Turquía adquiere los misiles Meteor AAM, Francia dice que no controla el acuerdo.
Francia ha dejado en claro que no impedirá que Turquía adquiera misiles aire-aire Meteor, a pesar de las objeciones expresadas por Grecia, lo que ha dejado a Atenas furiosa por lo que considera una traición por parte de un socio europeo para ella clave.
El ministro de las Fuerzas Armadas francesas, Sébastien Lecornu, abordó el tema de frente en una sesión parlamentaria, afirmando que París carece de autoridad para detener el acuerdo. Grecia había instado a Francia a intervenir, acusando a París de dar luz verde a la decisión de Turquía de armar su prevista flota de aviones Eurofighter Typhoon con misiles de largo alcance.
Pero Lecornu fue tajante: esta no es la lucha de Francia. “Es cierto que Grecia pidió a Francia que bloqueara la venta de misiles Meteor a Turquía, pero esto no es competencia del gobierno del presidente Emmanuel Macron”, afirmó.
Subrayando que Francia no controla la exportación de armas británicas, lo que distanció a París de la transacción. “No somos nosotros los que vendemos esta plataforma a Turquía”, añadió Lecornu, reafirmando la postura de Francia de que la diplomacia, no la intervención, es el único camino a seguir para Grecia.
La lógica que sustenta la política de no intervención de Francia se basa en la compleja red de normas internacionales sobre fabricación y exportación de armas. El misil Meteor, un arma de última generación diseñada para el combate fuera del alcance visual, es producido por MBDA, un consorcio multinacional en el que Francia participa a través de su participación en Airbus, junto con la británica BAE Systems y la italiana Leonardo.
Sin embargo, a pesar de esta participación, el desarrollo del misil fue kiderado por el Reino Unido, con BAE Systems a la cabeza. El Meteor fue encargado inicialmente por seis naciones (Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, España y Suecia), pero cuando se trata de decisiones de exportación, los gobiernos nacionales conservan el control soberano sobre sus contribuciones.
El acuerdo sobre el Typhoon y, por extensión, sobre los misiles Meteor, es competencia de Londres, no de París. Esta división de responsabilidades es un sello distintivo de la colaboración europea en materia de defensa, en la que los proyectos compartidos no privan a las naciones individuales de su autonomía exportadora. Francia puede tener un lugar en la mesa, pero no tiene las riendas en este asunto.
El camino que recorrió Turquía para conseguir el Eurofighter Typhoon no fue una línea recta. Durante años, Ankara enfrentó obstáculos, principalmente de Alemania, un actor clave en el consorcio Eurofighter junto con Gran Bretaña, Italia y España. La resistencia inicial surgió de tensiones políticas: Alemania se había negado a vender armas a Turquía por preocupaciones sobre los derechos humanos y las operaciones militares de Ankara en Siria.
Mientras tanto, la exclusión de Turquía del programa F-35 liderado por Estados Unidos en 2019, después de que compró el sistema de defensa aérea S-400 de Rusia, dejó a su fuerza aérea con una necesidad desesperada de modernización. Los F-16 que durante mucho tiempo han formado la columna vertebral de la flota de Turquía estaban envejeciendo, y las actualizaciones por sí solas no eran suficientes.
En 2023, Gran Bretaña, Italia y España empezaron a presionar más para la venta, pues consideraban que Turquía era un aliado estratégico de la OTAN que valía la pena reforzar. Alemania se mantuvo firme en su rechazo hasta finales de 2024, cuando el canciller Olaf Scholz dio señales de un cambio durante una visita a Estambul, allanando el camino para que las negociaciones avanzaran bajo el liderazgo británico.
Los informes ahora indican que Turquía comprará 40 Typhoon en dos fases: 20 aviones de segunda mano del Reino Unido a partir de 2026, seguidos de 20 aviones de nueva construcción, con capacidad operativa completa esperada para 2030.
Equipados con un radar avanzado y el misil Meteor, los Typhoon disuadirán posibles incursiones, proyectando fuerza sin disparar un solo tiro. También participarán en ejercicios de la OTAN, reforzando el papel de Turquía como aliado de primera línea. En tiempos de guerra, las capacidades multifuncionales del Typhoon brillan.
Puede dominar los cielos en combate aire-aire gracias al largo alcance del Meteor, y también atacar objetivos terrestres con municiones guiadas de precisión. Ya sea para defenderse de los cazas enemigos o para apoyar operaciones terrestres en un conflicto como el de Siria, el Typhoon ofrece a Turquía una plataforma flexible y de alto rendimiento para afirmar su dominio regional.
Grecia ha pasado años modernizando su propia fuerza aérea, adquiriendo 24 aviones Rafale de fabricación francesa armados con misiles Meteor para contrarrestar los movimientos de Turquía. El alcance de los Meteor (más de 100 kilómetros, posiblemente hasta 200) permite a los pilotos atacar desde una distancia a la que los adversarios no pueden responder, un cambio radical en los estrechos confines del Egeo.
Si Turquía combina el Typhoon con el Meteor, neutralizará la ventaja de Grecia y pondrá a Atenas a la defensiva. Los funcionarios griegos temen que esto pueda animar a Turquía a presionar con más agresividad, aumentando las apuestas en una región donde las peleas aéreas y los casi accidentes ya son rutinarios. Para Atenas, no se trata sólo de hardware, sino de un cambio en el equilibrio de poder que podría inclinar la balanza en un futuro enfrentamiento.
El propio Meteor es una maravilla tecnológica, diseñado para superar a cualquier otro misil de su categoría. Desarrollado por MBDA, es un misil aire-aire guiado por radar activo, más allá del alcance visual, con un motor estatorreactor regulable, una rareza que le permite mantener velocidades superiores a Mach 4 durante todo su vuelo.
A diferencia de los cohetes tradicionales que se queman rápidamente, el estatorreactor del Meteor lo mantiene acelerando, entregando una energía cinética inigualable a objetivos que se encuentran mucho más allá del horizonte.
Su alcance, estimado conservadoramente en más de 100 kilómetros, pero potencialmente el doble en condiciones óptimas, crea una “zona de no escape” varias veces más grande que la de misiles más antiguos como el AIM-120 AMRAAM, de fabricación estadounidense.
El enlace de datos bidireccional del misil es otra característica destacada, que permite a los pilotos actualizar los objetivos durante el vuelo o redirigirlos en función de la información de otras plataformas (pensemos en AWACS o aviones aliados).
Su buscador de radar activo se fija en objetivos ágiles y de rápido movimiento, como cazas o drones, incluso con fuertes interferencias electrónicas, mientras que una combinación de espoletas de proximidad e impacto asegura la máxima destrucción con una ojiva de fragmentación explosiva.
Con 3,65 metros de largo, 178 milímetros de ancho y 190 kilogramos de peso, es lo suficientemente elegante como para encajar perfectamente en el Typhoon, Rafale o Gripen. Las variantes son limitadas (MBDA no da muchos detalles), pero los rumores de mejoras como buscadores mejorados o modelos de alcance extendido dan una pista de su potencial en evolución. Para Turquía, no es solo un misil, es una declaración de intenciones.
B.Military
Grecia se creía que era el ombligo de Francia que equivocados estabais compadre,la pela es la pela
A los ingleses les ha salido el negocio redondo. Con razón no prometían los Tranche 1 para Ucrania. Si Grecia hubiera apoyado un poco más abiertamente a Ucrania quizás los franceses hubieran puesto más ganas. Pero en la nueva Europa que viene hay que atar la alianza con Inglaterra e intentar atraer a los turcos.
La Grandeur en estado puro….no tienen amigos, solo quieren vasallos prescindibles
De vasallos, nada. (Ni tengo ni he tenido jamás la sensación de que Grecia fuese visto por los franceses como un vasallo. ¿Tú sí? Debes de ser el único). Eso serán los EE. UU., que quieren fieles escuderos. Los franceses quieren la pela, así de fácil, y esos Meteor también les deben de traer réditos a ellos.
Pero no veo claro que pueden ganar los turcos, el Typhoon tranche 1 no es rival para el Rafale con AESA y el Meteor da su verdadero potencial con ese radar, otra cosa es que quieran diversificar sus fuentes y no depender sólo de un fabricante pero eso deja una pregunta en el aire, no tienen todas sus esperanzas puestas en el KAAN?
Los turcos han pedido tifones T4.
Con el AESA inglés.
Muy por encima de los rafale en combate AA.
Aquí lo que hay es negocio redondo. Inglaterra vende 20 Tranche 1 y su correspondiente paquete de modernización. A su vez Grecia seguramente encargará más RAFALE o F-35 (seguramente RAFALE).. Y luego los ingleses venden 20 Tranche 4 adicionales, versión británica. Esto me hace pensar que pasará con los Tranche 1 que Alemania iba a retirar. La tentación de modernizarlos o de venderlos. Aún país aliado y que los modernize…. Se hablaba de venta de Alemania a Polonia de A400M y Eurofighter….. Apostaría más por qué serán Eurofighter con paquete de modernización alemán. España también podría ver bien comprar algunos Tranche 1 de segunda mano.
Estaría bien adquirir algunos tanche 1 y modernizarlos como ya se hizo con los otros y llevarlos al estandar 2 con eso se tendrían los tranche 1 y 2 dedicados a su rol primario de defensa aérea y las tranche 3 y 4 con más capacidades y más polivalentes. Si se pudieran vender los tranche 1 y comprar más de los tranche 4 mucho mejor pero seámos realistas
Sería óptimo lo que comentas de colocar los tranche 1 y hacer un pedido de tranche 5 LTE.. el problema es cuando obtendrás esos EF nuevos.. y si mañana tienes un enfrentamiento de alta intensidad, sólo disponemos de 69 (tranche 1: 17, tranche 2: 32, tranche 3: 20)… Si bien es cierto que el claex ha actualizado los tranche 1 a un equivalente tranche 2.
Como bien dices, siendo realista, comprando algunos tranche 1 a Alemania y actualizando los, podríamos aumentar números en el «corto plazo» aumentando ya , también, el gasto en defensa .. pero esto se podría hacer adquiriendo mucha munición , que falta nos hace.
A esos Eurofighter/Meteor hay que sumar los S-400 y sus radares. En un teatro tan pequeño, cada metro controlado cuenta.