Argentina firma un acuerdo para comprar aviones F-16 usados a Dinamarca.

En un importante cambio del equilibrio militar en Sudamérica, Argentina ha cerrado un acuerdo para adquirir 24 cazas Lockheed Martin F-16 usados a Dinamarca.

El ministro de Defensa argentino, Luis Petri, estuvo en Dinamarca el martes 16 de abril para formalizar el acuerdo con Copenhague, que permitirá a Argentina adquirir su primer avión de combate supersónico en más de una década.

“Hoy estamos concretando la adquisición aeronáutica militar más importante desde 1983”, dijo Petri, en referencia a la derrota militar argentina de 1982 a manos de la Royal Navy británica.

“Con estos nuevos aviones estamos dando un paso trascendental en nuestra política de defensa, recuperando la capacidad supersónica de nuestra aviación y logrando la entrada definitiva de nuestra fuerza aérea a los desafíos tecnológicos del siglo XXI”, agregó Petri, hablando desde la base aérea de Skrydstrup que alberga el ala de cazas F-16 de la Real Fuerza Aérea Danesa (RDAF).

Petri llegó a la reunión en el asiento trasero de un F-16 de la RDAF. Las fotos de la ceremonia muestran al ministro de Defensa vestido con un traje de vuelo verde oliva, flanqueado por un F-16 con el escudo azul y blanco de la fuerza aérea argentina.

El Ministerio de Defensa no reveló los términos exactos del acuerdo, incluidos el coste y el plazo de entrega.

Sin embargo, Buenos Aires confirma que recibirá los modelos monoplazas F-16A y biplaza F-16B, que se utilizan para el entrenamiento avanzado de pilotos.

“El acuerdo incluye la entrega de cuatro simuladores de vuelo, ocho motores y los repuestos para las aeronaves estarán garantizados por cinco años”, dice el ministerio. “Además, el contrato prevé la formación de los pilotos y mecánicos que trabajarán en este sistema de armas”.

Dinamarca está modernizando sus fuerzas aéreas con el Lockheed F-35A de quinta generación, y ha decidido desprenderse de sus antiguos reactores. Copenhague tiene previsto donar 19 de sus viejos F-16 a Ucrania y vender los 24 restantes a Argentina.

Los cuatro primeros F-35 daneses llegaron a su base en septiembre de 2023. Dinamarca espera adquirir 27 de estos cazas furtivos en total.

La adquisición de los F-16 supone un importante impulso para Argentina, cuyo poder aéreo de combate ha consistido en 24 envejecidos cazas de ataque ligero subsónico Douglas A-4 desde la retirada en 2015 de sus últimos cazas Dassault Mirage.

El lamentable estado de la fuerza aérea argentina se deriva de las medidas militares adoptadas en las profundidades de la Guerra Fría.

Argentina se ha visto fuertemente restringida en la adquisición de tecnología militar avanzada desde la derrota del país en la Guerra de las Malvinas de 1982, en la que Buenos Aires intentó recuperar por la fuerza las islas del Atlántico Sur al Reino Unido, que ejerce la soberanía sobre el territorio.

Tras la guerra, Londres prohibió a Argentina el acceso a material de defensa de fabricación británica, como los asientos eyectables Martin-Baker de muchos cazas y la aviónica y aeronaves de BAE Systems.

A lo largo de los años, Londres también ejerció presión diplomática sobre los aliados para bloquear cualquier acuerdo que implicara aviones estadounidenses o europeos, incluidos los Mirages de reemplazo, los Gripens suecos de Saab, los Kfirs de Israel Aircraft Industries y los cazas ligeros FA-50 de Korea Aerospace Industries.

Sin embargo, la congelación de décadas pareció descongelarse en 2023, cuando el Departamento de Estado de Estados Unidos indicó que aprobaría una transferencia a terceros de los F-16 existentes a Argentina desde Dinamarca.

Dado que el F-16 es una plataforma de fabricación estadounidense, se requiere la aprobación del gobierno de Estados Unidos para cualquier venta al extranjero o la transferencia de aeronaves existentes.

El pasado mes de octubre, un funcionario estadounidense que habló bajo condición de anonimato declaró que Washington apoyaba firmemente el acuerdo entre Dinamarca y Argentina, y que el gobierno estadounidense llevaba más de un año trabajando para facilitarlo.

La decisión parece estar motivada, al menos en parte, por la posibilidad de que Argentina llegue a un acuerdo con China, competidor estratégico de Estados Unidos. Se cree que Buenos Aires ha estado estudiando una oferta para adquirir el caza monomotor JF-17, una producción conjunta del Complejo Aeronáutico de Pakistán y la Chengdu Aircraft Corporation de China.

En particular, el JF-17 de fabricación china habría eludido cualquier restricción a la exportación impuesta por el Reino Unido.

El deseo de Estados Unidos de contrarrestar a sus rivales geopolíticos, junto con la disponibilidad de aviones estadounidenses heredados programados para su jubilación, dio a la opción del F-16 un atractivo que anteriormente no había tenido.

El gobierno del Reino Unido en 2018 también suavizó ligeramente su postura sobre la venta de armas a su antiguo enemigo del Atlántico Sur, lo que potencialmente allanó el camino para que sus aliados de la OTAN llevaran a cabo la transacción.

“Nuestra posición general es que seguiremos denegando licencias para la exportación y el comercio de bienes que se considere que aumentan la capacidad militar argentina”, declaró entonces el Ministerio de Asuntos Exteriores.

“Sin embargo, cuando ya no se disponga de equipos similares, podremos conceder licencias cuando consideremos que no van en detrimento de los intereses de defensa y seguridad del Reino Unido”, añadió.

La adquisición del F-16 supondrá un avance hacia la paridad en Sudamérica, donde los vecinos regionales de Argentina superan con creces su capacidad de combate aéreo.

Chile opera 35 F-16, según Cirium, mientras que Brasil está en proceso de equiparse con el último Gripen E de Saab, incluidos ejemplos producidos bajo licencia en Brasil por Embraer.

Ryan Finnerty