La Fuerza Aérea Argentina recibe el primer EMB-312 Tucano modernizado y el tercer Beechcraft TC-12B Hurón.
El pasado viernes en la Estación Aérea Militar Aeroparque, el Ministerio de Defensa junto con la Fuerza Aérea Argentina realizaron la presentación oficial del tercer avión Beechcraft TC-12B Hurón y del primer Embraer EMB-312 Tucano modernizado en el Área Material Río IV.
La ceremonia fue presidida por el ministro de Defensa, Jorge Taiana, quien estuvo acompañado por el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Juan Martín Paleo, y por el jefe de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), brigadier general Xavier Julián Isaac, junto a destacadas autoridades de la cartera de Defensa.
La ceremonia fue amenizada por los acordes de la Banda de Música Militar «Alas Argentinas» de la Secretaría General de la FAA, que sirvió de marco para el momento más esperado del evento: la llegada de las aeronaves, que fueron recibidas con un arco de agua.
Posteriormente, el ministro de Defensa pronunció unas palabras alusivas, seguidas de un discurso del General de Brigada Isaac.
Finalmente, las autoridades acudieron a saludar a la tripulación en un día en el que se consiguieron dos logros fundamentales para el futuro de la Institución.
En una entrevista exclusiva para Noticias en Vuelo, el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Argentina dijo: «Hoy es un día muy importante para la Fuerza Aérea, este no es un avión más, es un camino que estamos recorriendo, como marca el Fondo de Defensa Nacional (FONDEF) que es incorporar y modernizar, en este caso».
«Hoy incorporamos el B-200, que pasó por el Área de Material de Río IV, y que fue pintado y retapizado. Es un avión que viene bien para poder seguir reforzando la escuela de transporte, y, posteriormente, los que van a seguir viniendo, se distribuirán por distintas unidades para recuperar la flexibilidad y la movilidad del Ejército del Aire» dijo el responsable de la Institución.
«Respecto al Tucano, un avión que particularmente tuve la oportunidad de pilotar hace 30 años como instructor de la Escuela de Aviación Militar (EAM), me siento muy satisfecho del trabajo que se ha realizado junto a Redimec» , dijo el general de brigada y añadió: «Esta modernización da un salto cualitativo al avión y, fundamentalmente, a nuestros pilotos para que puedan volar más seguros en un entorno más moderno y, por supuesto, la motivación es fundamental» .
Alain Henry de Frahan
Ojalá que Argentina sepa de una vez por todas utilizar sus valiosos recursos en hidrocarburos (básicamente petróleo), agrícolas (cereales) y ganaderos para conseguir a cambio unas FFAA que le alejen de la imagen de país en desarrollo e incluso algunas veces (mantenimiento y modernización de su arma submarina) del tercermundismo. Una pena que no se hubiera negociado mejor cuando existía la Repsol-YPF para construir instalaciones de licuado de gas en la zona de costa, ya que ahora mismo tendría una gran lista de espera de países europeos (algunos de ellos, francamente adinerados e incluso bastante prósperos) para firmarles algo parecido a un ‘cheque en blanco’ y que decidieran en Argentina la barbaridad de millones de euros que le pagaría Alemania junto con media docena de magníficos submarinos recién salidos de los astilleros germánicos, y de seguro que Europa Occidental se lo daría todo a cambio de enormes cantidades de gas natural licuado en dirección a las «sedientas e insaciables» centrales regasificadoras del Viejo Continente.
Un poco triste ver noticias de materiales de segunda mano y excedentes retratados como el orgullo militar de Argentina. Me recuerdan a los anuncios de Venezuela acerca de materiales recuperados. Al final el accidente del submarino mostró que ese no es el camino.
Es una pena ver a la otra hora poderosa fuerza aérea argentina, quizá la mejor de sudamerica, convertida en un palido reflejo de lo que fué y permitiendo que sus fronteras se conviertan en un coladero por carecer de interceptores modernos, hace pocos días un avion procedente de Chile cruzó la Patagonia y acabó aterrizando en las Malvinas sin que los argentinos pudieran hacer nada más que mirarselo