El jefe de defensa británico anuncia el inicio de nuevas armas de artillería de campaña.

Gran Bretaña está acelerando un programa para actualizar las capacidades de artillería del Ejército en respuesta a las lecciones aprendidas del conflicto en Ucrania.

El secretario de Defensa, Ben Wallace, dijo a los legisladores el 17 de enero que el objetivo de esta medida es poner en el campo un nuevo obús autopropulsado de 155 milímetros en el programa de la Plataforma de Fuego Móvil del Ejército Británico durante esta década en lugar de en la década de 2030. También implica la compra de un arma de relleno hasta ese momento, añadió.

Según el calendario del programa actual, una nueva capacidad de artillería para sustituir al arma británica AS-90 debía estar disponible en 2029, con plena capacidad operativa en 2032.

Aún no se han hecho públicas las nuevas fechas previstas para el arma. Y los funcionarios no han dicho cómo va a proceder el gobierno para adquirir urgentemente una solución provisional.

El Ministerio de Defensa no quiso hacer más comentarios que repetir los de Wallace ante el Parlamento.

La donación de la artillería AS-90 del Ejército, junto con los carros de combate principales Challenger 2, son el centro de un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania, descrito por Wallace como la mayor donación británica hasta la fecha.

La presión para que se reconsidere el calendario de introducción de la nueva capacidad de artillería viene aumentando desde hace tiempo.

Incluso antes de la invasión de Ucrania por Moscú, el analista de guerra terrestre Ben Barry, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, elaboró estudios en los que detallaba que los británicos se verían muy superados en cualquier combate con el ejército ruso.

Wallace admitió ante el Comité de Defensa parlamentario el pasado junio que la falta de artillería de ataque profundo era un gran problema.

Ahora el Ejército se ve obligado a buscar una solución provisional hasta que se encuentre rápidamente una respuesta a más largo plazo.

«Mi principal preocupación es la falta de fuego profundo. Nuestra artillería pesada está muy por encima del alcance de todos. Nuestro alcance AS-90 es de unos 23 o 24 kilómetros. Francia y todos los demás están en alcances de 55 kilómetros», dijo Wallace.

Empresas de defensa suecas, alemanas, francesas y surcoreanas se encuentran entre las que han manifestado previamente su interés en el programa de la Plataforma Móvil de Fuegos una vez que el concurso se ponga formalmente en marcha.

La actualización de los fuegos profundos forma parte de una modernización más amplia de los medios de artillería y fuegos británicos, que incluye la recapitalización del sistema de lanzamiento múltiple de cohetes M270 (MLRS).

Al menos seis de los sistemas M270 de la Royal Artillery, similares a los HIMARS, han sido regalados a Ucrania.

El secretario de Defensa también reveló que los funcionarios del ministerio se están replanteando si los recortes previstos de la fuerza de tanques anunciados en 2021 siguen siendo creíbles.

«Incluso mientras regalamos tanques Challenger 2, revisaré al mismo tiempo el número de conversiones a Challenger 3 para considerar si las lecciones de Ucrania sugieren que necesitamos una flota de tanques mayor», dijo Wallace.

La semana pasada, funcionarios del Ministerio de Defensa declararon a la Comisión de Defensa que se sentían «incómodos» con algunas carencias de capacidades y que estaban estudiando qué podían hacer para acelerar varios programas.

Los funcionarios mencionaron lagunas de capacidad en áreas como la defensa aérea terrestre, los arsenales de armas, los drones, los fuegos profundos y la logística.

Los británicos se encuentran actualmente en las primeras fases de actualización sustancial de su flota Challenger 2 al estándar Challenger 3 mediante un acuerdo para 2021 con Rheinmetall BAE Systems Land.

La revisión integrada de 2021, sin embargo, rebajó la importancia del carro de combate principal en la guerra moderna, ordenando que la flota británica de Challenger 2 se redujera a sólo 148 vehículos desde el nivel actual de 227 – menos los 14 tanques ahora destinados a Ucrania.

La decisión desató la polémica entre analistas y legisladores, que argumentaron que un número tan reducido de vehículos significaba que Gran Bretaña renunciaba a tener una fuerza viable de carros de combate.

La actualización del Challenger 3 dará nueva vida a un vehículo que ha sido descuidado por los británicos en términos de actualizaciones desde que entró en servicio a finales de la década de 1990.

La modificación más visible del Challenger 3 será la introducción de un cañón de ánima lisa de 120 milímetros que sustituirá a la única arma estriada del Challenger 2.

El jefe de adquisiciones de Defensa, Alex Chalk, dijo a los legisladores la semana pasada que la empresa conjunta Rheinmetall/BAE entregaría los primeros 18 Challenger 3 en 2027. La plena capacidad operativa está prevista para 2030.

Andrew Chuter