Saab desarrollará el primer avión de combate furtivo no tripulado de Suecia para suceder al Gripen.
Saab ha anunciado un nuevo contrato de 2.600 millones de coronas suecas con la Administración Sueca de Material de Defensa para continuar los estudios y el desarrollo tecnológico de un sistema de combate de próxima generación hasta 2027.
El trabajo se centrará en el primer avión de combate furtivo de Suecia y en una familia de drones de apoyo diseñados para operar junto a él, apoyando así los planes a largo plazo para un futuro avión que suceda al Gripen en la década de 2040. Saab afirmó que la iniciativa, realizada en colaboración con FMV, las Fuerzas Armadas Suecas, FOI y GKN Aerospace, respaldará las decisiones sobre la futura capacidad de combate aéreo de Suecia en el marco del programa nacional Koncept för Framtida Stridsflyg (KFS).
Con un valor aproximado de 238 millones de dólares, el contrato, que abarca el período 2025-2027, extiende y amplía el acuerdo original firmado en marzo de 2024. Incluye estudios de soluciones tripuladas y no tripuladas dentro de un marco de sistema de sistemas y también cubre el desarrollo de tecnología y la construcción de demostradores. Saab confirmó que el proyecto continúa la estrecha cooperación entre FMV, las Fuerzas Armadas Suecas, la Agencia Sueca de Investigación de Defensa (FOI), GKN Aerospace y otros socios industriales.
Según Lars Tossman, director de Saab Aeronautics, el pedido marca la siguiente etapa en el desarrollo de soluciones para los futuros requisitos operativos de Suecia y forma parte de un concepto a largo plazo conocido como Koncept för Framtida Stridsflyg (KFS). Carl-Fredrik Edström, funcionario de FMV, declaró que la extensión garantiza la continuidad en el desarrollo de tecnología y es crucial para probar y verificar las capacidades para futuras decisiones de combate aéreo.
El trabajo en esta fase incluye el desarrollo de concepto y tecnología hasta el tercer trimestre de 2026 y una campaña de vuelo de demostración hasta 2027, con el acuerdo actualizado valorado en aproximadamente 2.676 millones de coronas suecas. El programa Koncept för Framtida Stridsflyg (KFS, que se traduce como «Concepto para Futuros Aviones de Combate») servirá como base para la hoja de ruta de aviación de combate a largo plazo de Suecia y define cómo se mantendrán las capacidades de combate aéreo del país después de 2040. Se originó en 2023 después de que Suecia se retirara del programa Tempest liderado por el Reino Unido, que más tarde se fusionó con el proyecto FX de Japón para formar el Programa Global de Combate Aéreo (GCAP).
Estocolmo decidió realizar una evaluación independiente de sus requisitos futuros en respuesta a las cambiantes condiciones de seguridad, la membresía en la OTAN y el aumento del gasto en defensa relacionado con la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
FMV supervisa la iniciativa Combat Aviation Pathway (Vägval Stridsflyg) para determinar el mejor método para mantener la capacidad de combate aéreo sueca más allá de 2040. Saab y sus socios se centran en el estudio de estructuras de baja observabilidad, la autonomía de los sistemas de combate y las capacidades avanzadas de guerra electrónica. Aproximadamente 270 empleados de Saab participan en unos 150 proyectos de investigación y desarrollo activos, y está previsto que el primer demostrador en vuelo finalice en 2026, dentro de un programa presupuestado hasta 2030.
El contrato también amplía la cooperación industrial con GKN Aerospace, que está invirtiendo 59,5 millones de euros en sus instalaciones de Trollhättan para desarrollar la fabricación aditiva para futuras soluciones de energía y propulsión.
El trabajo existente de Saab en inteligencia artificial, ingeniería digital y sistemas definidos por software se está probando a través de Project Beyond, una colaboración con la empresa alemana de IA Helsing. Entre el 28 de mayo y el 3 de junio de 2025, Saab realizó tres vuelos de prueba del Gripen E en el espacio aéreo civil sueco, donde el sistema de IA Centaur controló la aeronave durante escenarios de Beyond Visual Range contra un Gripen D pilotado por humanos.
La IA ejecutó maniobras de forma autónoma y asesoró sobre el momento del enfrentamiento, cumpliendo al mismo tiempo con los límites operativos. Helsing entrenó a Centaur mediante aprendizaje de refuerzo, lo que equivale a unos 50 años de experiencia de vuelo en cuestión de horas de simulaciones y más de 500.000 horas de vuelo virtual. Estas pruebas demostraron la capacidad de la arquitectura modular de aviónica de Saab para integrar la IA directamente en el software operativo de la aeronave sin afectar la seguridad del vuelo.
Peter Nilsson, director de Programas Avanzados de Saab Aeronautics, insinuó anteriormente que dicha integración valida los objetivos del KFS en cuanto a autonomía y actualización continua de la capacidad.
La fase actual también incluye preparativos para construir demostradores tecnológicos para probar diseños de fuselajes, integración de sensores y capacidades de fusión de datos. Como informó previamente, Saab está desarrollando una familia de sistemas que consta de aeronaves tripuladas y no tripuladas, incluyendo plataformas subsónicas no tripuladas de bajo coste de menos de una tonelada, plataformas supersónicas no tripuladas de más de cinco toneladas y un nuevo caza tripulado.
Según las imágenes disponibles, el futuro caza conservará ciertos sistemas del Gripen, como componentes del motor, arquitectura del vehículo y aviónica, al tiempo que adoptará un fuselaje más furtivo sin canards y con bahías de armas internas. Este enfoque busca equilibrar la innovación con la gestión de riesgos aprovechando la experiencia existente e introduciendo inteligencia artificial y operaciones centradas en la red.
El programa KFS continúa hasta 2027 bajo la supervisión de FMV y está previsto que entregue datos para respaldar una decisión de adquisición alrededor de 2031 sobre si Suecia optará por un caza nacional, una vía de codesarrollo internacional o una adquisición extranjera. Los Gripen E y Gripen C/D permanecerán en servicio hasta 2050-2060 para facilitar la transición.
La futura investigación de Saab en combate aéreo se sustenta en una modernización más amplia de la Fuerza Aérea Sueca y los planes de inversión de FMV. La estrategia de defensa 2025-2030 del gobierno sueco establece un gasto del 2,6 % del PIB para 2028, asignando 170 000 millones de coronas suecas (14 900 millones de euros) a la defensa militar y 35 700 millones de coronas suecas (3100 millones de euros) a la defensa civil. Suecia también ha aportado 4200 millones de euros en ayuda militar a Ucrania, lo que impulsa la necesidad de adaptabilidad tecnológica y resiliencia del suministro.
La fuerza aérea opera seis escuadrones de cazas con aviones Gripen E y Gripen C/D, actualizando modelos antiguos al estándar MS20 Bloque 3 y planificando mejoras para el Bloque 4, incluyendo el radar PS-05/A Mk 4, misiles de crucero Taurus KEPD 350 y sistemas de guerra electrónica mejorados. El coronel Frederik Süsskind identificó estas medidas como necesarias para mantener el dominio del espectro electromagnético y la interoperabilidad con la OTAN. Las variantes Gripen E y F también cuentan con una arquitectura abierta para actualizaciones de software continuas e integración de futuras capacidades de IA.
El desarrollo de aviones de combate en Suecia ha seguido un patrón consistente de diseño nacional y cooperación industrial desde el Saab 21R en 1947, progresando a través de las familias Tunnan, Lansen, Draken, Viggen y Gripen. Cada generación incorporó innovaciones técnicas que mejoraron el rendimiento, la aviónica y la flexibilidad multifuncional. Estos programas crearon una base de conocimiento nacional que KFS ahora busca ampliar con ingeniería digital e integración de inteligencia artificial. Proyectos anteriores, como el Viggen, demostraron los desafíos financieros del desarrollo independiente, mientras que ejemplos internacionales como el FCAS y el GCAP del Reino Unido ilustran cómo los costos pueden alcanzar decenas de miles de millones de euros.
A pesar de esto, Saab argumenta que su modelo híbrido de abastecimiento internacional de componentes e integración de sistemas nacionales sigue siendo viable. Peter Nilsson ha indicado que el 85 % de los componentes del Gripen provienen de proveedores extranjeros, manteniendo la autoridad de diseño sueca, un equilibrio que podría aplicarse nuevamente a programas futuros.
Además, Saab y FMV investigan cómo la IA y los sistemas de combate definidos por software pueden acortar el ciclo de desarrollo. En el marco del KFS, las actualizaciones de software se considerarán el principal impulsor del crecimiento de la capacidad, en lugar de la sustitución del hardware. La arquitectura del Gripen E permite una rápida iteración y recertificación de nuevas funciones en cuestión de días, a diferencia de los procesos tradicionales de actualización que requieren varios años.
El proyecto del KFS aplicará estos principios a futuras plataformas, combinando la toma de decisiones basada en IA, la fusión de datos y la interconexión de sensores para funciones tripuladas y no tripuladas. Las demostraciones previstas entre 2026 y 2027 evaluarán las operaciones de combate aéreo autónomo y las misiones coordinadas con drones Loyal Wingman. Este enfoque busca validar las tecnologías clave antes de la decisión del gobierno sueco, prevista para 2031, sobre la futura trayectoria del programa de cazas.
En esa etapa, el Gripen E servirá como plataforma de pruebas para los elementos de IA, sigilo y guerra electrónica que se incorporarán a las fases de demostrador y diseño posteriores.
Jérôme Brahy
«el futuro caza conservará ciertos sistemas del Gripen, como componentes del motor, arquitectura del vehículo y aviónica, al tiempo que adoptará un fuselaje más furtivo sin canards y con bahías de armas internas»
Osea un avion pequeño y monomotor paraser escondido en bosques y despegar desde carreteras, concepto con el que llevan varias decadas.
Pero totalmente diferente en concepto operacional y en tamaño
de España, Alemania, Francia, etc
Los suecos no van a renunciar a sus conceptos
y por tanto no son compatibles como socios con España y Alemania.
Bodega interna; eventualmente (óptimamente) biplaza para manejar mejor drones y la guerra electrónica y embarcar a un coordinador de apoyo aéreo cercano; alcance superior; etc. – todo eso requiere un caza grande. En eso se basa el concepto del FCAS con respecto al tamaño. También el F22 es grande y también lo será el Kaan.
Añadimos a los argumentos anteriores los equipos para la guerra electrónica, sensores ópticos distribuidos como el DAS del F35, eventuales armas láser contra drones y misiles, bodegas laterales para misiles de corto alcance (que carece el F35), eventuales radares laterales (que iba a tener el F22, que supuestamente tiene el J20 y que eventualmente tiene el Su57), etc… todo eso ocupa espacio, añade peso y requiere de un avión mayor.
A nosotros, que tenemos las Canarias relativamente lejos, nos conviene más un caza grande que uno pequeño, aunque el Eurofighter (más bien pequeño) resulta más que satisfactorio.
Me recuerda al Saab J35
Pues Si, es muy parecido al J-35 Drakken.