Taiwán rechaza el prototipo del tanque Clouded Leopard II por su baja potencia de fuego.
En una decisión sorprendente, el ejército de Taiwán ha rechazado el último prototipo de su tanque con ruedas desarrollado en el país, el Clouded Leopard II, alegando la insuficiente potencia de fuego de su cañón de 105 milímetros.
La Oficina de Armamentos, responsable del desarrollo del vehículo, confirmó que el ejército no aceptará el prototipo a menos que su armamento principal se actualice a un cañón de 120 milímetros, una decisión que ha estancado efectivamente el ambicioso Proyecto Leopardo Nublado.
Esta decisión, anunciada en abril de 2025, llega en un momento en que Taiwán enfrenta una creciente presión para modernizar su ejército en medio de las crecientes tensiones con China. ¿Por qué una nación con recursos limitados y una necesidad urgente de armamento avanzado se arriesgaría a retrasar su propio programa de defensa por lo que parece un ajuste técnico menor?
La respuesta no está sólo en la mecánica de la guerra de tanques, sino en la precaria posición geopolítica de Taiwán, su afán de independencia tecnológica y la compleja interacción de sus prioridades internas.
El Clouded Leopard II, un vehículo blindado de ruedas 8×8 de nueva generación, representa el intento de Taiwán de reducir la brecha entre movilidad, asequibilidad y letalidad en la guerra moderna. Diseñado como cazacarros y vehículo de combate de infantería, se basa en el éxito de su predecesor, el CM-32 Clouded Leopard, en servicio en el Ejército y la Policía Militar de la República de China desde 2010.
El nuevo prototipo, conocido como D2, cuenta con un cañón de asalto de 105 milímetros, una ametralladora coaxial de 7,62 milímetros y una ametralladora de 12,7 milímetros operada remotamente.
Cuenta con avanzadas capacidades de caza, que permiten al comandante identificar y rastrear objetivos de forma independiente mientras el artillero dispara, una característica similar a la del tanque M1A2 Abrams de fabricación estadounidense.
Durante las pruebas, el D2 demostró su capacidad de penetrar una placa de acero de 500 milímetros de espesor desde 2.000 metros utilizando proyectiles sabot descartables estabilizados por aletas perforantes, mostrando su potencial contra objetivos blindados.
El chasis de ocho ruedas del vehículo, desarrollado por la Oficina de Armamentos en colaboración con el Instituto de Investigación de Tecnología Industrial con sede en Hsinchu, es distinto del CM-32 anterior, con modificaciones como ventilaciones de escape expuestas para mejorar el rendimiento.
Su diseño prioriza la movilidad a través del diverso terreno de Taiwán, desde centros urbanos hasta regiones montañosas, al tiempo que mantiene los costos de producción más bajos que los de los tanques de batalla principales tradicionales.
A pesar de estos avances, el ejército taiwanés consideró que el cañón de 105 milímetros era inadecuado para el campo de batalla moderno. Esta decisión refleja un cálculo estratégico impulsado por la creciente amenaza que representa el Ejército Popular de Liberación de China, que ha estado modernizando rápidamente sus fuerzas blindadas.
El tanque de batalla principal Tipo 99A de China, equipado con un cañón de ánima lisa de 125 milímetros, representa un desafío formidable. El Tipo 99A, una evolución de los diseños de tanques chinos anteriores, combina sistemas avanzados de control de fuego, blindaje compuesto y la capacidad de disparar misiles antitanque guiados por láser, lo que lo convierte en una plataforma versátil y fuertemente armada.
Por el contrario, el cañón de 105 milímetros del Clouded Leopard II, si bien es capaz de atacar vehículos blindados más ligeros, tiene dificultades contra el blindaje más grueso y los sistemas de protección reactivos que se encuentran en los tanques chinos modernos.
La actualización a un cañón de 120 milímetros alinearía al Clouded Leopard II con los estándares globales, como se ve en tanques como el M1A2 Abrams estadounidense, el Leopard 2 alemán e incluso el Centauro II italiano, un destructor de tanques con ruedas que integra con éxito un cañón de 120 milímetros para una mayor letalidad.
La insistencia en un calibre mayor no es una mera preferencia técnica, sino una respuesta a las singulares necesidades defensivas de Taiwán. La geografía de la isla, con sus densas zonas urbanas, estrechas llanuras costeras y un interior accidentado, exige plataformas flexibles y móviles.
A diferencia de los tanques de oruga tradicionales, los vehículos con ruedas como el Clouded Leopard II ofrecen mayor velocidad y maniobrabilidad, cruciales para una respuesta rápida en un posible escenario de invasión. Sin embargo, la movilidad por sí sola es insuficiente si el vehículo no puede neutralizar amenazas con blindaje pesado.
El rechazo del ejército al prototipo de 105 milímetros se hace eco de las preocupaciones planteadas en un informe de la Oficina Nacional de Auditoría de 2021, que criticó al Ministerio de Defensa por avanzar en el Proyecto Leopardo Nublado sin validar plenamente su utilidad en combate contra adversarios modernos.
«Si el cañón del Leopard no se actualiza a 120 mm, no podemos aceptar este vehículo para su despliegue», afirmó el ejército, subrayando la necesidad de una potencia de fuego que coincida con las capacidades de los adversarios potenciales.
La decisión de Taiwán también debe analizarse desde la perspectiva de sus esfuerzos más amplios de modernización militar, cada vez más influenciados por la agresión china. Durante la última década, China ha ampliado sus capacidades militares, desplegando sistemas avanzados como misiles hipersónicos, cazas furtivos y buques de asalto anfibios.
Un informe de Reuters de enero de 2025 señaló que aviones y buques de guerra chinos realizaban patrullas de combate alrededor de Taiwán, lo que indica la intención de Pekín de mantener la presión sobre la isla. Taiwán, en respuesta, ha buscado reforzar sus defensas mediante adquisiciones extranjeras e innovación nacional.
En diciembre de 2024, Taiwán recibió su primer lote de tanques M1A2T Abrams de Estados Unidos, una mejora significativa respecto de su envejecida flota de tanques M60A3 y CM11, que dependen de cañones de 105 milímetros.
El M1A2T, diseñado a medida para las necesidades de Taiwán, cuenta con un cañón de ánima lisa de 120 milímetros, miras térmicas avanzadas y blindaje mejorado, lo que lo convierte en una piedra angular de las fuerzas blindadas de la isla.
Sin embargo, el Abrams, con sus más de 60 toneladas, es menos adecuado para la infraestructura de Taiwán, donde los puentes y carreteras pueden tener dificultades para soportar su peso. El Clouded Leopard II, con un peso significativamente menor, fue diseñado para complementar estos tanques más pesados, proporcionando una plataforma más ligera y ágil para un despliegue rápido.
El rechazo del prototipo Clouded Leopard II pone de relieve una tensión más profunda en la estrategia de defensa de Taiwán: el equilibrio entre la autosuficiencia y la conveniencia. Con solo un puñado de países dispuestos a vender armas a Taiwán debido a la presión diplomática de China, la isla ha invertido fuertemente en su industria de defensa nacional.
El Proyecto Leopardo Nublado, iniciado en 2021 con un presupuesto de 24 millones de dólares, tenía como objetivo producir un vehículo con un 89% de componentes de origen nacional, reduciendo la dependencia de proveedores extranjeros.
Se espera que el prototipo D3, actualmente en desarrollo con un presupuesto mayor, aborde las preocupaciones del ejército al incorporar un cañón de 120 milímetros y reducir la altura del vehículo de 3,3 metros a 3 metros para mejorar el sigilo y la maniobrabilidad.
Sin embargo, integrar un cañón más grande en una plataforma con ruedas plantea importantes desafíos de ingeniería. El mayor retroceso y peso podrían comprometer la estabilidad y movilidad del vehículo, lo que requeriría rediseños que podrían retrasar la producción más allá de la fecha de finalización prevista para finales de 2025.
B. Nikolov
Con un 105 mm puedes dejar fuera de combate un MBT, muchos 120 mm sobre ruedas no disparan a la misma velocidad y potencia que sobre cadenas… en un disparo a 90 grados podrías hacer volcar este vehículo al igual que en una desenfilada.
Si un Centauro B1 con 105 mm el bicharraco se mueve pero bien, con 120 mm el meneo que le pega es tremendo por lo tanto le deben bajar la potencia de salida.
Pasar de un acñon de 105mm a 120mm no es precidamente un ajuste tecnico menor
No siempre un cañón necesita ser de gran calibre, uno automático de entre 35 mm a 40 mm y 250 cartuchos programables que pueda usarse contra drones y vehículos blindados, montados en una torreta amplia con dos contenedores de misiles antiaéreos y antitanques, podría se una buena opción para Taiwán. Tener escotillas sobre ella, es perdida de espacio, muy necesario para municiones, armas, sensores y protección activa. China les caerá con enjambres de drones.
La actuación de los Bradley en Ucrania demuestra que los pequeños calibres pueden ser muy efectivos. Además, el ejército chino lleva sin asomarse a un frente de guerra desde 1979. Sobre el papel muy potente, pero habrá que verlo en acción continuada bajo fuego enemigo…