Pekín dice que un barco de la Marina de EE. UU. entró «ilegalmente» en sus aguas.

Un destructor de la Marina estadounidense ha navegado este lunes cerca de una de las islas artificiales más importantes del Mar de China Meridional, controlada por China, en una misión de libertad de navegación que Pekín denunció como ilegal.

Aunque Estados Unidos realiza con frecuencia este tipo de viajes para desafiar las reclamaciones territoriales de China y otros Estados en la estratégica vía fluvial, el último ha tenido lugar mientras Pekín ha estado organizando más juegos de guerra en torno a Taiwán.

La 7ª Flota de la Armada de EE.UU. ha declarado que el USS Milius realizaba «operaciones normales» a menos de 12 millas náuticas del arrecife Mischief, en las islas Spratly, un arrecife sumergido en marea alta y donde China ha construido un aeropuerto y otras instalaciones.

«De acuerdo con el derecho internacional consuetudinario (…) elementos como el Arrecife Mischief que están sumergidos en marea alta en su estado natural de formación, no tienen derecho a un mar territorial», dijo la 7ª Flota en un comunicado.

«Los esfuerzos de recuperación de tierras, instalaciones y estructuras construidas en Mischief Reef no cambian esta caracterización bajo el derecho internacional».

El Ejército Popular de Liberación de China dijo que el buque estadounidense había entrado «ilegalmente» en aguas cercanas al arrecife sin la aprobación china, y que sus fuerzas habían vigilado al buque y le habían advertido.

«China tiene una soberanía indiscutible sobre las islas del Mar de China Meridional y la zona marítima circundante», declaró su Mando del Teatro Sur.

El arrecife Mischief está situado al oeste de la isla filipina de Palawan.

La 7ª Flota ha declarado que, al término de la operación, el Milius salió de la «zona de reclamación excesiva» y continuó sus operaciones en el Mar de China Meridional.

El mes pasado, China y Estados Unidos se enfrentaron por el desplazamiento del mismo barco, que según China había entrado en sus aguas territoriales en el Mar de China Meridional, cerca de las islas Paracel.

La maniobra podría avivar las tensiones con China, que ha denunciado operaciones similares como una violación de su soberanía y seguridad. Esta semana, Estados Unidos tiene previsto iniciar las maniobras militares anuales con Filipinas, que serán de mayor envergadura que en años anteriores, a medida que se estrechan los lazos entre ambos aliados.

Pekín afirma que tiene derechos sobre más del 80% del Mar de China Meridional, cuyos otros reclamantes son Filipinas, Taiwán, Malasia, Indonesia, Vietnam y Brunei. Estados Unidos se niega a reconocer las reivindicaciones chinas y lleva a cabo con regularidad lo que denomina operaciones de libertad de navegación para cuestionarlas.

El anuncio de EE.UU. también se produjo cuando el ejército chino dijo que había comenzado un tercer día de ejercicios militares alrededor de Taiwán, en medio de las crecientes tensiones entre China y EE.UU. en la región.

Las maniobras, en las que participaron aviones y barcos cerca de Taiwán, se produjeron después de que la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen, regresara de una visita a Estados Unidos, en la que se reunió con el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, y otros políticos estadounidenses.

El lunes, último día programado de maniobras, el ejército chino ha llevado a cabo ejercicios de bloqueo aéreo y naval en torno a Taiwán, en los que un portaaviones chino se unió a las patrullas de combate, mientras Taipei informaba de otra oleada de aviones de guerra cerca de la isla.

La televisión estatal china dijo que aviones, incluidos bombarderos H-6 con capacidad nuclear armados con misiles reales, y buques de guerra realizaron simulacros para «formar una situación de bloqueo multidireccional en torno a la isla».

«En el estrecho de Taiwán, el noroeste y suroeste de Taiwán y las aguas al este de Taiwán (las fuerzas chinas) tomaron la iniciativa de atacar, aprovechando al máximo sus ventajas de rendimiento, maniobrando con flexibilidad para tomar posiciones favorables y avanzando a gran velocidad para disuadir a sus oponentes», decía el informe.

El Mando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación declaró que el portaaviones Shandong también participó en patrullas de combate y mostró cazas despegando desde su cubierta.

Taiwán lleva rastreando al Shandong desde la semana pasada en el océano Pacífico.

El Ministerio de Defensa de Taiwán publicó el lunes un mapa de las actividades de las fuerzas aéreas chinas durante las 24 horas anteriores, en el que se mostraban cuatro cazas chinos J-15 basados en portaaviones sobrevolando el océano Pacífico al este de Taiwán.

El ministerio afirmó que, hasta media mañana del lunes, había avistado 59 aviones militares y 11 buques en torno a Taiwán, y que el grupo de portaaviones Shandong estaba realizando maniobras en el Pacífico occidental.

El Shandong llevó a cabo el domingo operaciones aéreas en aguas próximas a las islas japonesas de Okinawa, según ha informado este lunes el Ministerio de Defensa nipón.

Cazas a reacción y helicópteros despegaron y aterrizaron en el portaaviones 120 veces entre el viernes y el domingo, y el portaaviones, otros tres buques de guerra y un buque de apoyo se acercaron a menos de 230 kilómetros de la isla japonesa de Miyako, según el Ministerio de Defensa.

Japón ha seguido «con gran interés» las maniobras militares de China en torno a Taiwán, declaró un alto portavoz del gobierno.

Japón lleva mucho tiempo preocupado por las actividades militares de China en la zona, dada la proximidad de las islas del sur de Japón a Taiwán.

El ejército de Taiwán ha dicho en repetidas ocasiones que responderá con calma a los simulacros de China y que no provocará un conflicto.

La vida en Taiwán ha continuado con normalidad, sin signos de pánico o interrupción, y los vuelos civiles operan con normalidad.

«La mayoría de la gente normal probablemente no tiene miedo, y la razón principal es que todo el mundo piensa que China seguramente no iniciará una guerra», ha dicho un antiguo soldado taiwanés.

Jon Herskovitz