La Marina analiza detenidamente las armas para los destructores de alta velocidad Zumwalt.
Los destructores de la clase Zumwalt todavía no tienen municiones, pero a la Marina se le está ocurriendo una idea, o al menos el comienzo de una idea.
La Armada ha invertido cientos de millones de dólares y más de una década en la investigación de las armas por raíl, que se ha topado con varios obstáculos tecnológicos, pero si bien el raílgun puede no ser un proyecto que valga la pena, los disparos de estas armas parecen ser prometedoras.
La Armada disparó casi dos docenas de proyectiles de alta velocidad (HVP), rondas especiales diseñadas inicialmente para cañones electromagnéticos de raíl, desde el cañón de cubierta de cinco pulgadas Mk 45 a bordo del destructor USS Dewey de la clase Arleigh Burke, en un momento dado durante los ejercicios del año pasado en el Rim of the Pacific (RIMPAC), los cañones que dispararon estos nuevos proyectiles, son los mismos cañones de hace 40 años que se usan en los cruceros y destructores de la Marina.
El mismo concepto podría aplicarse presumiblemente a los Sistemas de Armas Avanzadas (AGS) de 155 mm a bordo de los destructores de clase Zumwalt. «Eso es algo que se ha considerado con respecto a la capacidad para esta clase de nave. Estamos buscando una bala de mayor alcance que sea asequible, y eso es algo que se está considerando», reveló el capitán Kevin Smith, gerente de programas del Zumwalt, en el Simposio de la Asociación de la Marina de Superficie.
«La Armada de superficie está realmente entusiasmada con esta capacidad», agregó, señalando que todavía no se había decidido nada sobre el tipo de arma que se dotaría a la clase Zumwalt.
Al parecer, esta es solo una de varias posibilidades. «Hay muchas cosas que estamos viendo con revisiones profundas con otros tipos de armas que tienen un alcance mayor», explicó Smith. Las consideraciones previas han incluido la artillería guiada Excalibur de 155 mm de Raytheon, pero ese plan fue abandonado.
Los cañones AGS de 155 mm del Zumwalt, destinados a atacar objetivos a más de 80 millas de distancia, son ridículamente costosos de disparar, ya que un solo proyectil de ataque terrestre de largo alcance cuesta casi un millón de dólares. Las adquisiciones de compra se cerraron hace dos años, dejando al Zumwalt sin municiones.
Desde entonces, la Armada ha estado buscando otras alternativas.
La Marina «desarrollará ya sea la munición que acompaña a esa arma o lo que vamos a hacer con ese espacio si decidimos retirarla de la nave en el futuro», declaró el Vicealmirante William Merz, subjefe de operaciones navales para sistemas de guerra, a la subcomisión de energía marítima del Senado en noviembre.
Por lo tanto, si la Marina no puede encontrar la munición adecuada para los destructores furtivos, puede terminar desechando las armas para ser reemplazadas por otra cosa en el futuro.
A pesar de los repetidos contratiempos, que incluyen desde la pérdida del sigilo hasta el motor y los problemas eléctricos, la Marina insiste en que «el barco lo está haciendo bien» comunicó Merz al Congreso que el buque debería estar operativo en 2021.
Paralelamente a que se encuentre una solución para dotarlo de cañones, los destructores de esta clase cuentan con 20 módulos MK 57VLS, con un total de 80 células de lanzamientos, misiles RIM-162 Evolved Sea Sparrow 4 por célula, misiles antisumbarinos Rocket (ASROC) 1 por célula, 2 cañones avanzados de 155 mm y 2 cañones Mk 110 de 57 mm (CIGS).
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