Acusan a la Unión Europea de la escasez de municiones en Ucrania.

El pasado otoño, mientras Ucrania dedicaba todas sus fuerzas a operaciones de contraofensiva en el noreste de Kharkiv y el sur de Kherson, los soldados que defendían el frente oriental luchaban contra la escasez de municiones.

Cuando la tan esperada ayuda militar llegó a una brigada destacada en el frente oriental ucraniano de Donbás, los soldados se alegraron muchísimo. Pero la decepción no tardó en llegar cuando se dieron cuenta de que la munición suministrada era inútil: Las bombas de mortero finlandesas de 120 mm no cabían en el mortero italiano Mod. 63 italiano, a pesar de ser del mismo calibre.

Taras, el comandante de la batería de morteros de la brigada, recibió el encargo de encontrar una salida a la situación. Diez personas utilizaron amoladoras para recortar manualmente las ocho aletas de cola de cada bomba de mortero para adaptarlas al mortero italiano. Había 400 bombas que recortar.

«Mi infantería confiaba en mí. En el momento en que recibimos estas bombas, no nos quedaba nada más de la artillería de la brigada», dijo Taras, que no revela su nombre completo por temor a represalias por quejarse públicamente de los suministros.

La historia de Taras apunta a dos grandes problemas a los que se enfrenta el ejército ucraniano.

Uno es la falta de coherencia de las armas en toda la Unión Europea. La munición de varios fabricantes del mismo calibre difiere hasta el punto de que los soldados la llaman «zoo» por lo desordenada que es.

Dado que Ucrania recibe armas de diversos países y proveedores, se crea un caos de municiones que afecta al rendimiento del ejército: Los soldados tienen que sacar tiempo para pesar las municiones que les llegan y molerlas manualmente para ajustarlas a sus lanzadores, lo que puede entorpecer las misiones militares.

El segundo problema es la escasez de munición en el frente. La austeridad obliga a Ucrania a ahorrar municiones mientras se defiende o se prepara para un ataque dando a los soldados menos de lo habitual, según declararon al diario Kyiv Independent múltiples fuentes de alto nivel cercanas a la cúpula militar ucraniana.

La actual contraofensiva ucraniana comenzó más tarde de lo previsto debido a los retrasos en el suministro de armamento, según declaró el presidente Volodymyr Zelensky a la CNN el 5 de julio.

Rusia va un paso por delante de Ucrania en capacidad de munición. Según fuentes militares y gubernamentales ucranianas, Rusia puede disparar hasta 10 veces más munición que Ucrania durante los combates de alta intensidad. De media, Rusia dispara contra Ucrania 60.000 cartuchos al día, mientras que Ucrania dispara 20.000, según comentarios públicos de oficiales ucranianos y conversaciones extraoficiales con ellos.

Mientras Rusia hace uso de sus grandes reservas de munición, tanto Ucrania como la UE no han conseguido hasta ahora aumentar la producción de munición para satisfacer las demandas del campo de batalla.

Esta investigación transfronteriza descubrió que el proteccionismo nacional, los errores de apreciación y la indecisión de los países de la UE han impedido que el bloque encuentre un enfoque rápido y colectivo para hacer frente a la escasez de municiones, que tuvo un impacto directo en el rendimiento de Ucrania en el campo de batalla. Tanto los gobiernos como sus industrias de defensa se han mostrado reacios a asumir riesgos invirtiendo en la producción de armas, incluso conjuntamente con Ucrania.

La propia industria de defensa ucraniana empezó a producir munición sólo unos dos meses después de que Rusia iniciara la guerra a gran escala.

Y se enfrenta a problemas similares a los de la UE: es demasiado lenta, el gobierno y la industria se culpan mutuamente por no haber tomado la iniciativa en el aumento de la producción, y la estrategia para futuros programas de munición sigue siendo un trabajo en curso.

Kviv Independent