El Ejército de EE.UU. se enfrenta un déficit de hasta 28.000 soldados este año.
El Ejército de Estados Unidos no cumplirá con su objetivo de efectivos este año fiscal por un déficit de hasta 28.000 soldados, cayendo a una fuerza de entre 445.000 y 452.000 soldados para el 30 de septiembre, según declaró el vicejefe de personal del servicio a los legisladores de la Cámara de Representantes.
El general Joseph Martin reconoció la fuerza proyectada en su testimonio ante un subpanel de la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, pero dijo que el servicio todavía tiene como objetivo terminar el año fiscal con 455.000 soldados, a pesar de las luchas de reclutamiento en curso.
«La cuestión es si podremos conseguirlo o no», dijo Martin.
El Ejército había apuntado inicialmente a una fuerza final de 473.000 soldados para el año fiscal, antes de reducir esa meta en 12.000 soldados en abril. Una subcomisión de la Cámara de Representantes que supervisa el personal militar recibió esta semana las nuevas estimaciones de efectivos previstos.
La representante Jackie Speier, demócrata de California, presidenta de la subcomisión, describió el martes las cifras como «alarmantes» y dijo que los legisladores deben celebrar una audiencia posterior para abordar el déficit.
«Es bastante grave», dijo. «Si tenemos que hacer algunos cambios para poder atraer más talento, entonces tenemos que analizarlo más detenidamente».
Los problemas de reclutamiento han afectado a todas las ramas de las fuerzas armadas este año, pero son especialmente pronunciados en el Ejército, el mayor de los servicios.
Martin achacó la caída de las cifras a los «desafíos sin precedentes» derivados de la pandemia de coronavirus y al auge del mercado laboral, señalando la dura competencia con los empleadores privados que ofrecen salarios más altos y otros incentivos.
El porcentaje de estadounidenses de entre 17 y 24 años que cumplen los requisitos físicos y mentales para servir sin necesidad de una exención ha descendido del 29% al 23% en los últimos años, dijo Martin. La propensión a servir -la proporción de adultos jóvenes que cumplen los requisitos y que considerarían la posibilidad de alistarse en el ejército- es aún menor, dijo.
«El reclutamiento de hombres y mujeres motivados, aptos y académicamente competentes sigue siendo un reto», dijo Martin.
El Ejército está tratando de ampliar su atractivo a través de múltiples esfuerzos, incluyendo la modificación de la estrategia de marketing, proporcionando bonos de alistamiento y teniendo en cuenta las preferencias de ubicación de los soldados, dijo.
El pasado 23 de junio, el Ejército flexibilizó su política de tatuajes para simplificar el proceso de alistamiento de los reclutas con tinta en las manos, detrás de las orejas y en la nuca. Ese mismo día, el servicio también anunció que eliminaría el requisito de que los potenciales reclutas tuvieran un diploma de escuela secundaria o GED si se embarcaban para el entrenamiento básico este año fiscal. La política fue revocada una semana después.
«Estamos utilizando todos los medios para reclutar talentos», dijo Martin.
El general James McConville, jefe del Estado Mayor del Ejército, dijo a los senadores en mayo que el Ejército en servicio activo debería tener entre 540.000 y 550.000 soldados.
Svetlana Shkolnikova
Era cuestión de tiempo, después de la «gran renuncia», el useño medio tiene donde elegir (cosa que no podría hacer un militar, o sea, renunciar).
Con una tasa de paro ridícula para nuestras cifras, mal lo veo, no les va a quedar más remedio que actualizarse a la carta, con bonus para todos, no únicamente para pilotos.
Ningún army puede ganar a la privada en caza de talento.