Para la inteligencia militar noruega, Rusia está a punto de obtener ventaja en Ucrania.

“No podemos dejar que Rusia gane [en Ucrania] porque se pondría en entredicho la propia seguridad de Europa y de toda la vecindad de Rusia”, declaró el presidente Macron en su rueda de prensa del 16 de enero. Sin embargo, la situación no parece avanzar en la dirección deseada por el presidente del Elíseo… Al menos por el momento. Esta es la conclusión a la que llega la inteligencia militar noruega [Etterretningstjenesten o E-tjenesten] en su último informe anual de evaluación de riesgos, Focus 2024.

“En esta guerra, Rusia se encuentra actualmente en una posición más fuerte que hace un año y está ganando la partida”, declaró el almirante Nils Andreas Stensønes, jefe de E-tjenesten, señalando de paso que Moscú podría movilizar unas tres veces más tropas que Kiev. “Será necesaria una ayuda armamentística occidental sustancial para que las fuerzas ucranianas puedan defenderse y recuperar la iniciativa en el conflicto”, añadió el 12 de febrero.

Por el momento, sin embargo, la ayuda militar estadounidense se ha agotado, ya que el Congreso no ha acordado reponerla por valor de 61.000 millones de dólares. Esto no sólo dificulta el envío de nuevas armas y municiones, sino también el mantenimiento en condiciones operativas de los equipos ya entregados. Además, las fuerzas ucranianas luchan por renovar sus efectivos y, en consecuencia, por relevar a las tropas enviadas al frente. Por último, la destitución de su comandante en jefe, el general Valeri Zaloujny, y su sustitución por el general Oleksandr Syrsky, plantea interrogantes sobre el futuro de las operaciones.

Para E-tjenesten, “la guerra en Ucrania será decisiva para el desarrollo del poder militar ruso en 2024 y más allá. Rusia se ha convertido en una ‘economía de guerra’ y su industria armamentística ha recibido importantes subvenciones adicionales”, lo que le permitirá producir “municiones y equipos suficientes para que las fuerzas rusas puedan mantener su esfuerzo bélico en 2024”.

El informe de la inteligencia militar noruega estima que, gracias a la “considerable intensificación” de su producción de armas y equipos y a la magnitud de su gasto militar [118.500 millones de dólares en 2024, es decir, el 30% del presupuesto del Estado], Rusia podrá restablecer su poder de combate al nivel anterior a 2022 en un plazo de tres a cinco años desde el final de la guerra.

Esta estimación es más o menos la misma que la del ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen, quien, el 10 de febrero, declaró que “un ataque ruso contra un país de la OTAN sería posible en los próximos tres a cinco años”. Este es el plazo que el jefe del Estado Mayor de la Bundeswehr, General Carsten Breuer, ha dado a sus tropas para prepararse ante la posibilidad de una guerra…

Además, E-tjenesten espera que Rusia lance una “gran ofensiva en Ucrania” durante 2024. Esta ofensiva sería posible gracias al aumento de los índices de producción de municiones y equipos, así como a la reorganización de las fuerzas rusas y a la mejora del apoyo logístico. Además, subraya que la experiencia adquirida en los campos de batalla ucranianos y las pruebas de nuevos sistemas de armas sólo pueden beneficiar al “desarrollo del poder militar ruso en los próximos años”.

“Desde el punto de vista de Moscú, Rusia está en confrontación directa con Occidente y libra una guerra por delegación con la OTAN en Ucrania. Por ello, busca reforzar su cooperación con otros países. Después de que Estados Unidos y Europa impusieran sanciones, Rusia se apresuró a intensificar su diplomacia, sus relaciones comerciales y su comunicación estratégica con China y otros países no occidentales”, afirma la inteligencia Además del acercamiento a Irán y Corea del Norte, el informe destaca “el papel clave de Arabia Saudí en la cooperación de la OPEP” y la voluntad de los Estados del Golfo de “facilitar la neutralización de las sanciones” contra Rusia. “Las autoridades y los agentes económicos rusos también seguirán esforzándose por reforzar sus relaciones con los Estados del Golfo ricos en efectivo”, predice.

“Así que ahora estamos viendo una cooperación más clara entre naciones no democráticas que quieren desafiar la dominación occidental, como ellos la llaman”, resumió el almirante Andreas Stensønes de Noruega.

“Moscú espera un enfrentamiento prolongado con Occidente y cree necesario aumentar su poder militar. Según los planes públicos, el número de efectivos militares debe pasar de un millón a un millón y medio en 2026. Se reactivarán las regiones militares de Moscú y Leningrado, y se crearán nuevas divisiones en Carelia. Además, Rusia formará nuevas divisiones de infantería y tropas aerotransportadas. Semejante aumento de la estructura militar requerirá un proceso largo y exigente, especialmente a la sombra de la guerra, y los planes de Moscú son ante todo una señal política”, concluyó E-tjenesten.

Laurent Lagneau