La Marina rusa está a punto de ser mucho más letal.
Moscú está desplegando marines “boina negra” en todos sus buques de guerra.
La Armada rusa está desplegando marines a bordo de todos sus buques de guerra que navegan a destinos en el extranjero. Su misión es asegurar estos barcos contra terroristas y saboteadores.
Los grupos antiterroristas estarán apostados en barcos que navegan a zonas marítimas distantes, según ha publicado el periódico ruso Izvestia. «Los marines a menudo acompañaban a los barcos y embarcaciones de la Armada Soviética desde fines de la década de 1960 hasta 1991. Fortalecían las tripulaciones de los barcos que iban a servir en las proximidades de las zonas de conflicto militar en el Medio Oriente, el sudeste asiático y África».
La Infantería de Marina rusa, denominada «Boinas Negras», es diferente de sus homólogos americanos. El Cuerpo de Marines de los Estados Unidos es un ejército de 182.000 efectivos con su propia fuerza aérea y capaz de realizar operaciones independientes. Los 12.000 efectivos de la infantería naval rusa es más bien una fuerza naval tradicional, encargada de realizar operaciones anfibias en apoyo de la Armada, y de proporcionar destacamentos a los buques para operaciones de seguridad y pequeñas operaciones terrestres.
«La composición y el tamaño de estos grupos antiterroristas dependerán del tipo de barco», explica Izvestia. “Por ejemplo, una fragata tendrá 20 ‘boinas negras’. Recibirán armas, ametralladoras, rifles de francotirador y lanzagranadas. Los infantes de marina realizarán de forma continua tareas para proteger a los buques de terroristas y saboteadores e inspeccionarán buques sospechosos».
Los marines asignados a buques de guerra en el extranjero reciben entrenamiento adicional. “Primero, los marines practican tácticas en los barcos que se encuentran bajo su protección o defensa, luego son entrenados para abordar buques mientras realizan operaciones anti-piratería. Durante los entrenamientos, se presta especial atención al adiestramiento con armas pequeñas y lanzagranadas en objetivos de superficie».
“A los marines se les enseña a luchar en condiciones de espacio extremadamente limitado en los barcos, en cabinas, compartimentos, pasillos y vestíbulos. Este tipo de acción de asalto individual y de grupo requiere habilidades especiales.
En 2010, los marines rusos desplegados a bordo del destructor, Mariscal Shaposhnikov, rescataron a la tripulación del petrolero ruso “Universidad de Moscú”, tras ser secuestrados por piratas somalíes en el Golfo de Adén. Aunque la tripulación del petrolero facilitó la operación encerrándose en el puente de mando, evitando así que los piratas tomasen rehenes o desviasen la nave. El grupo de expertos estadounidense Stratfor señaló que «toda la operación duró 22 minutos, una operación bastante rápida considerando el tamaño de la nave”. Ningún miembro de la tripulación del petrolero resultó herido, mientras que un pirata murió y diez fueron capturados.
Sin embargo, los informes de noticias posteriores revelaron que los diez piratas capturados murieron después de que la fuerza de rescate rusa los liberó en un bote inflable sin equipo de navegación para guiarlos hasta la costa. Tal vez para evitar incidentes como este, el artículo de Izvestia señala que los marines rusos están siendo formados en los puntos más sutiles del Derecho Internacional del Mar. El conocimiento de las leyes es necesario para que, en caso de emergencia en aguas o puertos extranjeros, se haga un uso correcto de la fuerza y se eviten los excesos».
Michael Peck
Eso lo lleva haciendo la Armada desde hace tiempo