Aumentan las incursiones de cazas chinos en la «zona gris» de Taiwán.

Las incursiones chinas son, al parecer, una reacción a las maniobras navales de Estados Unidos y al acuerdo sobre submarinos con Australia. Crece el temor de que un error pueda convertir este conflicto latente en una guerra internacional.

El fuerte aumento de aviones militares chinos que penetran en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) de la isla ha puesto el foco en el Estrecho de Taiwán, con el temor de que se convierta en un punto de conflicto mundial. Taiwán ha vivido bajo la constante amenaza de invasión por parte de China desde el final de la guerra civil de 1949, pero los 23 millones de taiwaneses no han visto una escalada como la actual.

La Agence France Presse (AFP) ha elaborado una base de datos de todas las incursiones desde septiembre de 2020, cuando el Ministerio de Defensa de Taiwán comenzó a darlas a conocer abiertamente. Está claro que los vuelos están aumentando tanto en frecuencia como en cantidad.

El punto álgido de esta estrategia llegó a principios de mes, cuando China celebraba sus vacaciones bancarias. En sólo cuatro días, 149 cazas y bombarderos penetraron en la zona de identificación aérea del suroeste de Taiwán. Las incursiones son más agresivas, incluso personales. En una emisión de radio publicada en Internet, se escucha a un piloto chino insultar a la madre de un controlador aéreo taiwanés.

China duplicó las incursiones en Taiwán en 2021

Solo en estos cuatro días se ha superado en un 28% el total de 117 vuelos de septiembre, que, hasta la fecha, era el mes con más incidentes registrados. El año anterior, Taiwán registró 380 entradas en el suroeste de su zona de identificación. Este año ya está en 692, casi el doble.

El tipo de aviones enviados también está evolucionando. Cada vez hay más aviones que China podría utilizar en caso de invasión, como el bombardero H6 con capacidad nuclear. En septiembre de 2020, el mes anterior con más incursiones, Taiwán detectó 32 cazas y tres bombarderos. Este mes ha detectado 124 cazas y 16 bombarderos.

Aun así, los analistas instan a no exagerar la amenaza que suponen estas entradas. La ADIZ no se corresponde con el territorio aéreo de Taiwán, sino que es más extensa y en algunas partes se solapa con la China continental. Sin embargo, hasta 2020, China rara vez envió sus aviones al sector suroccidental.

¿Qué es la «zona gris»?

«Esto es lo que llamamos tácticas de «zona gris». Mantienen la presión psicológica sobre Taiwán», dijo a la AFP el almirante retirado Lee Hsi-min, que dejó de ser jefe de las fuerzas armadas de Taiwán en 2019. «Zona gris» es un término utilizado por los analistas militares para describir las acciones agresivas de un Estado, pero sin entrar en guerra abierta, que el secretario de Defensa británico Ben Wallace describió como un «limbo entre la paz y la guerra».

Taiwán está sometido a crecientes presiones de este tipo desde la elección en 2016 de la presidenta Tsai Ing-wen, que considera que la isla es soberana de facto y no forma parte de «una sola China» como defiende Pekín. Entre estas medidas de «zona gris», el almirante cita los ciberataques, las campañas de desinformación y la presencia de dragas chinas que sacan arena de las cercanas islas de Kinmen y Matsu, que pertenecen a Taiwán, pero están cerca del continente.

Las incursiones aéreas también permiten a China «mejorar el entrenamiento de los pilotos», incluidos los vuelos nocturnos ocasionales, y mantener la envejecida flota de Taiwán en constante tensión, añade.

Los vuelos de este mes se produjeron tras unos ejercicios navales en el Pacífico en los que participaron Estados Unidos, Reino Unido y Japón. Poco antes también se había firmado el acuerdo de Washington con Australia para suministrarle submarinos de propulsión nuclear, y se sabe que las fuerzas especiales estadounidenses están entrenando a las tropas en Taiwán.

«Pekín quiere demostrar que no se dejará intimidar por las actuales alianzas de seguridad regionales, que sin duda tienen como objetivo a China», afirmó J Michael Cole, experto del Global Taiwan Institute de Washington.

Deutsche Welle