Las fuerzas de EE.UU. recuperan armas iraníes en una misión de los Navy SEAL que salió mal.

El Pentágono sospecha que el cargamento de armas, interceptado frente a las costas de Somalia, estaba destinado a militantes de Yemen, a los que se atribuyen los ataques en el Mar Rojo.

Los militares estadounidenses recuperaron ojivas de misiles de fabricación iraní y componentes relacionados durante una misión de abordaje cerca de Somalia la semana pasada, que interrumpió el presunto tránsito de las armas a militantes en Yemen, pero dejó a dos SEAL de élite de la Marina perdidos en el mar, dijeron funcionarios estadounidenses el lunes.

Se está llevando a cabo una operación masiva de búsqueda y rescate en el Golfo de Adén, donde se produjo el incidente. Los SEAL abordaron la embarcación, descrita por un funcionario como un dhow sin la debida identificación, ante la sospecha de que hubiera armas a bordo.

Como informaron anteriormente The Washington Post y otros medios de comunicación, la operación se llevó a cabo con mar gruesa. Cuando uno de los SEAL resbaló de una escalera mientras intentaba subir a bordo del dhow, el segundo, tras presenciar cómo su compañero caía al agua, se lanzó a ayudar, según han declarado las autoridades. Ambos fueron arrastrados por el fuerte oleaje. Ninguno de los dos ha sido identificado públicamente.

Mientras se iniciaban las operaciones de rescate, otras tropas registraron la embarcación, que contaba con una docena de tripulantes, según el funcionario. Fueron detenidos, junto con los componentes de las armas, y el barco fue hundido, dijo el oficial. Esta persona, como otras, habló bajo condición de anonimato para hablar de una misión militar delicada.

Associated Press informó por primera vez de estos y otros detalles de la incautación de armas de la semana pasada.

El episodio ha puesto de relieve un desafío persistente al que se enfrentan el gobierno de Biden y sus socios internacionales en su empeño por responsabilizar a los Houthis de Yemen -y al principal apoyo del grupo militante, Irán- de un fuerte aumento de los ataques que han interrumpido significativamente el transporte comercial en la región. La semana pasada, las fuerzas estadounidenses y británicas atacaron decenas de objetivos de los Houthi en Yemen, con la esperanza de desalentar nuevos ataques, pero el Pentágono reconoció después que el grupo probablemente seguirá siendo una amenaza.

Los Houthis han dicho que sus acciones son en protesta por la campaña militar de Israel en Gaza. La administración Biden no ha descartado futuras acciones militares en Yemen, pero ha tratado de actuar con cautela, temerosa de que una reacción exagerada pudiera sumir a Oriente Medio en la violencia.

Las fuerzas estadounidenses en la región informaron por separado el lunes que un buque portacontenedores de propiedad estadounidense fue alcanzado por un misil balístico en la última supuesta provocación de los Houthis. El buque no sufrió «daños significativos» y su tripulación resultó ilesa, dijeron las autoridades en un comunicado. Un misil lanzado desde Yemen a primera hora del día cayó antes de alcanzar la costa.

Altos funcionarios estadounidenses culpan a Teherán de haber «ayudado e instigado» la crisis, que ha afectado principalmente a los buques comerciales que transitan por el Mar Rojo. Los Houthis, sostienen los funcionarios, serían incapaces de amenazar estas rutas marítimas sin el apoyo tecnológico y de inteligencia de Irán.

Las ojivas de misiles y otros componentes interceptados la semana pasada procedían de Irán y estaban destinados a ser transferidos a otro barco frente a la costa somalí antes de continuar hacia Yemen, dijo un funcionario.

Los SEAL lanzaron su misión desde el USS Lewis B. Puller, que actúa como base flotante, y se dirigieron hacia el dhow en una embarcación más pequeña, según esta persona. La tripulación del dhow carecía de documentación oficial, lo que permitió al equipo de abordaje estadounidense registrar la embarcación.

La interceptación de embarcaciones sospechosas o enemigas, conocida como visita, abordaje, registro e incautación (VBSS, por sus siglas en inglés), es una de las misiones más difíciles y peligrosas que llevan a cabo tropas altamente adiestradas. Estas operaciones suelen implicar la aproximación al buque sospechoso en embarcaciones más pequeñas y el uso de escaleras y herramientas de escalada para subir a bordo, lo que puede complicarse por el violento oleaje y los miembros hostiles de la tripulación. Las fuerzas estadounidenses colaboran habitualmente con los ejércitos de otros países para combatir la piratería y el contrabando de armas en la región.

Aunque han pasado días desde la desaparición de los dos SEAL, el Pentágono mantiene la esperanza de encontrarlos con vida. Las aguas del golfo son cálidas, según las autoridades, que señalan que el fuerte oleaje y el agotamiento son más preocupantes que la hipotermia.

Alex Horton