Auterion suministrará un dron de ataque profundo a las fuerzas armadas de EE. UU.
La empresa germano-estadounidense de tecnología de defensa Auterion, proveedora de software para drones y sistemas autónomos asistidos por IA, ha anunciado la finalización con éxito del proyecto Artemis de la Unidad de Innovación de Defensa de EE. UU.
El programa, según se informa, entregó un dron de ataque profundo con un alcance de hasta 1600 km y adquisición visual de objetivos, que ha demostrado su eficacia en Ucrania.
Según Auterion, el sistema Artemis tiene un diseño similar al de un dron Shahed, fue desarrollado en Ucrania y se fabrica en EE. UU., Ucrania y Alemania. Según el fabricante, este dron de largo alcance puede transportar ojivas de hasta 40 kilogramos. Se basa en la computadora de misión Skynode N de Auterion y el sistema de navegación visual Autorion, lo que le permite navegar y atacar objetivos incluso cuando se interrumpe la navegación por satélite.
Además, el dron ofrece la máxima precisión en la fase final del vuelo.
Auterion colabora con un fabricante de hardware ucraniano para el programa Artemis, cuyo nombre se mantiene en reserva por razones de seguridad. La empresa germano-estadounidense de tecnología de defensa afirma haber establecido alianzas con fabricantes estadounidenses y europeos para ampliar las aplicaciones de largo alcance.
Compartir las experiencias de la guerra en Ucrania con las fuerzas armadas de Estados Unidos y sus socios aliados es una contribución importante de Auterion a la seguridad nacional, afirma el comunicado.
Según la información, los revisores gubernamentales aprobaron el programa tras las pruebas de vuelo operacional en Ucrania. De acuerdo con Auterion, las pruebas incluyeron lanzamiento terrestre, navegación GPS y navegación independiente de GPS, tránsito de largo alcance y ataque terminal. Auterion ofrece ahora el sistema al Departamento de Defensa de EE. UU. y a países aliados, con capacidad de fabricación establecida tanto en Estados Unidos como en Europa.
Según el anuncio, el dron de largo alcance forma parte de la amplia gama de drones de ataque desechables de corto a largo alcance de Auterion, que se están desarrollando en el marco de las iniciativas de defensa de EE. UU. El sistema aprovecha la arquitectura abierta y el software de eficacia probada de Auterion para garantizar una rápida adaptabilidad y una integración fluida en el ecosistema de defensa más amplio.
Tras la finalización del programa Artemis, Auterion está iniciando la fase de ampliación con el Departamento de Defensa y socios aliados para impulsar la producción en masa. La compañía se compromete a apoyar la producción nacional en EE. UU., proporcionando al mismo tiempo una capa de software común que garantiza la interoperabilidad y la mejora continua.
Auterion tiene su sede en Arlington, Virginia, y un centro europeo en Múnich.
DIE



Ahora va ha resultar que los usé.ños y los super ale.manes copian productos de otros, pero no eran los chinos y otras civilizaciones de segunda como los turcos y demás atrasados los que copiaban?, en fin.
Turdetano. Tu comentario es interesante, pero la historia de los drones kamikazes no es tan sencilla ni exclusiva de ciertas culturas o países.
Para poner las cosas en perspectiva y con un toque de ironía, los drones kamikazes no son una invención reciente ni obra exclusiva de ciertas “civilizaciones de segunda”. El concepto original data de la Primera Guerra Mundial, cuando un inventor estadounidense, Charles F. Kettering, desarrolló en 1917 el “Kettering Bug”, un dron kamikaze primitivo pero efectivo para su época. Esto marca que la tecnología de drones suicidas comenzó en Estados Unidos, no en Irán.
Respecto a la precisión, los Shahed iraníes son drones de bajo costo y largo alcance diseñados para saturar defensas enemigas con oleadas masivas, no para ataques de alta precisión. Curiosamente, la limitada precisión de los Shahed refleja una norma occidental, no un capricho. No es que en Occidente guste lanzar misiles sin tino ni consecuencias; sus doctrinas priorizan la minimización de daños colaterales y ataques quirúrgicos. En cambio, los Shahed impactan donde sea, causando daños colaterales y mucho “humo” sin efectos militares precisos, reflejando una filosofía de confrontación distinta.
Además, empresas germano-estadounidenses como Auterion están a la vanguardia desarrollando drones muy similares a los Shahed, pero con tecnología avanzada y software propio para aliados como Estados Unidos, con fabricación en EE.UU., Ucrania y Alemania. Esta mayor precisión y tecnología permiten ataques dirigidos incluso cuando la navegación por satélite falla. El debate sobre quién copia a quién olvida que la innovación, la copia y la adaptación tecnológica son la norma global, no un problema exclusivo de ciertas naciones.
Así que, lejos de ser una simple réplica de tecnologías “de segunda”, la realidad es una carrera global por perfeccionar y adaptar sistemas, donde la precisión occidental y la saturación masiva de drones de bajo costo iraníes representan dos filosofías distintas de guerra tecnológica. Eso sí, la invención original del dron kamikaze fue estadounidense, y la precisión es un lujo occidental, no una simple preferencia.
En resumen, no solo chinos o turcos copian tecnologías; estadounidenses, alemanes y ucranianos también mejoran y adaptan sistemas como parte de la evolución militar. Y la invención original de los drones kamikazes fue estadounidense, no iraní. Esto demuestra que la tecnología militar, como la historia, es siempre más compleja de lo que parece a simple vista…