Cazas J-15 con base en portaaviones y AWACS de China realizan ‘ejercicios intensivos’.
Con el telón de fondo de la intensificación de las actividades militares en la región Indo-Pacífica, los cazas J-15 del Ejército Popular de Liberación de China – Armada (PLAN) con base en portaaviones han realizado ejercicios intensivos de entrenamiento centrados en Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento en conjunción con un avión de alerta temprana.
El acontecimiento se produjo apenas un día después de la revelación de que Japón y Estados Unidos están realizando maniobras militares conjuntas, lo que supone el primer caso en el que se presenta a China como un adversario simulado.
El informe del Global Times, citando un anuncio del Mando del Teatro Sur del PLA, afirmaba que la fuerza de aviación del PLAN coordinó recientemente un ejercicio en el que participaron sus aviones de alerta temprana y su unidad de aviones de combate.
Este ejercicio, realizado a gran intensidad, puso de manifiesto los esfuerzos de la Armada del PLA por lograr la preparación operativa y la eficacia en entornos marítimos complejos.
Durante el ejercicio, los aviones de alerta temprana desempeñaron un papel fundamental en la formación de una red de comunicaciones y el establecimiento de una cadena de información eficaz. Estas aeronaves detectaron y localizaron con éxito las fuentes de radiación de los objetivos, lo que les permitió guiar y dirigir a los aviones de combate en la ejecución de ataques precisos contra objetivos situados en el mar.
El objetivo del ejercicio era perfeccionar los métodos y tácticas de entrenamiento, sometiendo a los participantes a escenarios complejos y optimizando la eficacia operativa.
Además, según el Mando del Teatro Sur del Ejército Popular de Liberación del Pueblo Sudanés, el ejercicio también se centró en perfeccionar las capacidades conjuntas de detección y ataque de precisión en entornos electromagnéticos complejos.
Aunque el ejército chino se abstuvo de especificar el tipo exacto de avión de alerta temprana utilizado en los recientes ejercicios militares, los observadores chinos han señalado que los más probables son los KJ-200 y KJ-500.
Estos aviones de alerta temprana y control, equipados con motores turbohélice, están diseñados principalmente para operar desde aeródromos y no desde portaaviones.
Sin embargo, informes constantes indican que China está desarrollando un avión de alerta temprana con base en portaaviones, el KJ-600, que se prevé desplegar en el tercer portaaviones chino, el Fujian, equipado con catapulta electromagnética.
¿China y Estados Unidos se preparan para un enfrentamiento por Taiwán?
Las recientes maniobras militares llevadas a cabo por la Armada china han puesto de relieve la importancia estratégica de los aviones de alerta temprana dentro del marco operativo de la Armada del Ejército Popular de Liberación (EPL).
Esta disposición estratégica también pone de relieve los esfuerzos concertados de Pekín para mejorar sus capacidades militares, especialmente en el contexto de una posible invasión de Taiwán.
En particular, las aeronaves de alerta temprana ocuparon un lugar destacado en los ejercicios, ya que sirven como multiplicadores de fuerza cruciales capaces de detectar, rastrear y guiar ataques contra objetivos.
Además, estas aeronaves pueden recoger gran cantidad de información de inteligencia, realizar un análisis exhaustivo y coordinar la asignación de misiones para otras unidades de combate.
Según un experto chino citado por el Global Times, el EPL ha desarrollado un sistema de combate integrado en el que los aviones de alerta temprana asumen un papel fundamental.
Este sistema permite a los aviones de combate y a otros componentes del aparato militar optimizar su eficacia.
Los esfuerzos coordinados entre cazas y aviones AWACS (Airborne Warning and Control System) servirán sin duda de elemento disuasorio frente a una posible intervención de Estados Unidos y sus fuerzas aliadas destinada a frustrar un hipotético ataque de Pekín contra Taiwán.
Por otro lado, las fuerzas estadounidenses y japonesas han intensificado su atención para contrarrestar la influencia del ejército chino en la región.
Recientemente, las Fuerzas de Autodefensa japonesas y el ejército estadounidense han designado por primera vez a China como hipotético enemigo en su ejercicio conjunto de puestos de mando.
El ejercicio de simulación por ordenador, que comenzó el 1 de febrero y se prolongará hasta el 8 de febrero, gira en torno a un escenario de emergencia en Taiwán.
En anteriores ediciones de este tipo de ejercicios se habían utilizado nombres provisionales para referirse a los posibles adversarios.
Al parecer, el Ministerio de Defensa de Japón ha clasificado el escenario como secreto especialmente designado en virtud de la ley de confidencialidad del país.
Esta evolución concuerda con declaraciones anteriores del director de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense, William Burns, quien indicó en febrero de 2023 que el presidente chino, Xi Jinping, había dado instrucciones al ejército del país para que se preparara para una posible invasión de Taiwán en 2027.
Además, Estados Unidos y Japón han desarrollado múltiples planes de operaciones conjuntas para diversos escenarios de emergencia, con un borrador de plan que aborda específicamente contingencias relacionadas con Taiwán completado a finales del año pasado.
Ashish Dangwal
Cada vez está más cerca 2027, año en que comenzará de facto, la expansión militar de la China comunista-NOM.
No es ninguna novedad que EEUU+Japón+Australia+India en forma bilateral, trilateral o bajo la informal estructura del Quad, realizan ejercicios teniendo como hipotético enemigo a China, y viceversa. Los ejercicios con aviones AEW permite a las fuerzas aeronavales chinas simular combates de forma realista, muy probablemente con drones o aviones supersónicos anticuados, como los J-6 o J-7, actuando en forma similar a «agresores» y/o aviones de EW, creando escenarios más cercanos a los que podría encontrar el PLAN en una guerra «caliente» contra EEUU y aliados por Taiwán. Generalmente se menciona la fecha 2027 como el año en que China invadirá Taiwan. Esto realmente no sabemos si es definitivamente una frase expresada por el propio líder chino, o una fake inventada para acelerar el proceso de inversión de I +D+I en las industrias de defensa estadounidenses. Algunos think tank especializados opinan que China no estaría preparada para una invasión anfibia sino hasta 2030 como poco. Por otro lado, sería casi temerario para China convertirse en invasor y sufrir las sanciones y consecuencias económicas que EEUU provocaría, porque más allá de que China considera la isla parte de su territorio y por consiguiente una «cuestión interna» y es reconocido como nación por muy pocos, Taiwán tiene autonomía comercial y ha establecido un nutrido entrelazo económico con las naciones más poderosas del mundo, que tienen intereses muy sólidos allí y no permitirán que esa visión china se imponga en el resto del mundo. Su capacidad industrial y productiva es un bocado que no van a regalar a Pekín sin pelear. El líder chino (o quien le suceda) deberán calcular a fondo las consecuencias, si deciden una invasión.