantener una capacidad operativa sostenida en conflictos con adversarios similares en la región del Indo-Pacífico y otros escenarios de alta amenaza.
Aunque Boeing aún no se ha pronunciado oficialmente, varias fuentes de defensa con conocimiento directo del programa sugieren que la producción inicial a baja escala ya ha comenzado en las instalaciones de Phantom Works de Boeing en San Luis, bajo estrictas medidas de seguridad. Este centro, que ya ha sido fundamental en el desarrollo del UAV X-45 y el MQ-25 Stingray, se está modernizando para adaptarse a las necesidades de fabricación digital de la estructura clasificada.
Un representante de la industria familiarizado con el asunto informó bajo condición de anonimato, que ya se están fabricando componentes importantes del fuselaje y que al menos dos estructuras entrarán en fase de pruebas en tierra a mediados de 2027.
La importancia estratégica del F-47 reside en su filosofía de diseño: no operará solo. La aeronave es el nodo central del «sistema de sistemas» previsto por la Fuerza Aérea, operando junto a una flota de aeronaves de combate colaborativas (CCA) con inteligencia artificial, drones autónomos diseñados para explorar, interferir e incluso atacar de forma independiente o en coordinación con el caza tripulado. Este concepto se alinea con la doctrina estadounidense emergente, que concibe la superioridad aérea como una capacidad distribuida, interconectada y de supervivencia, en lugar de un combate centrado en una sola plataforma.
Fuentes cercanas al Comando de Combate Aéreo describen al F-47 como un estratega de combate, que dirige y sincroniza a los aviones no tripulados en entornos hostiles.
Si bien el coste por aeronave aún no se ha divulgado, los analistas de defensa estiman que el ecosistema completo del F-47 y el CCA podría elevar el coste total del programa muy por encima de los niveles actuales para los cazas de quinta generación. No obstante, el Pentágono parece decidido a seguir adelante, posicionando al F-47 como una capacidad vital para contrarrestar los avances de China y Rusia en el poder aéreo durante las próximas décadas.
Para Boeing, el F-47 representa un regreso estratégico al ámbito de los cazas tácticos tras más de dos décadas de dominio de Lockheed Martin con el F-35. Los analistas del sector consideran que el papel de Boeing en el NGAD constituye un punto de inflexión clave para su negocio de defensa, lo que demuestra un mayor compromiso con las capacidades de sexta generación y el diseño digital. Se prevé que el desarrollo de la aeronave impulse también la inversión en toda la base industrial de defensa, desde materiales compuestos de alta temperatura y tecnologías de propulsión hasta inteligencia artificial y sistemas de misión.
La aparición del F-47 es más que un nuevo avión; marca un salto generacional en la forma en que Estados Unidos se prepara para conflictos de alta intensidad. La combinación de mayor alcance, rendimiento hipersónico y operaciones conjuntas con inteligencia artificial garantiza que la Fuerza Aérea de EE. UU. no solo mantendrá la superioridad aérea, sino que la redefinirá. Mientras las principales potencias mundiales compiten por desplegar cazas de sexta generación, el F-47 es la señal de que Estados Unidos pretende mantenerse a la vanguardia.
Alain Servaes



Viniendo de Boeing se puede esperar cualquier cosa.
Si solo se retrasan 5 años sobre esa fecha ya pueden estar contentos estando Boeing por medio