Turquía quiere poner en funcionamiento sus controvertidas defensas aéreas rusas S-400.

Turquía podría desplegar sus avanzadas defensas antiaéreas rusas S-400 Triumf en la frontera iraquí para su planeada ofensiva de verano contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, PKK, en el Kurdistán iraquí. Tal medida marcaría el primer despliegue operativo del sistema de misiles desde que Ankara lo recibió en 2019 ante los reproches de Occidente.

El periódico Turkiye informó a principios de este mes que los S-400 de Turquía podrían desplegarse en la frontera, lo que implica que se defenderá contra drones supuestamente adquiridos por el PKK. Pero el sistema es más eficaz contra amenazas mayores que contra los burdos drones. Está diseñado para derribar misiles balísticos y de crucero, como los disparados por Irán en su ataque del 13 de abril contra Israel, y su despliegue podría agravar las tensiones con otros aliados de la OTAN indignados por el hecho de que Turquía los tenga.

El acuerdo para la adquisición de los S-400 costó a Turquía unos 2.500 millones de dólares. Indirectamente, le ha costado mucho más que eso en pérdidas de más de 9.000 millones de dólares que podría haber obtenido de la fabricación de más de 900 piezas para la cadena de suministro mundial del F-35.

Washington prohibió a Ankara la compra de F-35 por temor a que facilitara a los técnicos rusos datos que estropearan el sigilo del caza. Además, Estados Unidos impuso sanciones a la agencia de adquisición de armas de Turquía.

Mientras soportaba estas sanciones, Turquía nunca puso en servicio el S-400. Tras la entrega del sistema, funcionarios estadounidenses advirtieron a Turquía contra su «activación». Turquía probó sus cazas F-16 y F-4 contra el radar del S-400 a finales de 2019. Washington reprendió duramente a Ankara en octubre de 2020 por anunciar que estaba probando el sistema.

Desde entonces, no ha habido indicios de que los S-400 de Turquía se hayan puesto en funcionamiento. En noviembre de 2022, el entonces ministro de Defensa Hulusi Akar dijo que Ankara no tiene «ningún problema con el S-400» y que el sistema «está en su lugar y listo para su uso.»

Su supuesto próximo despliegue en la frontera iraquí sería la primera vez que los S-400 turcos se ponen en uso cinco años después de que Ankara los recibiera.

Ali Bakir, experto en Turquía del Centro Ibn Jaldon de la Universidad de Qatar e investigador de la Iniciativa Scowcroft de Seguridad en Oriente Medio del Consejo Atlántico, se muestra escéptico sobre el informe, pero no descarta de plano la posibilidad.

«Esto podría ser un globo sonda, un requisito operativo debido a la amenaza extranjera en el norte de Irak, donde están estacionadas las tropas turcas, o simplemente noticias falsas», dijo Bakir. «Si el S-400 se despliega por necesidades operativas, podría ser para contrarrestar la amenaza potencial de los misiles balísticos de Irán».

Aunque las otras defensas aéreas de Turquía son capaces de combatir las amenazas aéreas del PKK, Turquía necesita un sistema avanzado para interceptar misiles balísticos disparados desde Irán.

«Teniendo en cuenta que Ankara ha estacionado tropas en el norte de Irak, sería más lógico desplegar un sistema de este tipo para protegerlas durante una escalada o confrontación regional», dijo Bakir. «Irán ha utilizado últimamente misiles contra el norte de Irak».

Bakir dijo que los recientes ataques con misiles entre Israel e Irán pueden ser una razón más para desplegar el S-400 en el este de Turquía: «Este despliegue servirá a la seguridad de Turquía, así como a la seguridad de Irak, que está mejorando sus lazos con Ankara últimamente de una manera sin precedentes», dijo Bakir.

El despliegue de S-400 como contingencia para contrarrestar los misiles iraníes podría crear «una situación extremadamente compleja» para Turquía, dijo Suleyman Ozeren, profesor de la American University. «Tal medida podría significar que Turquía estaría utilizando el sistema de armas ruso contra el aliado más leal de Rusia en Oriente Medio», dijo Ozeren. «Sin embargo, Turquía podría utilizar la amenaza potencial de grupos milicianos vinculados a Irán o al PKK como pretexto para desplegar los S-400».

En su opinión, un despliegue serviría a tres objetivos principales.

«En primer lugar, los S-400 han sido una de las decisiones políticas más caras y menos productivas», dijo Ozeren. «Al desplegarlos y hacer mucho ruido al respecto, el AKP puede tener como objetivo silenciar a los críticos en casa».

El AKP es el partido del presidente Recep Tayyip Erdogan, que decidió comprar los S-400 a finales de la década de 2010 y ha defendido la polémica compra desde entonces.

«En segundo lugar, Ankara puede querer demostrar a Moscú que su cooperación militar sigue en pie», dijo Ozeren. «En tercer lugar, tal decisión puede tener como objetivo enviar un mensaje a Occidente -principalmente a EE.UU.- de que la posición de Ankara frente a Rusia y la OTAN se mantiene sin cambios».

Señaló que el S-400 turco es un «sistema autónomo» incompatible con los sistemas de la OTAN, lo que limita su uso y confirma su «alto coste y falta de funcionalidad.»

Un despliegue turco podría intensificar la persistente disputa con Estados Unidos.

En enero, la entonces vicesecretaria de Estado en funciones, Victoria Nuland, dijo que Washington podría discutir la readmisión de Ankara en el programa F-35 si resolvía el asunto del S-400.

«El problema no es dónde despliega Ankara los S-400, sino que los S-400 permanezcan en posesión de Turquía», dijo Ozeren.

Bakir argumentó que las armas se compran «con la intención de usarlas» con «fines ofensivos o defensivos». «Incluso si Turquía intercambiara hipotéticamente el S-400, EE.UU. podría seguir manejando mal el caso del F-35», dijo Bakir. «No hay garantías de que el Congreso no intente presionar a Ankara en el futuro».

Ozeren, por el contrario, reiteró que el problema fundamental es la decisión «puramente política» de Ankara de comprar los S-400, motivada, según él, por el deseo del AKP de distanciar a Turquía de la OTAN.

«Tal objetivo era inalcanzable y poco realista dado el grado de integración de Turquía en el sistema de defensa de la OTAN», dijo Ozeren. «La decisión del S-400 ha dejado a Ankara en una situación precaria que no ha cambiado».

«Independientemente de las motivaciones del AKP entonces, la realidad dicta que el partido gobernante dé marcha atrás y vuelva a una alianza más fuerte con la OTAN».

Paul Iddon