El submarino USS Toledo de la clase Los Ángeles se reincorpora a la flota de la Marina de EE.UU.
El submarino de ataque nuclear USS Toledo (SSN 769) de la Marina de los EE. UU., clase Los Ángeles, ha regresado oficialmente a su estado operativo tras completar con éxito su Revisión Técnica (EOH) en el Astillero Naval de Norfolk (NNSY).
Este proceso integral y técnicamente exigente es crucial para prolongar la vida útil del submarino y garantizar su plena capacidad de misión ante las crecientes demandas de seguridad global.
La revisión también refleja la necesidad estratégica más amplia de preservar el poder de la flota submarina de la Marina como pilar fundamental del dominio marítimo estadounidense.
El USS Toledo, puesto en servicio en 1995, es uno de los 28 submarinos de la clase Los Ángeles que siguen en servicio, de los 62 construidos originalmente. Estos submarinos, con un desplazamiento sumergido de aproximadamente 6900 toneladas y una eslora de 110 metros, están propulsados por un único reactor nuclear S6G, que les proporciona una resistencia excepcional y velocidades superiores a los 30 nudos en inmersión.
Equipado con cuatro tubos lanzatorpedos de 533 mm y 12 celdas de sistema de lanzamiento vertical (VLS) para misiles de crucero Tomahawk, el Toledo está diseñado para una versatilidad multimisión, que incluye guerra antisubmarina, guerra antisuperficie, ataques terrestres y operaciones de inteligencia.
La Revisión Técnica es un reacondicionamiento crítico y programado a mitad de vida útil, diseñado para modernizar, reacondicionar y reparar los sistemas esenciales, permitiendo que el submarino opere eficazmente durante una década o más.
La EOH incluye la inspección y revisión de los sistemas de propulsión y potencia, la conservación del casco, la modernización de los sistemas de combate y sonar, y la actualización de los equipos de navegación, comunicaciones y auxiliares. Este proceso suele implicar la entrada en dique seco y puede durar varios años debido a la complejidad del trabajo y a la integración de nuevas tecnologías en plataformas más antiguas.
Para el USS Toledo, la revisión técnica (EOH) en el Astillero Naval de Norfolk (NNSY) ha incluido trabajos extensos como la instalación del mástil y el periscopio, pruebas en la sala de máquinas, renovación estructural y reparaciones imprevistas, pero cruciales, del cilindro hidráulico de dirección.
Se estableció un Centro de Control de Operaciones (CCO) in situ para coordinar a mecánicos, supervisores y gerentes, garantizando así el progreso continuo del proyecto a pesar de los desafíos logísticos y técnicos. Además, la revisión se ejecutó simultáneamente con las mejoras en el dique seco, en el marco del Programa de Optimización de la Infraestructura de Astilleros (SIOP) de la Armada, cuyo objetivo es mejorar la eficiencia y la capacidad de mantenimiento en los cuatro astilleros navales públicos del país.
La importancia de mantener y modernizar submarinos de la clase Los Ángeles, como el Toledo, está directamente relacionada con el imperativo estratégico de mantener una robusta fuerza submarina a medida que el panorama global de amenazas marítimas se vuelve cada vez más controvertido, en particular en el Indopacífico, el Ártico y otras regiones críticas, los submarinos siguen siendo las plataformas con mayor capacidad de supervivencia y eficacia para la disuasión, la recopilación de inteligencia y el ataque de precisión.
La clase Los Ángeles, a pesar de su antigüedad, continúa ofreciendo una versatilidad y un alcance global inigualables, siendo la base de las operaciones submarinas.
La Marina estadounidense se enfrenta a un déficit de producción durante la transición de los submarinos de ataque clase Los Ángeles a los de clase Virginia. Si bien la clase Virginia ofrece capacidades avanzadas, las limitaciones de la base industrial y la financiación han ralentizado el ritmo de las nuevas construcciones.
Por lo tanto, es estratégicamente necesario extender la vida útil de las plataformas existentes mediante el fin de la vida útil (EOH) para mantener la flota requerida y los niveles de disponibilidad.
El regreso del USS Toledo al servicio activo tras una exitosa finalización de su servicio, garantiza que este recurso vital pueda seguir contribuyendo a la misión de la Marina durante años. Al invertir en la longevidad y la capacidad de su flota de submarinos, la Marina preserva su ventaja en la guerra submarina, disuade a los adversarios y defiende la libertad de navegación y la estabilidad estratégica en todo el mundo.
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