Rumania transfiere en secreto a Ucrania sistemas de misiles de defensa aérea de corto alcance CA-95.

El pasado sábado, 8 de marzo, las redes sociales han compartido las primeras imágenes del sistema rumano de defensa antiaérea de corto alcance CA-95, basado en el 9K31 Strela-1 soviético y montado en el vehículo blindado de transporte de tropas TABC-79, en Ucrania.

En las imágenes, que suponen su primer despliegue verificado en el actual conflicto entre Ucrania y Rusia, se aprecia que el vehículo conserva su camuflaje rumano original, aunque el rondel de las Fuerzas Armadas rumanas ha sido pintado encima, lo que sugiere que el traslado se ha producido discretamente.

Aunque los ministerios de defensa de Rumanía y Ucrania no han confirmado oficialmente su uso, las unidades de defensa aérea ucranianas han indicado que el sistema CA-95 está desplegado operativamente y parece ser eficaz, y han afirmado que ha logrado atacar helicópteros rusos. Las circunstancias exactas y el número de ataques siguen sin confirmarse y no hay más datos disponibles.

A pesar de su antigüedad tecnológica y su obsolescencia física en comparación con los sistemas más nuevos, el CA-95 sigue siendo viable contra las amenazas contemporáneas. Diseñado principalmente para contrarrestar aviones y helicópteros que operan a baja altitud, consta de cuatro lanzadores de misiles tierra-aire, uno a cada lado de su torreta, y dos misiles de repuesto.

Sus misiles guiados por infrarrojos, una variante de producción local del 9M31M, viajan a una velocidad máxima de persecución de 310 m/s contra objetivos en retirada y 220 m/s contra objetivos que se aproximan.

Cada misil tiene un calibre de 120 mm, una masa de 30 kilogramos y emplea un sistema de guía óptica e infrarroja pasiva. La función principal del sistema es interceptar amenazas a baja altitud, como aviones, helicópteros, drones y misiles de crucero, a altitudes de entre 50 y 3.500 metros, con un alcance de ataque horizontal de entre 800 y 4.200 metros.

El TABC-79, también conocido como ABC-79M, es un vehículo blindado de transporte de personal anfibio 4×4 rumano desarrollado a finales de los años 70. Comparte varios componentes con el TAB-77 8×8 APC y tiene una longitud de 5,64 metros, una anchura de 2,80 metros y una altura de 2,34 metros, con un peso de combate de aproximadamente 9,27 toneladas.

El vehículo tiene capacidad para una tripulación de tres personas (conductor, comandante y artillero) y puede transportar hasta cuatro soldados completamente equipados.

Su casco de acero soldado ofrece protección contra munición de 7,62 mm y metralla de artillería. Está propulsado por un motor diésel turboalimentado Saviem 798-05 N2 que produce 154 caballos de fuerza, lo que le permite alcanzar una velocidad máxima en carretera de 80 km/h y una autonomía operativa de 700 kilómetros. El vehículo es completamente anfibio, propulsado en el agua por un único chorro de agua ubicado en la parte trasera.

El equipamiento estándar incluye un sistema automático de detección y extinción de incendios, un sistema de protección nuclear, biológica y química (NBC), dispositivos de visión nocturna y un cabrestante montado en la parte delantera con un cable de 50 metros y una capacidad de 5,5 toneladas.

En un principio, Rumania produjo 48 sistemas CA-95 para sus fuerzas terrestres con la ayuda de la empresa Electromecanica Ploiești (parte de la empresa nacional ROMARM) como una adaptación del Strela-1 soviético (basado en un BRDM-2) para satisfacer las necesidades locales. El Strela-1 en sí era una variante anterior del ampliamente conocido sistema Strela-10. Las Fuerzas Terrestres Rumanas operan actualmente entre 40 y 48 unidades de una variante mejorada conocida como CA-95M, que utiliza misiles A95M-RC más modernos.

Estos misiles modernizados ofrecen capacidades de guía mejoradas, empleando tanto el espectro infrarrojo como el visible y el seguimiento automático de objetivos. El sistema mejorado reemplaza los controles de puntería manuales por motores eléctricos, lo que mejora significativamente la velocidad y la precisión de respuesta. Además, el CA-95M puede rastrear objetivos de forma autónoma utilizando sistemas ópticos o recibir designaciones de radar externas, lo que permite la integración en redes de defensa aérea más amplias.

Además, Rumania mantiene en su plan de movilización los sistemas de defensa aérea portátiles (MANPADS) CA-94, también basados ​​en la familia de misiles soviéticos Strela. Estos sistemas están estrechamente relacionados, ya que el CA-94 representa la versión portátil de lanzamiento operada por el hombre, mientras que el CA-95 es su contraparte montada en vehículo. El CA-94 utiliza la misma tecnología de guía infrarroja y el mismo concepto de misil, pero está destinado a un despliegue a nivel de infantería, proporcionando capacidades de defensa aérea altamente móviles en un formato portátil. Por el contrario, el CA-95, montado en el vehículo blindado de transporte de personal TABC-79, fue desarrollado específicamente para ofrecer mayor movilidad, protección y capacidad de transporte de misiles, lo que lo hace adecuado para apoyar a unidades mecanizadas.

Rumanía ya ha proporcionado ayuda militar a Ucrania mediante donaciones gubernamentales directas y compras por parte de Ucrania o la Unión Europea a empresas de defensa rumanas. La ayuda incluye 20 vehículos blindados de transporte de personal TAB-71M entre 2022 y 2023, sistemas de artillería M1981 de 152 mm y lanzacohetes múltiples APR-40 entregados en mayo de 2023, así como una batería de defensa aérea Patriot aprobada para su transferencia en octubre de 2024.

Además, Rumania suministró ametralladoras DShK en diciembre de 2022 y varios tipos de munición, incluidas municiones no reveladas en febrero de 2022, entregas en curso de cohetes Grad a partir de abril de 2023 y adquisición de proyectiles de 155 mm a través de la Agencia Europea de Defensa. Los gobiernos de Ucrania o de la UE compraron municiones RPG-7, SPG-9 y DShK, así como bombas de mortero y proyectiles de 122 mm a empresas de defensa rumanas. Otras contribuciones incluyen equipo militar como 2.000 cascos de combate y chalecos antibalas en febrero de 2022, junto con combustible, alimentos y suministros médicos.

El apoyo militar de Rumanía ha llamado la atención internacional: en septiembre de 2022, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, afirmó que Rumanía había enviado cinco paquetes de ayuda, mientras que el general ruso Valery Gerasimov situó a Rumanía entre los cuatro principales proveedores de ayuda militar de Ucrania en diciembre de 2022. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, reconoció la ayuda de Rumanía durante su visita al país el 10 de octubre de 2023, afirmando que Rumanía había proporcionado 15 paquetes de ayuda militar hasta esa fecha.

Además, antes de enero de 2023 se entregaron estaciones de armas remotas Pro Optica Anubis para los MRAP BMC Kirpi y el 28 de febrero de 2022 se suministró equipo militar por valor de 3 millones de euros.

Rudis04